El Tercer Planeta Nº 272 - Si y no y tal vez. (07/10/2016)

Si nos pesamos en una balanza la aguja marcará una magnitud dada determinada por la intensidad del campo gravitatorio de la Tierra en el lugar donde hagamos la prueba: más allá de la dieta que iniciemos para el próximo verano, la Mecánica Clásica domina nuestro escenario de tejido adiposo. Las máquinas se mueven en un mundo dominado por nuestras costumbres y pareceres, las controlamos, las ajustamos, las reparamos y hacen exactamente el trabajo para el que fueron construidas, en este caso, pesarnos. Si nos vamos al comportamiento de cosas muy pero muy pequeñas, las cosas cambian. Tomemos una manzana. Si la cortamos a la mitad, tendremos dos medias manzanas, tomando una de ellas y cortándola de nuevo tendremos trozos de manzanas cada vez más pequeños. Si tuviésemos un cuchillo ideal y super filoso y siguiésemos cortando y cortando la manzana sin cesar, qué ocurriría? Bueno, efectuando unos 90 cortes llegaríamos a un átomo por ejemplo de carbono y ya no sería más una manzana. Se ha convertido en otra cosa. Y ese átomo tiene propiedades y características nuevas. Ya no lo puede estudiar un Botánico porque no estamos en presencia de un fruto. Estamos en el campo de la Física Atómica. Y si queremos ahora saber sobre el comportamiento, estructura y propiedades de este nuevo cuerpo llamado átomo, debemos recurrir a la Mecánica Cuántica que es una teoría que apareció poco después de la Relatividad de Einstein y quien le trajo no pocos dolores de cabeza. Es que la Mecánica Cuántica se caracteriza por la incertidumbre. La Naturaleza no nos deja saber todo a la vez. Si calculamos una parte de algo debemos dejar al azar la otra parte y viceversa. Un modelo así hecho de incertidumbres parecería no funcionar en el Universo, sin embargo los experimentos actuales demuestran que la precisión entre la teoría y la comprobación experimental alcanza el 99.995 % en todos los casos, muestra cabal que la interpretación del Universo por parte de la Mecánica Cuántica es una ferviente que refleja la realidad casi en forma exacta.
Así que la próxima vez que nos subamos a una balanza podremos tener la esperanza de que tal vez el peso que nos marque sea falso, o cierto, o ambas cosas a la vez!.
Por: Julio A. Guerrieri
Bienvenidos al 272º programa de EL TERCER PLANETA.
Y gracias por estar.