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Comentarios
¡Feliz Semana del Orgullo! Nunca he entendido cómo es posible que gente que se considera demócrata, no admita que todas las personas tenemos que tener los mismos derechos, independientemente de cualquier aspecto que nos haga distintos a unos de otros. ¡Si hasta lo dice la propia Constitución! No sé de dónde ha salido el miedo o la reticencia de quienes se sienten empujados a negar a otras personas los mismos derechos y libertades que ellos disfrutan. Porque el hecho de que quienes hasta hace poco no tenían acceso a ciertos derechos lo hayan conseguido por fin, recientemente, no implica que esas personas a las que me he referido antes pierdan ninguno de sus derechos. No se trata de quitárselos a ellos para dárselos a otros, se trata de que todos tengamos acceso a los mismos derechos. Hace quince años me sentí muy orgulloso de que mi país reconociera el derecho al matrimonio igualitario, y hube de ver a ciertos colectivos, principalmente el religioso, tratando de apropiarse en exclusiva de lo que es el matrimonio y de lo que significa. Precisamente un colectivo que impone el celibato a sus trabajadores. Posiblemente será el colectivo que peor pueda explicar lo que es en realidad un matrimonio. Y yo he crecido educado bajo los mandatos de ese colectivo, que siempre ha presumido de ser compasivo con los demás, y de tratar al prójimo como se trata a uno mismo. Al final, desde sus altas esferas, se promovía mucho más la exclusión que la inclusión, y se demostró una nula empatía hacia el prójimo, amén de una ceguera total en la presencia de la diversidad sexual entre sus propios miembros. Pero bueno, eso no era nuevo, también ignoraban la sexualidad “normativa” (perdón por usar esta palabra, personalmente no considero la heterosexualidad como la norma de nada, pese a ser así como se ha vivido en este país durante siglos). En resumen, que olé por vosotros, que ojalá no se tuviese que celebrar una Semana del Orgullo porque la diversidad sexual fuese algo visto con las misma cotidianidad con que hoy en día se ve un móvil en la mano de la gente. Enhorabuena por un programa estupendo esta semana, un abrazo para todos los que han participado en él, abrazo simbólico que quiero hacer extensible a toda la sociedad española, incluso a su parte homófoba, para que poco a poco vaya calando esa igualdad que todos merecemos, sin menoscabo de nuestra personalidad o nuestras circunstancias. De nuevo me siento muy orgulloso de ayudaros a hacer esto posible. Un besazo a Celia y Julián.