La transcripcion que aqui ponemos de texto a voz no se ha podido copiar bien pòr una proteccion que contiene el pdf original, pedimos disculpas por los fallos de sintetización. Al principio costara entender algunas palabras que estan semicortadas pero son seguidas, una vez escuchado un trozo bueno te texto os acostumbrais. Recordamos que pasamos los textos a voz para facilitar la comunicacion de informacion a los que no teneis tiempo de leer. No obstante aconsejamos que leais el pdf que encontrareis el el blog de vozypensamiento en la entrada:
El gran Montaje: Síndrome Tóxico, mentiras Iglesia Católica, Masonería, Chamanismo y agua, el gran misterio. Del dia MARTES, 11 DE OCTUBRE DE 2011
http: // voz-y-pensamiento. blogspot. com. es/ 2011/ 10/ el-gran-montaje-sindrome-toxico .html
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LA MENTIRA DE LA COLZA
Andreas FABER-KAISER
La ocultacion de la verdadera causa del S?ndrome Toxico
impidio la curacion de miles de espa˜noles
Mientras la Ciencia a los 3 meses ya sab?a QUE NO POD´IA SER EL ACEITE DE
COLZA, el Poder ACUSABA Y ENCARCELABA a los industriales del ACEITE
DE COLZA. Mientras la Ciencia a los 8 meses ya sab?a COMO CURAR A LOS
AFECTADOS, el Poder ocultaba a m´as de 60.000 enfermos la POSIBILIDAD
DE SU CURACION.
Pacto de silencio
En la primavera de 1981 fueron envenenados mas de 60.000 españoles.
Mas de 700 de ellos, murieron1. Desde entonces y hasta hoy, los gobiernos
de UCD y del PSOE han centrado sus esfuerzos en impedir que el aut´entico
criminal salga a la luz publica. Hab?a que borrar por todos los medios las
huellas que conduc?an al foco de la intoxicacion. Se llego as? a un oscuro
montaje de los distintos sectores del Poder y de los servicios de inteligencia,
para conformar el efectivo ((pacto de silencio)) que deb?a evitar que se supiera
que aqu? se aplico a seres humanos una nueva combinacion qu?mica, aplicable
en el futuro a una posible guerra qu?mica.
Enfermedad nueva
Hagamos un poco de historia de este complejo asunto: a principios de
mayo de 1981 se detecta una enfermedad nueva en Espa˜na, que afecta r´apidamente
a un creciente n´umero de individuos. En los primeros d´?as surgen
diversas hip´otesis de urgencia sobre el origen que desencaden´o la epidemia,
1Actualmente sabemos que los muertos son m´as de 1.100, seg´un datos de la OCU
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hasta que el gobierno anuncia por televisi´on que la culpa de todo la tiene una
partida de aceite de colza desnaturalizado, distribuido en venta ambulante.
Los industriales y comerciantes que han intervenido en el proceso de importaci
´on, manipulaci´on y distribuci´on de este aceite son quienes se sentaron en
el banquillo de los acusados. Pero a lo largo de estos a˜nos ha habido una
serie de cient´?ficos que han evidenciado que el aceite pesuntamente t´oxico no
pudo haber sido el causante de la tragedia.
Simult´aneamente, otros investigadores han ido siguiendo una pista distinta,
que conduce a un origen mucho m´as l´ogico para la epidemia, si tomamos
en consideraci´on todos los elementos que conformaron la intoxicaci´on detectada
en 1981. Esta pista tiene su punto de partida en una combinaci´on
insecticida, concretamente un combinado nematicida organotiofosforado que
envenen´o a las m´as de 60.000 v´?ctimas al consumir ´estas tomates de una
determinada partida tratada con el aludido insecticida.
La investigaci´on por v´?a judicial de esta posibilidad, as´? como de cualquier
otra hip´otesis plausible con respecto a la causa real de la enfermedad,
investigaci´on que no deber´?a de finalizar hasta lograr demostrar fehacientemente
cu´al fue el indiscutible desencadenante de la tragedia, es el camino que
debe de desembocar en el aut´entico juicio del s´?ndrome t´oxico, con reparto
de responsabilidades a quien realmente y en justicia corresponda.
