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Es un error considerar a los políticos como la cabeza de turco. La sociedad es entre la minoría dominante y la masa, y el contrato social es el que equilibra las fuerzas en favor de la minoría con una lógica de superveniencia basada en los objetos de poder y control. Todos los países que quisieron desarrollarse y lograr soberanía sobre sus recursos, como lo hicieron todas las potencias, fueron y son intervenidos, bloqueados o invadidos con operaciones militares o psicológicas, por lo cuál, los delegados caen en las redes del poder ante esa realidad abrumante negociando con el mal menor. Tanto la minoría dominante como los delegados, consideran a la masa como idiota, con una tolerancia sorprendente para adaptarse a cualquier porquería desde la ignorancia y la nesciencia. La educación formatea a los pastores, a los perros protectores y a los ganados, todos forman parte de la servidumbre, y una vez establecido su condición y sentido particular en el escalafón que le corresponde, se empodera sobre la percepción colectiva. La corrupción es mental, la figura del salvador hoy es promovida con la salvación tecnológica, y todos los proyectos de ingeniería social no están destinados a cambiar nada, sino de adaptar a las nuevas consciencias al statu quo con un lavado de cara. La evidencia clara en los productos tecnológicos es que son ofertados luego de establecer una necesidad, y se crea la ilusión de la demanda. No existe un estudio de repercuciones, de daños colaterales, y por supuesto, no existe un debate serio de aquello que se prepara en las sombras para implementarse en la sociedad, nadie pregunta que es lo que se necesita y como se soluciona en conscuencia para reoslver un grave problema, siempre se desvía la atención a la sofistificación con la esperada opinión de la población como un usuario o consumidor al cuál se la han otorgado el derecho del consumidor que se superponen al derecho humano. Una civilización inteligente no necesita de mucho para solucionar problemas, aquellos que necesitan de enormes prótesis solo demarcan su falta de capacidad escondiéndose en la complejidad. Nada es al azar respecto del poder de los medios de comunicación y las organizaciones no estatales, que muchas de ellas son un apéndice más del sistema de inteligencia para el direcionamiento con la ingeniería social. Lo que no se dice en los medios sobre la barabrie en el mundo es un acto miserable, cobarde, y deben ser considerados traidores de la raza humana. Toda la porquería se esconde en la praxis técnica y legal, con la cuál se lavan las culpas de la consciencia. La farsa ovni es la frutiila del postre para una nueva concepción religiosa en unión con la ciencia, es decir, crearán un ciberdios a imagen y semejanza desde el mito del big bang. Es insoportable ver que la mayoría cree que la realidad artificial del acero y el cemento, que es el medio de supervivencia en la naturaleza, presupone ser más naturaleza que desde donde se origina, y se creen que crean, cuando toman e imitan. El vacío de amor es la señla de la psicopatía, las defensas sensitivas ya no logran percibir los daños y se cambian por un buen relato que puede ser representado con ficción de catársis. Esta gran ficción mitológica ha llegado a su fin, la humanidad se divide en los que quieren seguir con el mito y a quellos que quiere vivir en la realidad, la quiere comunicarse y relacionarse en paz sin aceptar lo inaceptable.