Has elegido rechazar las cookies basadas en consentimiento que utilizamos principalmente para gestionar la publicidad. En adelante, para acceder a nuestra web tienes que elegir alguna de las siguientes opciones.
Premium
3,99 €/mes o 39,90 €/año
Sin publicidad y mucho más
Plus
Por 9,99 €/mes
Contenido exclusivo y sin publicidad
Si has cambiado de idea, puedes aceptar las cookies y continuar usando iVoox de forma gratuita.
Con tu consentimiento, nosotros y nuestros 813 socios usamos cookies o tecnologías similares para almacenar, acceder y procesar datos personales, como tus visitas a esta página web, las direcciones IP y los identificadores de cookies. Algunos socios no te piden consentimiento para procesar tus datos y se amparan en su legítimo interés comercial. Puedes retirar tu consentimiento u oponerte al procesamiento de datos según el interés legítimo en cualquier momento haciendo clic en ''Obtener más información'' o en la política de privacidad de esta página web.
Nosotros y nuestros socios hacemos el siguiente tratamiento de datos:
Almacenamiento y acceso a información de geolocalización con propósitos de publicidad dirigida, Almacenamiento y acceso a información de geolocalización para realizar estudios de mercado, Almacenar la información en un dispositivo y/o acceder a ella , Datos de localización geográfica precisa e identificación mediante análisis de dispositivos , Publicidad y contenido personalizados, medición de publicidad y contenido, investigación de audiencia y desarrollo de servicios , Uso de cookies técnicas o de preferencias.
Comentarios
Quizá los humanos actuales, con la experiencia que ya tenemos, aunque solo sea una gota de agua en el mar, sabemos perfectamente que la tecnología no es el problema, el problema seguimos siendo nosotros, y lo que somos capaces de hacer con ella. Hace miles de años, una piedra tallada a mano podía ser un arma mortal, pero jamás pudo ser un arma de destrucción masiva. No estamos en la misma situación, todos valoramos los avances tecnológicos y nos sorprendemos de nuestro ingenio como especie, y al mismo tiempo comprendemos que éste no es un camino sencillo, sin sobresaltos, destinado a ganar si, o si. Empezamos a intuir que un error en falso nos puede llevar nuevamente a las cavernas.
fantastico espacio dentro de la otra mirada todo un lujo