La curaci´on no interesaba
La gravedad del problema se acent´ua por la circunstancia de que por lo
menos desde finales de julio de 1981 el goberno estaba suficientemente bien
informado de que no era posible que el aceite fuera el causante de la eipdemia.
Desde aquel momento cuando menos deb´?a de haberse incentivado con todos
los recursos posibles el an´alisis de las otras posibilidades que se barajaban
para el posible origen de la enfermedad, posibilidades que ya estaban tambi´en
a finales de julio de 1981 sobre la mesa de quienes empu˜nan las riendas del
poder. Eso era prioridad absoluta puesto que hab´?a personas que se estaban
muriendo y se impon´?a la urgente necesidad de conocer el origen del mal para
poder intentar la curaci´on adecuada de los afectados.
Meses m´as tarde, pero siempre dentro del mismo a˜no 1981, el Ministerio
de Sanidad queda ampliamente informado de la posibilidad de que determinado
insecticida organotiofosforado podr´?a haber desencadenado la nueva
enfermedad. Pero no act´ua en consecuencia.
Y a mi entender la cosa se agrava a´un m´as cuando 8 meses despu´es de aparecer
el primer caso de s´?ndrome t´oxico, un m´edico militar, el teniente coronel
Luis S´anchez-Monge Montero, env´?a al gobierno, al INSALUD, ((para que lo
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leyera Valenciano)), me dir´?a, refieri´endose con ello al Dr. Luis Valenciano, a
la saz´on Director General de la Salud P´ublica, un informe en el que afirmaba
que el origen de la grave enfermedad radicaba en un veneno que bloqueaba
la colinesterasa, y en el que explicaba c´omo hab´?a que curar a los enfermos.
Mas adelante definir´?a este veneno como un compuesto organofosforado. No
se trataba de una aventurada teor´?a: el Dr. S´anchez-Monge ya hab´?a curado
para entonces particularmente a unos cuantos afectados. Lo cual quiere decir
que tal vez no todas, pero decididamente muchas de las 60.000 v´?ctimas
podr´?an estar curadas desde 1982. Pero nadie reacciona en el INSALUD ni
en la Direcci´on General de la Salud P´ublica. Mas la gravedad de la inhibici
´on oficial no termina all´?. El Dr. S´anchez-Monge env´?a tambi´en un informe
sobre sus evaluaciones y curaciones a la publicaci´on especializada ((Tribuna
M´edica)), que lo reproduce en la p´agina 8 de su n´umero 937, correspondiente
al 19 de marzo de 1982. Yo me imagino que el Ministerio de Sanidad debe de
estar puntualmente informado de cuantas noticias interesantes se publican en
un semanario de las caracter´?sticas de ((Tribuna M´edica)). De modo que me
imagino al Sr. Ministro enterado de que hay un m´edico que est´a afirmando
haber curado a una serie de pacientes de la enfermedad conocida por s´?ndrome
t´oxico, enfermedad nueva y desconocida en cuanto a su tratamiento, y
que en aquellos momentos configuraba el problema n´umero uno planteado a
la Sanidad espa˜nola con car´acter de extrema urgencia permanente, hasta su
total resoluci´on. me imagino que en estas circunstancias el m´aximo responsable
de la salud de sus conciudadanos lo dejar´a todo para leer lo que escribe
un m´edico que afirma haber logrado la curaci´on de unos cuantos afectados.
Y al minuto siguiente de concluir esta lectura, me imagino al aludido velador
de nuestra salud telefoneando al m´edico en cuesti´on, para tenerlo al cabo
de una hora en el Ministerio de Sanidad y discutir con ´el sus experiencias
con la finalidad de aplicarlas —en el supuesto de que realmente resultaran
positivas— al resto de la poblaci´on afectada por la misma epidemia. Pues no.
Nadie, ni desde el INSALUD ni desde el Ministerio de Sanidad, se acerc´o a
ver que m´as ten´?a que decir el ´unico m´edico espa˜nol que hab´?a logrado salvar
vidas y aliviar a enfermos de la masiva intoxicaci´on.
De lo que se trataba precisamente —a la vista de toda la evoluci´on del
problema, y tal y como lo documento ampliamente en el libro Pacto de Silencio
(Compa˜n´?a General de las Letras, Barcelona, marzo 1988)— era de no
curar a los enfermos, para evitar as´? el que se descubriera el verdadero or´?gen
del envenenamiento.
