SIGO DE PIE: Resiliencia y nuestra infinita capacidad de levantarnos.
-Mientras hay vida, hay esperanza-
Es cierto que la situación actual, desde el entorno personal, familiar y social se ha tornado complicada, ríspida, muy exigente. Los retos y obstáculos por superar, parecieran de pronto superarnos y eso nos ha llevado, al menos en su gran mayoría: a sentarnos en un rincón a lloriquear y quejarnos de todo y de todos, o de plano a salir y despotricar a “gritos y sombrerazos” contra todo y contra todos.
Pero ni la pasividad que duele, ni la agresividad que lastima, nos van a conducir a paso ligero y sin padecer, a lo que deseamos como individuos y como sociedad. Es entonces que surge la idea de hablar brevemente de un concepto adoptado por la psicología moderna y que se refiere a la afirmación, a tener la certeza de lo que se quiere y utilizar las herramientas adecuadas para conseguirlo y defender su postura y sus derechos, sabedor, consciente y respetuoso de los derechos, expectativas y deseos de los demás.
Hablamos de ser asertivos. Le planteo una situación clásica para entendernos mejor: usted está en un restaurante y se encuentra con que su vaso está sucio, ya ha sido usado. Entonces usted podría: armarles un “pancho” y gritarle al mesero que jamás va a volver a ir a ese lugar; o bien podría quedarse callado, por pena, porque usted es “hombre de paz” y usar el vaso sucio aunque eso le cause disgusto, o también podría pedirle al mesero le cambie el vaso por favor, explicándole que está sucio.
Un mismo hecho tres respuestas distintas y sin duda diferentes resultados. Esta actitud de vida, se produce cuando nos enfocamos más en solucionar situaciones que en repartir culpas y castigos; ser asertivos nos transforma de jueces implacables o víctimas eternas a protagonistas de nuestra realidad.
Busquemos ese equilibrio en nuestra actitud ante la vida, ante nuestro entorno familiar, laboral, social y personal, que nos garantice un desarrollo y el alcance pleno de la realidad que queremos, que soñamos, sin ser por un lado justicieros con la espada desenvainada que a todo le pegan y a nada le atinan, pero sin esconder la cabeza, porque también la resignación se convierte en un suicidio cotidiano.
Mi invitado: Fernando Díaz de Sandi
Conduce: Psic. Mónica Gudiño Cabrera
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