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Comentarios
Precisa e interesante precisión histórica sobre las diferencias de fondo entre la mayoría de la comunidad de los creyentes(sunitas)y la minoría(chiitas).
Muy buena la música del primer corte, (mentiroso de OBUS).
Don Antonio: no ha dicho usted lo contrario, pero preciso que en el Islam sólo los sunníes atribuyen valor jurídico al consenso (de los juristas) como fuente de legislación. Los chiíes consideran que el consenso a propósito de cualquier cuestión carece de valor si no coincide con la doctrina del Corán, luego de Mahoma, y en tercer lugar de su hija Fátima y de los doce Imam sucesivos (no simultáneos), lo que es lo mismo que decir que no aceptan el consenso sino la lealtad a la Verdad revelada, hablando en términos emic. Se puede ver ahí fanatismo, pero componendas, corrupción y traición a la verdad no. (No en el principio, en la realidad histórica evidentemente sí, de manera creciente). Es decir que el consenso no fue un arreglo político para acabar con la disensión entre sunníes y chiíes, sino que el consenso islámico, como a la muerte de Franco, fue una mentira de la oligarquía de La Meca y luego Damasco —los Omeyas— llamada sunnismo (as-Sunna wa-l-?am??a «la Tradición y la Comunidad», siendo esa palabra «comunidad» de la misma raíz que la palabra «consenso», en árabe i?m??), consenso y falsedad al que los Imanes —entonces vivos— y sus partidarios, los chiíes, no se sumaron. Durante los primeros tiempos del islam, los chiíes fueron perseguidos y aunque después llegó a haber reinos fundados sobre un discurso chií, aún hoy sigue teniendo un carácter marginal y de reivindicación de la justicia frente a la corrupción mucho más acusado que entre los sunníes. Quizá conozca usted esto, pero en honor a la verdad y por el interés del paralelismo histórico, que parece reforzar su concepción del consenso en la política, lo cuento.
No. Es un defecto mío de conexión. Solucionado
Defectos técnicos y cortes en el audio. ¿Os sucede a los oyentes?
Magnífica la Heroica en la segunda pausa -sobre todo comparando con la estridencia de la primera-, pero lamentable y desoladora la idea del sr. García-Trevijano al comparar las consecuencias del Nazismo -habla de sus "crímenes", lo que justificaría eventualmente avergonzarse de ser alemán y la implementación de la expresión "Verfassungspatriotismus"- y las del Franquismo, que para don Antonio son bien distintas, pues por lo visto abrió un período no democrático en absoluto pero de extraordinaria placidez vital, sin crímenes, donde por ende no cabe avergonzarse de hablar de la nación de "España" ni del patriotismo español aunque Franco lo hiciera.
Hay un lapsus desde el corresponsal en Múnich, don Armando. Es un 47%, no un 67%, lo que aglutina Merkel si sumamos los votos de los tres partidos de la derecha alemana, frente a un 39% del SPD y los Verdes. Sumar a La Izquierda (un 7%) seria empatar a la derecha, pero el SPD está más cerca de Merkel que de Die Linke.