Solamente as´? cobra sentido el trato oficial dado al Dr. Antonio Muro y
Fern´andez-Cavada, director en funciones del Hospital del Rey, en Madrid.
Cuando el Ministerio de Sanidad todav´?a segu´?a dictando que el origen de la
enfermedad hab´?a que buscarlo en un micoplasma, de transmisi´on a´erea, y
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de entrada en el organismo por v´?a respiratoria, el Dr. Muro ya afirmaba el
10 de mayo de 1981 —a los 10 d´?as de detectada la enfermedad— que eso
era imposible, y que la v´?a de transmisi´on era necesariamente —dadas las
caracter´?sticas de la sintomatolog´?a— la digestiva. ((Si se hubiera enfocado
la enfermedad por v´?a digestiva desde el mismo d´?a 10 de mayo en que se
dijo, se habr´?a muerto menos gente y la investigaci´on se habr´?a enfocado en
otro sentido)), me dir´?a el hijo del difunto Dr. Muro, mientras el letrado Juan
Francisco Franco Otegui denunciaba ante el Parlamento Europeo el 26 de octubre
de 1986 que el gobierno hab´?a condicionado los diagn´osticos, ocultado
o retrasado el reconocimiento de s´?ntomas de la enfermedad, y manipulado
resultados anal´?ticos para a˜nadir que ((paralelamente, la Administraci´on impidi
´o el desarrollo de hip´otesis alternativas vali´endose de todo tipo de medios
inclu´?dos la ocultaci´on y falsificaci´on de todos aquellos datos que exig´?an la
apertura de nuevas l´?neas de investigaci´on.))
El silencio del pacto
Esas l´?neas eran las que hab´?a que cercenar en el momento mismo en
que comenzaban a brotar. La planta de la verdad no deb´?a crecer, porque
en su configuraci´on iba impl´?cito el nombre de quienes hab´?an envenenado
realmente a m´as de 60.000 espa˜noles.
Un ejemplo m´as: el Dr. Muro, desesperado por el hecho de que las altas
instancias sanitarias del pa´?s hac´?an caso omiso de sus indicaciones acerca
de la forma en que hab´?a que llevar la investigaci´on, se lanz´o el d´?a 13 de
mayo de 1981 a predecir nuevos focos de afectados: dado que hab´?a seguido
la pista de la enfermedad y hab´?a logrado dar con la red de distribuci´on
del producto venenoso, notific´o en la tarde del 13 de mayo a los doctores
Munuera y Ca˜nada —subdirector general de programas de Sanidad— d´onde
exactamente iban a aparecer nuevos casos de afectados al d´?a siguiente, con
especificaci´on de poblaciones y de calles. Al d´?a siguiente, 14 de mayo, aparecieron
efectiva y puntualmente estos nuevos afectados en las poblaciones
y en las calles indicadas por el Dr. Muro. Pero en vez de que ello sirviera
para que el Ministerio de Sanidad se decidiera por hacerle caso, sirvi´o para
todo lo contrario: al d´?a siguiente, 15 de mayo, un telegrama del Ministerio
ordenaba el cese fulminante del Dr. Antonio Muro y Fern´andez-Cavada de
su puesto de director en funciones del Hospital del Rey.
Ese cese fulminante, as´? como la renuncia a acelerar la curaci´on efectiva
de los enfermos —se estaba a tiempo de lograr esta curaci´on efectiva si se
hubieran escuchado las voces que iban bien encaminadas— deb´?a necesariamente
de obedecer a muy poderosas razones que nada tienen que ver con
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la Sanidad, ni siquiera con el propio gobierno espa˜nol. Era el precio que se
cobraba el silencio del pacto.
