EL SABUESO H.P.Lovecraft (audio relato en ESPAÑOL)

En mis torturados oído resuenan incesantemente un chirrido y una leche de pesadilla y un breve la adherido lejano como el de un gigantesco sabueso no es un sueño y temo que ni siquiera sea locura ya que son muchas las cosas que me han pedido para que pueda permitirme ese es misericordioso dudas saint john es un cadáver destrozado únicamente yo por qué la índole de mi conocimiento es tal que estoy a punto de saltarme la etapa de los sesos por miedo a ser destrozado del mismo modo en los oscuros e interminables pasillos de la horrible fantasía vagabundear némesis la diosa de la venganza negra y forme que me conducen y que la arme a mí mismo que perdone el cielo la locura y la morbosidad que trajeron sobre nosotros tan monstruosa suerte hartos ya con los tópicos de un mundo prosaico donde incluso los placeres del romance y de la aventura pierden rápidamente su atractivo saint john y yo habíamos seguido con entusiasmo todos los movimientos estéticos e intelectuales que prometían terminar con nuestro insoportable aburrimiento los enigmas de los símbolos listas y los éxtasis de los rafael listas fueron nuestros en su época pero cada nueva moda quedaba vacía demasiado pronto de su atrayente novedad nos apoyamos en la sombrilla filosofía de los decadentes y a ella nos dedicamos aumentando paulatinamente la profundidad del diabólico de nuestras penetraciones poder elegir no tardaron en hacerse pesados hasta que finalmente no queda ante nosotros más camino que el de los estímulos directos provocados por anormales experiencias y aventuras personales aquella espantoso necesidad de emociones nos condujo eventualmente por el detestable sendero e incluso mi actual estado de desesperación mencionó con vergüenza y timidez en los dioses sendero de los saqueadores de tumbas no puedo revelar los detalles de nuestras impresionantes expediciones mi catalogar siquiera en parte el valor de los trofeos que adornaban el anónimo museo que preparamos el enorme casa donde vivíamos en john y yo solos y sin criados nuestro museo un lugar sacrílego increíble donde con el gusto satánico de neuróticos diletante habíamos reunir un universo de terror y de postre facción para excitar nuestras viciosa sensibilidades una estancia secreta subterránea vende unos enormes de modo salados esculpido es en base al tuyo nice vomitaba por sus bocas abiertas una extraña luz verdosa naranjada en tanto que puedas tuberías ocultas hacían llegar hasta nosotros los olores que nuestro estado de ánimo apetecía a veces el aroma de palitos libres fúnebres a veces el narcotráfico incienso de unos funerales en un imaginario templo oriental y a veces como me estremezco al recordarlo la espantosa ft una tumba descubierta alrededor de las paredes de aquella repulsivo estancia había féretros de antiguas momias alternando con hermosos cadáveres que ha tenido una apariencia de vida perfectamente embalsamado poner el arte del moderno taxidermia vista y con lápidas mortuoria arrancadas de los cementerios más antiguos del mundo y allá unas horas citas contenían grandes de todas las formas y cabezas conservadas en diversas fases de descomposición allí podrían encontrarse las podridas y calvas coronilla de famosos nobles y las tierras cabecitas doradas de niños recién enterrados había y estatuas y cuadros todos de temas perversos de algunos realizados poseen john y por mi mismo portafolio cerrado el cuadrado con piel humana curtida contenía ciertos dibujos atribuidos a goya y que la artista no se había atrevido a publicar había allí nauseabundos instrumentos musicales de cuerda de metal y de viento en los cuales sin johnny yo producíamos a veces disonancias de exquisita morbosidad y diabólica liquidez y en una multitud de armas y destacado va reposaba la más increíble colección de objetos sepulcral es nunca reunidos por la locura y perversión humanas acercar a esa colección de guardar una especial silencio afortunadamente tuve el valor de destruirla mucho antes de pensar en destruirme a mí mismo las expediciones en el curso de las cuales recogíamos nuestros los tesoros eran siempre memorables acontecimientos desde el punto de vista artístico no éramos vulgares