#REDUCCIONISMO
#Editorial Radio #Latacunga AM y FM #Cotopaxi, 2019-09-18 @stereolat
El 12 de febrero empezará una nueva tanda del curso on line Ciencia y Fe, ofrecida por la Facultad de Teología de Cataluña, bajo el patrocinio del Pontificio Consejo para la Cultura.
Persiste el reduccionismo, que floreció en los siglos XVIII y XIX; que me afirma que la ciencia es el único método para conocer la realidad.
Esta reducción es una de las expresiones del materialismo: lo espiritual no existe; los humanos seríamos solo un conjunto químico. El desarrollo de la ciencia demostraría que Dios no existe. No habiendo Dios, no hay necesidad de creer en quien no existe. Las realidades espirituales, como la fe, no existirían; serían sustituidas o suprimidas por los avances de la ciencia: la ciencia contra la fe.
Los que reducen las fuentes de conocimiento a la sola ciencia no tienen en cuenta dos exigencias. Una de razón teórica: los mismos científicos entienden que muchas cosas están sin explicar. Otra, de razón práctica: la prudencia guía a confiar en algunas personas y a desconfiar de otras. Estas dos exigencias son un indicio de que la ciencia física, siendo como es el gran medio que nos lleva a conocer la realidad, no es el único.
El campo de la ciencia es el de los sentidos, el experimental, el cuantificable. Hay realidades que trascienden los sentidos, realidades que no son cuantificables; hay realidades que la ciencia no puede explicar.
Expreso lo mismo con realidades que deben ser explicadas y que la ciencia física no puede: ¿cuál es científicamente el sentido del universo, cuál es ese sentido más cercano a nosotros, el sentido de la vida?
¿Qué había antes del big bang? Los científicos señalan la evolución, la selección natural de las especies, descubierta por Darwin. Científicos posteriores afirman que la evolución es mucho más complicada que la que Darwin descubrió; afirman que hay otras fuerzas en la evolución, como el genoma, los genes regulados por componentes no genéticos.
El realismo creativo exige reconocer que falta mucho por aprender en biología. En consecuencia, hay que permanecer abiertos a nuevos descubrimientos en el campo científico. Se pueden eludir las exigencias de la ciencia, algunos las están eludiendo, en paraciencias materialistas, o en espiritualidades difusas. Tengamos en cuenta que estas formas de evasión coinciden en confundir libertad con egoísmo y con encerramiento en el hoy y en el aquí.
Una concreción de estos elementos es la espiritualidad “new age”, con la creciente evasión del compromiso.
La evasión no es el final del camino; pues también crece el anhelo de trascendencia, de sentido de la vida. Cristo con su resurrección venció el egoísmo, el aislamiento, la muerte; y puso a la humanidad a recorrer el camino hacia la resurrección. El hombre camina, cayendo y levantándose, como Cristo hacia la resurrección. La fe cristiana no excluye la muerte; pero la muerte no es el final del camino. El hoy no es un sueño, es nuestro tiempo; es el tiempo, que con nuestro compromiso lo transformamos en mejor, dejando solo como apariencia el que cualquier tiempo pasado sea mejor. (O)
Comentarios