M´as inter´es en los EE.UU. que en Espa˜na
Eso ya se not´o d´?as antes, cuando el Dr. Angel Peralta Serrano, jefe del
departamento de Endocrinolog´?a del Hospital Infantil de la Ciudad Sanitaria
de La Paz, de Madrid, en art´?culo publicado en el diario ((Ya)) de fecha 12
de mayo de 1981, y despu´es de informar que al INSALUD le hab´?an sobrado
17.000 millones de pesetas aquel a˜no (¡Cuanta urgencia y efectividad podr´?a
haberse aplicado a la resoluci´on de la nuva enfermedad!), afirmaba, refir´?endose
al s´?ndrome t´oxico, que en su opini´on los cuadros cl´?nicos que se hab´?an
presentado en aquellos primeros d´?as, mejor se explicaban por una intoxicaci
´on por insecticidas organofosforados, que no por una simple infecci´on viral
(neumon´?a at´?pica). El art´?culo en cuesti´on fue replicado al d´?a siguiente por
el entonces Secretario de Estado para la Sanidad, Luis S´anchez-Harguindey
Pimentel, en carta abierta publicada en el mismo rotativo, con lo cual el mencionado
Secretario de Estado evidenciaba estar perfectamente al corriente de
lo expuesto el d´?a anterior por el Dr. Angel Peralta. Pero tampoco reacciona,
ni obra en inter´es de los enfermos. Esa historia, como dije en el p´arrafo anterior,
parece que no va con el gobierno espa˜nol: ((Ya)) es un diario matutino
(ojo al dato). Porque el mismo d´?a 12 en que aparece el art´?culo del Dr. Peralta
hablando por primera vez de organofosforados, una llamada telef´onica
de Madrid —del Dr. Gallardo del Centro Nacional de Virolog´?a y Ecolog´?a
Sanitaria— a Atlanta, en el estado norteamericano de Georgia, pide ayuda
al Epidemiology Program Office del Center for Disease Control (CDC). Que
env´?a a Madrid al epidemi´ologo William B. Baine. Tal y como manifestr´?a
m´as tarde la eurodiputada Dorothee Piermont, investigadores y v´?ctimas implicadas
son de la opini´on de que datos, historiales cl´?nicos y documentos
establecidos con ocasi´on de la visita del epidemi´ologo norteamenricano, fueron
transferidos ´?ntegramente al CDC estadounidense, no siendo por tanto
accesibles ya a los investigadores espa˜noles que consideran falsa la hip´otesis
del aceite.
Para finalizar este tema, quiero dejar constancia de la sorprendente realidad
de que cuando el s´?ndrome t´oxico —sin estar resulto ni much´?simo
menos— deja ya de ser un tema de importancia para las autoridades espa
˜nolas, lo sigue siendo de forma prioritaria para los Estados Unidos. Esto
s´olo ya es un esc´andalo en s´? mismo. ¿Es que los americanos quer´?an patentar
en su pa´?s el sistema de desnaturalizaci´on y re-naturalizaci´on de aceite
de colza que hab´?an aplicado quienes se sentaron en el banquillo de la Casa
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de campo? Que nadie se enga˜ne: m´as bien estaban al corriente desde el principio
de lo que realmente aconteci´o aqu´? en la primavera de 1981. El detalle
que cito aparece textualmente en la hoja 4a del Acta de la sesi´on del 17 de
noviembre de 1983 del Pleno de la Subcomisi´on de Investigaci´on Cl´?nica de
la Comisi´on Unificada de Investigaci´on, integrada en el Plan Nacional para
el S´?ndrome T´oxico dependiente de la Presidencia del Gobierno. Citando una
intervenci´on del Dr. Manuel Posada de la Paz, puede leerse all´?: ((A continuaci
´on expuso la relaci´on de trabajos que se van a enviar para ver si pueden ser
subvencionados por la v´?a del convenio Hispano-Americano. Dicho convenio
est´a basado en un dinero que Estados Unidos paga al Gobierno espa˜nol por
las bases americanas, que se invierte en proyectos de investigaci´on conjuntos
para ambos pa´?ses. Hace un a˜no el SAT (s´?ndrome del aceite t´oxico) era un
tema prioritario para los dos pa´?ses, pero en el momento actual no lo es para
Espa˜na aunque los americanos siguen muy interesados.))
¿Aceite o tomate?
La l´?nea de investigaci´on propugnada por la Administraci´on desembocar´?a
por ende en la suposici´on de que la nueva enfermedad fue producida por la
ingesti´on de determinada partida de aceite de colza desnaturalizado, importado
de Francia y sometido a un proceso de renaturalizaci´on (extracci´on o
separaci´on del producto colorante en Espa˜na), mientras que la investigaci´on
emprendida por el Dr. Muro y su equipo desembocar´?a en la suposici´on de
que la enfermedad fue producida por el consumo de una partida de tomates
tratados con un compuesto de insecticidas organotiofosforados, cultivados en
Roquetas de mar, en Almer´?a.
