Has elegido rechazar las cookies basadas en consentimiento que utilizamos principalmente para gestionar la publicidad. En adelante, para acceder a nuestra web tienes que elegir alguna de las siguientes opciones.
Premium
3,99 €/mes o 39,90 €/año
Sin publicidad y mucho más
Plus
Por 9,99 €/mes
Contenido exclusivo y sin publicidad
Si has cambiado de idea, puedes aceptar las cookies y continuar usando iVoox de forma gratuita.
Con tu consentimiento, nosotros y nuestros 813 socios usamos cookies o tecnologÃas similares para almacenar, acceder y procesar datos personales, como tus visitas a esta página web, las direcciones IP y los identificadores de cookies. Algunos socios no te piden consentimiento para procesar tus datos y se amparan en su legÃtimo interés comercial. Puedes retirar tu consentimiento u oponerte al procesamiento de datos según el interés legÃtimo en cualquier momento haciendo clic en ''Obtener más información'' o en la polÃtica de privacidad de esta página web.
Nosotros y nuestros socios hacemos el siguiente tratamiento de datos:
Almacenamiento y acceso a información de geolocalización con propósitos de publicidad dirigida, Almacenamiento y acceso a información de geolocalización para realizar estudios de mercado, Almacenar la información en un dispositivo y/o acceder a ella , Datos de localización geográfica precisa e identificación mediante análisis de dispositivos , Publicidad y contenido personalizados, medición de publicidad y contenido, investigación de audiencia y desarrollo de servicios , Uso de cookies técnicas o de preferencias.
Comentarios
un buen relato y muy cierto en los tiempos que se preparan
Es la Tercera ves que Escucho este relato megusta ????
Excelente relato JMT, estuve ausente unos meses, retomaré de nuevo tus relatos. Saludos desde Perú.
Impresionante. Muy bien escrito y contado.
Este relato deberÃa escucharlo más de un jefecillo de esos que creen que van a heredar la empresa, a ver si asà a alguno se le bajan los humos.
Con lo buenas que están las milojas de chocolate. Nada que ver con los roscones.
Estupendo y terrible cuento. Enhorabuena, Marcelo. Un abrazo fuerte, Jota.
Rosco de reyes. Asà es como yo lo conozco por aquÃ, por el sur. Mis reyes has sido unas zapatillas de andar por casa y una camisa. No está mal para no haber pedido nada. Que ilusión.
Al leer a nuestra amiga lo de que "el silencio no es mal regalo" he recordado aquel dicho que tanto me ha gustado siempre y que dice que "uno es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras". Me encanta.
Estoy deseando que pase esta noche para ver lo que me han traÃdo los "Reyes Magos". En Argentina y México ¿también tenéis esta costumbre o estáis más con el Papa Noel. Buena suerte.