Ocurrió en Argentina, entre finales de los 60 y aquella convulsa década de los 70 que, mediado su ecuador, iba a derivar en la sangrienta dictadura de Jorge Rafael Videla. En medio de aquellas turbulencias, en aquellos años, de los que estos días tanto se habla por coincidir con la forja balompédica de Diego Armando Maradona, un puñado de músicos argentinos consiguieron crear la belleza absoluta, en forma de léxicos musicales que, partiendo del Jazz, se adentraban en otros apasionantes terrenos, dejándose llevar por los numerosos estímulos de una época fértil en sonidos y oportunidades.
El pasado viernes , desde el Aperitivo del Ritual, echábamos un vistazo y, sobre todo, unas escuchas a algunas de esas luminarias que, de manera tan hábil, personal, loca a veces, genial casi siempre, supieron huir de la miseria moral circundante combinando sonidos, ideas y rudimentos al servicio de una música que, como escucharán, es irrepetible.
Para ello, se contó a alguien a quien echábamos ya mucho de menos desde su última visita, hace ya unas cuantas temporadas, al Golden Studio de Ràdio Ciutat Vella: Verdadero digger musical y conseguidor de discos de enjundia, Joaquín Hernández.
Más madera en: http://valleustedasaber.blogspot.com/
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PLAYLIST: 1. SANATA Y CLARIFICACIÓN / RODOLFO ALCHOURRÓN: No divaguen 2. SPINETTA JADE: Amenábar 3. ÓSCAR TABERNISO: Caliente en mi menor 4. DINO SALUZZI: Tata Sarapura 5. KARLHEINZ MIKLIN: Chakarera Lydia 6. JORGE LÓPEZ RUIZ: Puntos de partida 7. MESTIZO: Para mis hermanos 8. RAÍCES: Esto es candombé 9. AGUSTÍN PEREYRA LUCENA: Niña no divagues