No pudo ser el aceite
Uno de los pilares en los que basan su acusaci´on quienes argumentan que
el origen del s´?ndrome t´oxico radica en el aceite de colza desnaturalizado, es
el hecho —dicen ellos— de que la enfermedad comienza a decaer desde el
momento en que deja de ser consumido el aceite sospechoso: el 10 de junio de
1981 se anuncia por vez primera por TVE la posible relaci´on de unos aceites
sospechosos con el origen de la enfermedad. El 17 de junio se da la orden de
retirada de estos aceites sospechosos. Y el 30 de junio de 1981 comienza la
operaci´on efectiva de canje de los mismos por aceite puro de oliva. A partir de
este d´?a, seg´un la tesis oficial, comienza a remitir la enfermedad, comienza a
decaer la curva de incidencia de entrada de nuevos enfermos en los hospitales.
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Pero esta opini´on oficial est´a falseada. Porque observando la curva real de
dicha incidencia, la enfermedad —el ingreso de nuevos enfermos en centros
hospitalarios— decae espont´anea y verticalmente a partir del 30 de mayo,
o sea un mes antes de que a la gente se le quitara el aceite presuntamente
t´oxico, y fecha anterior incluso a conocerse por los medios de comunicaci´on
de forma no oficiosa que el aceite era el causante del s´?ndrome t´oxico.
Hay naturalmente otras muchas consideraciones b´asicas que excluyen la
posibilidad de que el aceite de colza desnaturalizado fuera el causante de la
tragedia.
Por ejemplo: si fuera el aceite el causante, ¿c´omo se explica la discriminaci
´on intrafamiliar? Esto es: ha quedado constatado que es muy rara la
afectaci´on de toda la familia, puesto que siempre permanecen invulnerables
alguno o algunos de sus miembros. Por lo que, dado que el aceite en una cocina
como la espa˜nola es consumido por todos, ´este es dif´?cilmente el veh´?culo
del t´oxico.
Lo mismo cabe argumentar para la discriminaci´on interfamiliar. Intrafamiliar
es dentro de la misma familia, en la composici´on de la familia. Interfamiliar
es en cambio entre familias, la discriminaci´on que la enfermedad
hace entre una familia y otra. Pues es sabido que el ((garrafista)) ha vendido
a lotes completos de vecinos, y solamente han enfermado por ejemplo los del
2o F, los del 7o C y los del 1o B, mientras que el resto permanecen sanos, a
pesar de que las garrafas se hab´?an llenado en el mismo momento, del mismo
tanque, y fueron vendidas el mismo d´?a. Etc. etc.
Los catalanes, gen´eticamente distintos
Curioso y absolutamente determinante, por sus caracter´?sticas tan parad
´ojicas con respecto a la epidemia del s´?ndrome t´oxico, es el caso del
circuito catal´an de comercializaci´on del aceite supuestamente t´oxico. estas
caracter´?sticas vuelven a ser un elemento m´as de los varios que, por s´? solos,
ya refutan la hip´otesis del aceite fraudulento como vehiculizador del t´oxico
que caus´o el citado s´?ndrome t´oxico.
Resulta que durante el a˜no 1981 se distribuy´o en Catalu˜na aceite fraudulento
de composici´on semejante al distribu´?do en la regi´on central, que por
ello tambi´en fue declarado como aceite t´oxico en aquel momento. La cantidad
de aceite comercializado en Catalu˜na fue superior a 350.000 kg. Pues bien,
pese a haber sido distribuida toda esa cantidad de aceite y haberse vendido al
p´ublico durante varios meses de 1981, no se tiene constancia de la existencia
de ning´un afectado original de la zona catalana.
Pero lo m´as sorprendente del caso es que una de estas marcas concreta-
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mente ((El Olivo)), fue tambi´en distribuida en Castilla, sobretodo en Madrid
capital y poblaciones lim´?trofes. Pues bien, este aceite oriundo de Catalu˜na,
en donde no provoc´o ning´un afectado, al ser consumido en Madrid provoca
autom´aticamente afectaci´on. ¿Es posible que las partidas destinadas a Castilla
sean t´oxicas y las que se quedan en catalunya sean inocuas? ¿O acaso
—como apunt´o un letrado de la Defensa durante el juicio— debe atribuirse
este fen´omeno a una distinta composici´on gen´etica o reacci´on sensible de
catalanes y castellanos?
