Si fuese mejor en marketing fotográfico seguramente habría llamado este episodio de El Café del Fotógrafo algo así como «Encuentra inspiración para tus fotos» o «Apasiónate de nuevo con la fotografía». Pero la realidad es que todos y todas sufrimos lo que popularmente entendemos como bajones, en ocasiones en nuestra vida diaria y en otras directamente en nuestra vertiente fotográfica. En cualquier caso hay luz, nunca mejor dicho, al final del tunel, así que hoy os hablaré de lo que me viene bien hacer cuando tengo esos bajones motivacionales a nivel fotográfico, que sí, que también los tengo.
https://youtu.be/ac_2R9FO3mI Tener claro que son comunes Así es, a todos los fotógrafos y fotógrafas que conozco les ha pasado en algún momento el hecho de tener esos bajones. Bien por cansancio, por aburrimiento, por falta de inspiración o por lo que sea, pero todos pasamos por ello.
No conozco a todos los fotógrafos y fotógrafas del planeta, pero con todas las personas que se dedican profesionalmente o tienen aficiones relacionadas con la creatividad, pasan por momentos en los que tienen esos bajones.
Personalmente pasé por uno de estos bajones unos meses antes de empezar con el podcast. Y precisamente fue en un momento en el que más fotos estaba haciendo cada día. Ahora os cuento más.
La buena noticia, también son comunes los «subidones» Sí, también a todo el mundo a quién le he preguntado o con quién mantengo una relación más o menos continuada, además de esos bajones, también tienen momentos álgidos, momentos en los que disfrutan de verdad de lo que están haciendo y que parece que les falta el tiempo para poder crear todo aquello que quieren.
Son momentos en los que parece que todas las ideas que vienen a la mente son brillantes, que no hay mundo suficiente para hacer tantas fotos como queremos.
Pero siguiendo con la parte menos bonita de la historia… vamos a seguir hablando de los bajones fotográficos.
Ver de dónde nos vienen Es importante identificar de dónde nos viene o qué nos está provocando ese bajón o esa falta de motivación.
En algunas ocasiones es nuestra vida diaria, nuestro ritmo de trabajo o directamente algún problema personal que podamos tener.
Para ser creativos, sea en el mundo de la fotografía o en cualquier otro ambiente creativo, necesitamos estar muy bien. No es algo mecánico que podamos repetir sin pensar, sin sentir. Necesitamos estar motivados.
Como te contaba antes, hasta unos meses antes de empezar con el podcast y los cursos online de fotografía, me encontraba en una situación así, de bajón fotográfico. Y precisamente era una de las épocas de mi vida en la que más fotos hacía.
Y porqué digo que estaba de bajón? Simplemente porque sólo hacía fotos por trabajo, fotos muy mecánicas que no me suponían ningún reto ni a nivel creativo ni a nivel técnico. Casi casi ni consideraba que estuviese haciendo fotos, simplemente, era trabajo.
Así iba día tras día, salía a primera hora para hacer fotos, conducía kilómetros y kilómetros de un lado a otro para cubrir los encargos y al volver a casa dejaba la cámara a un lado hasta repetir al día siguiente.
Me sorprendió mucho cuando era estudiante de fotografía y uno de los profesores, Juanjo, nos comentaba que había dejado su trabajo de fotoperiodista para dedicarse exclusivamente a la formación porque al llegar a casa lo único que quería era dejar la cámara a un lado y olvidarse de hacer fotos.
En ese momento para mi, pasarme el día cámara en mano haciendo fotos y además cobrar por eso era como un sueño. Pero como todos los sueños, era una profesión idealizada. Al meterme en el mundillo del fotoperiodismo, entendí porqué podía quemar tanto esa profesión.
Entonces lo importante es ver qué es lo que nos está provocando ese bajón, esa falta de ganas, esa desconexión con la fotografía.
Una vez que lo tengamos detectado, llega el momento de actuar para que las cosas no sigan igual.
Intentar cambiar lo que nos provoca ese bajón Así es, como dice Emilio Duró, si comes cebolla cagas cebolla, y si sigues comiendo cebolla… pues eso.
Si podemos detectar que algo no está bien en nuestra vida, lo lógico es hacer algo para cambiarlo. Pero hay muchos condicionantes que influyen sobre esas decisiones y hacen que esos cambios sean difíciles o por lo menos supongan decisiones duras.
Pero si nos vemos capaces y tenemos margen de maniobra, lo mejor que podemos hacer es encaminarnos hacia ese cambio que nos permita reconectar con la fotografía.
En mi caso, ese cambio supuso renunciar a una gran cantidad de trabajo a cambio de seguir en conexión con el motivo por el que tomé la decisión de dedicarme a la fotografía, de vivir por la fotografía.
Me di cuenta que llevaba un año sin hacer una sola foto para mi, mi carpeta de «fotos personales» de ese año estaba vacía. Hablé con el cliente que me ofrecía ese trabajo y le dije que no quería seguir con ese ritmo, me estaba perjudicando en mi vida privada y también en mi vida laboral.
Recuperé las clases presenciales y puse en marcha el proyecto del podcast, los cursos online y el canal de Youtube como forma de reconectar con mi pasión y poder compartirla con vosotros.
Vuelve a despertar al gusanillo Hay muchísimos artículos escritos acerca de cómo encontrar inspiración, motivación y todas estas cosas. Pero la cuestión básica es la de siempre, busca qué es lo que te pica, que es lo que hace que algo se despierte dentro de ti.
Seguramente estarás pensando que es muy fácil decirlo, pero que es más difícil hacerlo. Que no tienes ganas de coger la cámara y salir a hacer fotos.
Bueno… hazlo sin ganas.
Sabes que es algo que te gusta, que te ha hecho disfrutar mucho, que te ha aportado experiencias muy positivas, que te ha permitido conocer a personas interesantísimas. Aunque ahora mismo no te las aporte o te de pereza dar el primer paso, no te sientas motivado o motivada, da igual, hazlo por obligación.
Quizás te obligues la primera vez, la segunda, incluso la tercera. Pero seguro que en alguna de esas veces en las que lo hagas de forma obligada, conseguirá reconectar con esas experiencias positivas, con esas sensaciones que tan bien te hacían sentir y que tanto te engancharon a la fotografía.
Entonces llegará el momento en el que lo harás con ganas.
¿Qué puedes hacer para despertar el gusanillo? Ver muchas fotos que te gusten
Leer temas que te interesen
Ver documentales, series y pelis sobre temas que querrías fotografiar
Buscar en tu interior qué te apasiona
Buscar en tu interior qué cosas no puedes tolerar
Únete a algún grupo fotográfico (o por lo menos busca dos o tres amigos con los que ir a hacer fotos)
Asiste a alguna charla o taller
Sigue algún curso de fotografía presencial
Realiza algún curso de fotografía online
Revisa tu archivo fotográfico
Imprime algunas fotos que ya tengas hechas
Intenta imitar alguna foto que te guste
HAZ TODO LO QUE ESTÉ EN TU MANO PARA SENTIRTE BIEN
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