En 1817 la Sociedad Filarmónica de Londres encargó a Beethoven la composición de una sinfonía. El compositor comenzó a trabajar en ella en 1818 y finalizó su composición a principios de 1824, estrenándola el 7 de mayo de ese año en Viena en un concierto histórico. Fue tal el éxito que el comisario de espectáculos impidió el quinto saludo de Beethoven dado que el protocolo marcaba tres ovaciones para la familia imperial... La novena sinfonía de Beethoven se convirtió desde el estreno en la obra más influyente de la historia de la música... Ludwig van Beethoven: Sinfonía nº 9 en re menor. Leslie Howard (piano) Sinfonía nº 3 en mi bemol mayor Op. 55 (1) Orq. Fil. de Nueva York. Leonard Bernstein Sinfonía nº 6 en fa mayor Op.68 (1) Academy of Ancient Music. Christopher Hogwood. Sinfonía nº 9 en re menor Op.125 Orq. Sinfónica de Chicago. Georg Solti. Himno a la alegría ¡Oh amigos, no esos tonos! Entonemos otros más agradables y llenos de alegría. ¡Alegría, alegría! (Beethoven) Alegría, bella chispa divina, hija del Elíseo! ¡Penetramos ardientes de embriaguez, ¡Oh celeste, en tu santuario! Tus encantos atan los lazos que la rígida moda rompiera; y todos los hombres serán hermanos bajo tus alas bienhechoras. Quien logró el golpe de suerte, de ser el amigo de un amigo. Quien ha conquistado una noble mujer ¡Que una su júbilo al nuestro! ¡Sí! que venga aquel que en la Tierra pueda llamar suya siquiera un alma. Pero quien jamás lo ha podido, ¡que se aparte llorando de nuestro grupo! Se derrama la alegría para los seres por todos los senos de la Naturaleza. todos los buenos, todos los malos, siguen su camino de rosas. Ella nos dio los besos y la vid, y un amigo probado hasta la muerte; Al gusanillo fue dada la Voluptuosidad y el querubín está ante Dios. Alegres como vuelan sus soles, A través de la espléndida bóveda celeste, Corred, hermanos, seguid vuestra ruta Alegres, como el héroe hacia la victoria. ¡Abrazaos Millones de seres! ¡Este beso al mundo entero! Hermanos, sobre la bóveda estrellada Debe habitar un Padre amante. ¿Os postráis, Millones de seres? ¿Mundo, presientes al Creador? Búscalo por encima de las estrellas! ¡Allí debe estar su morada! ¡Alegría, bella chispa divina, hija del Elíseo! ¡Penetramos ardientes de embriaguez, ¡Oh celeste, en tu santuario! Tus encantos atan los lazos que la rígida moda rompiera; y todos los hombres serán hermanos bajo tus alas bienhechoras. ¡Alegría, bella chispa divina, hija del Elíseo! ¡Alegría, bella chispa divina! (Friedrich Schiller) Escuchar audio
Comentarios
Qué maravilla!
MAGNÍFICO !!!!
El mejor que recuerdo haber oído.