6. ¿Qué es el Cristo?
1. Cristo es el Hijo de Dios tal como Él lo creó. 2 Cristo es el Ser que compartimos y que nos une a unos
con otros, y también con Dios. 3 Es el Pensamiento que todavía mora en la Mente que es Su Fuente. 4 No
ha abandonado Su santo hogar ni ha perdido la inocencia en la que fue creado. 5 Mora inmutable para
siempre en la Mente de Dios.
2. Cristo es el eslabón que te mantiene unido a Dios, y la garantía de que la separación no es más que
una ilusión de desesperanza, pues toda esperanza morará por siempre en Él. 2 Tu mente es parte de la
Suya, y Ésta de la tuya. 3 Él es la parte en la que se encuentra la Respuesta de Dios, y en la que ya se
han tomado todas las decisiones y a los sueños les ha llegado su fin. 4 Nada que los ojos del cuerpo
puedan percibir lo afecta en absoluto. 5 Pues aunque Su Padre depositó en Él los medios para tu
salvación, Él sigue siendo, no obstante, el Ser que, al igual que Su Padre, no conoce el pecado.
3. Al ser el hogar del Espíritu Santo y sentirse a gusto únicamente en Dios, Cristo permanece en paz en
el Cielo de tu mente santa. 2 Él es la única parte de ti que en verdad es real. 3 Lo demás son sueños.
4 Mas éstos se le entregarán a Cristo, para que se desvanezcan ante Su gloria y pueda por fin serte
revelado tu santo Ser, el Cristo.
4. El Espíritu Santo se extiende desde el Cristo en ti hasta todos tus sueños, y los invita a venir hasta Él
para que puedan ser transformados en la verdad. 2 Él los intercambiará por el sueño final que Dios
dispuso fuese el fin de todos los sueños. 3 Pues cuando el perdón descanse sobre el mundo y cada, uno
de los Hijos de Dios goce de paz, ¿qué podría mantener las cosas separadas cuando lo único que se
puede ver es la faz de Cristo?
5. ¿Y por cuánto tiempo habrá de verse esta santa faz, cuando no es más que el símbolo de que el
período de aprendizaje ya ha concluido y de que el objetivo de la Expiación por fin se ha alcan zado?
2 Tratemos, por lo tanto, de encontrar la faz de Cristo y de no buscar nada más. 3 Al contemplar Su gloria,
sabremos que no tenemos necesidad de aprender nada, ni de percepción, ni de tiempo, ni de ninguna
otra cosa excepto del santo Ser, el Cristo que Dios creó como Su Hijo.
LECCIÓN 274
Este día le pertenece al Amor. Hoy no tendré miedo de nada.
1. Padre, hoy quiero dejar que todas las cosas sean como Tú las creaste y ofrecerle a Tu Hijo el honor
que se merece por su impecabilidad; el amor de un hermano hacia su hermano y Amigo. 2 De ese modo
soy redimido. 3 Y del mismo modo, la verdad pasará a ocupar el lugar que antes ocupaban las ilusiones,
la luz reemplazará toda oscuridad y Tu Hijo sabrá que él es tal como Tú lo creaste.
2. Hoy nos llega una bendición especial de Aquel que es nuestro Padre. 2 Dedícale a Él este día, y no
tendrás miedo de nada hoy, pues el día habrá sido consagrado al Amor.
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