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Comentarios
Ningún científico habla de "la nada" antes del Big Bang, simplemente se asume que en los instantes previos a la gran expansión toda la materia y energía del universo estaban concentradas en un único punto (la singularidad de la que hablaba Pau). Es imposible saber lo que había antes de ese momento ya que no quedan evidencias a nuestro alcance. Está demostrado que este es el origen del universo que conocemos y datado con gran precisión: 13.800 M.A. (no año arriba año abajo como dicen el podcast, por favor). Del mismo modo, una de las teorías sobre cuál podría ser el final del universo es el Big Crunch: una gran implosión de toda la materia y energía del universo que en algún momento dejaría de expandirse para volver a atraerse en un único punto debido a la fuerza de la gravedad, provocaría una nueva singularidad. Si bien no es la teoría con mayor respaldo científico, no es descartable y personalmente creo que tiene mucho sentido, ya que podría dar explicación a una serie de ciclos Big Bang-Big Crunch donde este proceso se repetiría de manera infinita sin que hubiese un principio ni un final. Esto significa que habría un universo anterior o futuro donde también existe el planeta Tierra, la especie humana y donde Radiociencia es un podcast con rigor científico en vez de el chiste que conocemos en este universo.
Claude Debussy e Isao Tomita están revolviéndose en sus respectivas tumbas debido al tajo que le han metido al Arabesque que usan de intro en el segundo 21.
Surgir de la nada?
Tal vez mi experiencia os sirva como ejemplo para lo que planteabais de si la tradición judeocristiana podría influir en nuestra dificultad para entender el concepto de la nada. Trataré de sintetizar, a ver, yo desde muy niño era muy preguntón con estos temas. Con seis años aprox ya quería entender lo del sol, las estrellas, las galaxias, las distancias, el de dónde venimos, etc. Mi padre, aun habiendo sido educado católico, nunca recurrió a esas explicaciones, él siempre ha sido muy leído y directamente me explicaba. Recuerdo un gran momento de revelación sobre aquella tierna edad cuando, al tratar de entender el concepto del tiempo, él cogió directamente el libro Cosmos de Sagan y me enseño la figura del teseracto, me leyó el capítulo y me explicó un poco y yo en aquel momento comprendí algo así como que el tiempo podía ser una dimensión adicional a las tres espaciales que va en ángulos rectos en todas direcciones. Por ello, el teseracto era un cubo de 4D proyectado en 3D pero constituía un ejemplo perfecto de lo que somos nosotros en el presente: tal vez un estado en un punto dado de una figura que, en realidad, fluctúa espacialmente en otros planos pero solo percibe esa fluctuación como pasado, presente y futuro. Pues bien, esta explicación viene a cuento de que, si yo con seis o siete años tenía a mi alcance explicaciones de este nivel y, no fue hasta más tarde que empecé a ir a catequesis para la primera comunión para cumplir con normas sociales etc, y no me habían explicado desde el inicio el mundo como algo hecho por Dios sino como algo que podía haber estado allí siempre o no (la gran expansión era solo una posibilidad teórica que no había ganado tanta repercusión todavía hace treintaitantos años), teóricamente yo podría haber crecido tan panchamente con la facilidad de entender el concepto de la nada…, y qué va. Siempre ha sido una de las nociones que más me ha costado comprender, ese límite en el cual parece que todos los sistemas colapsan y que empiezo a dar vueltas en círculo. Creo que moriré sin llegar a entender cómo es posible que en algún punto no haya existido, literalmente, nada. Por cierto, gracias, papá, por haberme enseñado todas esas cosas de niño y haberme alentado a querer entender esas incógnitas siempre a través de lo único que puede acercarnos más a las respuestas: la ciencia.
me parece que este tema se os ha quedado muy grande y con un batiburrillo de ideas considerable que poco tienen que ver con el propio tema planteado. por cierto Hawking murió en 2018.