Las leyes de la Naturaleza, y por ende del Universo, se formaron en el mismo momento en el que nació el tiempo y el espacio, hace 13875 millones de años. Esas leyes, unas pocas y básicas, sirvieron para dar origen a todo lo que conocemos. A través de ellas, todo el esfuerzo del intelecto humano se puso de manifiesto para tratar de entenderlas y comprenderlas. Todo este cúmulo de conocimiento que se fue generando a lo largo de los siglos desde civilizaciones como la antigua Jonia y Grecia, y antiquísimas bibliotecas como las de Pérgamo, Celso, Constantinopla, Asurbanipal, Ugarit y Alejandría; sumado a la experimentación científica del XVII; más todo el conocimiento científico mundial a partir de la Revolución Industrial hasta la fecha, a todo esta forma de pensar y de vivir dada por la suma de los trabajos, pensamientos é ideas de los investigadores, lo llamamos CIENCIA. Una de estas ideas científicas es la Evolución por Selección Natural de la Especies, quizá la más bella teoría científica del intelecto humano. La Teoría nos habla de la vida, nos describe cómo los seres vivos se adaptan para sobrevivir y reproducirse en distintos medioambientes, de la lucha por la competencia del hábitat y los alimentos. Desde el comportamiento de una bacteria hasta las costumbres de los Dinosaurios pueden ser interpretados a través de la Selección Natural. Pero podemos seguir realizando preguntas. La Teoría de la Evolución no explica el origen de la vida, ni tampoco si es autóctona ó vino del espacio exterior. Para ello se recurre a otras ramas de la Ciencia. La Biología es el estudio de los seres vivos sobre el planeta Tierra. Pero la Ciencia es interdisciplinaria y entonces nos podemos preguntar si en otro lugar del Universo pudieron desarrollarse formas de vida como en nuestro planeta. Esta moderna rama científica se llama Astrobiología. A la luz de los últimos descubrimientos como exoplanetas gaseosos, supertierras, lunas heladas con mares congelados y lagos de hidrocarburos, planetas enanos con hielo de agua y planetas con afluentes de agua líquida, nos hace pensar que la tarea del Astrobiólogo es sumamente importante en el concierto científico mundial actual, porque es el protagonista a la hora de la legendaria búsqueda de al menos una bacteria fuera del planeta azul. Y cuando ese día llegue, todos juntos podremos gritar ¡Eureka! y la vida del Homo Sapiens ya no será la misma.
Por: Julio A. Guerrieri
Bienvenidos al 233º programa de EL TERCER PLANETA.
Y gracias por estar.
__________________________________________
Misterios de la Ciencia no tiene relación comercial ni contraprestación monetaria de ningún tipo con la producción, realización ni comercialización del programa. El único motivo que nos lleva a incluir estos programas en esta web, es facilitar el acceso y conocimiento de la labor divulgativa de Julio A. Guerrieri y Sergio O. Rubinetti en "El Tercer Planeta", y promover el debate sobre las materias científicas y su divulgación.
Comentarios