Mi Camino de Santiago Vol.2, ruta guiada por Santiago de Compostela | 27

La melodías de dos mil veintiuno durante el oficio de las siete y media de la tarde en la catedral de santiago de compostela mientras sonaban órgano de la de mayor justo antes de que soltaran el voto un y el incienso recorriera toda la estancia marte puede esperar pierdo mi a la gran bienvenido al canal de moscas en donde nada es lo que parece saludos a todos os habla gema comunicadora viajera por vocación y el alter ego de escritora viajera desde el control técnico saluda como siempre en nuestro master mister y de fondo los acompaña la preciosa melodía del proyecto días y aquí estamos un día más en nuestra estación más marciana donde hemos estado emitiendo cada semana desde enero el canal de podcast marte puede esperar en el que vamos investigando sobre el mundo de los viajes que casi nunca son los de hacer turismo sino que ya sabes que analizamos las diferentes opciones de los viajes sostenibles y de proximidad viajes filosófico y culturales o incluso viajes espaciales ya sabes que ahora andamos inmersos en un viaje un poco más espiritual preparado a fuego lento desde las siete y media de la mañana del seis de agosto de dos mil diez un viaje completo intenso con sus antes durante y después aún haciendo fundamental en mi trayectoria vital santiago de compostela curiosamente una ciudad que empiece por primera vez el pasado sábado tres de julio de dos mil veintiuno y tras haber recorrido casi cien kilómetros a pie desde pontevedra para cumplir la promesa que un día le dice al santo como te contaba en el capítulo anterior el seis de la primera temporada en seis de agosto de dos mil diez tenía previsto conocer por primera vez la ciudad de compostela mis planes acabaron saliendo del todo como había planeado y acabe en el hospital de a coruña luchando mi propia batalla vital desde entonces me prometí que cuando saliera sana y salva de aquella prueba de fuego volvería para darle las gracias al santo y en este punto debo confesar te que mis cálculos del tiempo suelen ser absolutamente nefastos y lo que y luz a creía en un primer momento que serían aproximadamente unos quince días han acabado siendo diez más un años un paréntesis temporal durante el cual esta aventura galega que iba retrasando en el campo iba a poco a poco tomando forma en mi cabeza lo tenía todo planeado visualizado y además creían que también controlado para el final acabar llegando a la plaza de logrado iron tres de julio de dos mil veintiuno tras finalizar la última etapa de la variante espiritual del camino portugués con un llanto irreprimible bajo la luz del sol de aquella tarde gallega necesita unos minutos para recomponer me sentada en soledad en el suelo frente a la catedral