Mucho m´as l´ogico que buscarle estos tres pies al gato, resulta concluir
que el aceite no tuvo en realidad nada que ver con el s´?ndrome t´oxico. Nada,
excepto que formaba parte en muchos casos del mismo plato que tambi´en
conten´?a los tomates que llevaban el t´oxico.
No hab´?a t´oxico en el aceite
Buscando un punto de apoyo que justificara la inculpaci´on del aceite de
colza desnaturalizado, la opini´on oficial argument´o que el t´oxico se hallaba
en las anilinas que se usaron para su desnaturalizaci´on (tinte), y en su
defecto en las anilidas que estas anilinas originaron durante el proceso de
re-naturalizaci´on efectuado en Espa˜na. pero resulta que —como muy ampliamente
lo documento en el citado libro Pacto de Silencio— el aceite sospechoso
no contiene t´oxico alguno, ni de anilinas ni de anilidas ni de tipo
alguno. As´? lo manifestar´?a por ejemplo la Dra. Renate Kimbrough, del CDC
de Atlanta, USA, el 10 de febrero de 1985 a la televisi´on alemana: ((No hallamos
ning´un indicio que se˜nalara que el aceite fuera el causante del s´?ndrome
t´oxico. Adem´as, muchos otros laboratorios en Europa han intentado hallar
alguna sustancia t´oxica en estos aceites, y tampoco tuvieron ´exito alguno.))
A˜nadir´e que a la vista de todos los datos que hoy poseemos, se hace
no ya dif´?cil, sino absolutamente imposible, mantener que el aceite de colza
desnaturalizado fuera el desencadenante del envenenamiento masivo de la
primavera de 1981 en Espa˜na. Tal posibilidad ha quedado descartada por los
nulos resultados arrojados al respecto tanto por la investigaci´on toxicol´ogica,
como por la bioexperimental y tambi´en por la epidemiol´ogica.
Los tomates venenosos
Si el aceite no fue el causante de la tragedia, ¿por qu´e la Administraci´on
ha venido fomentando la idea de que fue este agente el que envenen´o a tantos
administrados? ¿Por qu´e ha cerrado sus o´?dos a tantas voces que indicaban
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—algunas susurrando pero otras gritando— que ese no era el camino y que
en cambio hab´?a otro que permit´?a llegar al foco de la epidemia e incluso a
la curaci´on de los afectados? En buena l´ogica, igual daba que la fisura de
los controles oficiales quedara descubierta en el negocio del aceite, como en
el negocio del tomate. Puestos a tener que reconocer un fallo en el sistema,
tanto daba una que otra variante. La ´unica diferencia estriba en que por
la v´?a del aceite solamente se descubre un fraude alimenticio, mientras que
por la v´?a del tomate se descubre una imprudencia temeraria tras la cual se
puede esconder un error dirigido. Solamente as´? se explica la actitud oficial
frente a este problema. Como dir´?a en su momento el entonces subsecretario
de Sanidad del Ministerio socialista de Ernest Lluch, Dr. Sabando, lo del
s´?ndrome t´oxico no es un problema del Ministerio de Sanidad, ni de ning´un
otro Ministerio; es un problema de Guerra, Felipe Gonz´alez, CESID, y luego,
por decir algo que lo englobe todo alrededor, digamos KGB-CIA: este es el
´unico problema, y de ah´? no lo podemos sacar.
El origen del drama
Recordemos la historia que llevaba al origen del drama: el 15 de mayo de
1981 el Dr. Antonio Muro y Fern´andez-Cavada es destitu´?do como vimos de
sus funciones de director del Hospital del Rey, a causa de los aciertos evidenciados
en la investigaci´on de la etiolog´?a del s´?ndrome t´oxico. El causante
real no deb´?a salir a la luz p´ublica. A partir del mes de julio del mismo a˜no
1981, y llevando ya la investigaci´on de forma privada, el Dr. Muro enuncia
su hip´otesis de que el s´?ndrome t´oxico ha sido causado por un producto fitosanitario,
un organotiofosforado, vehiculizado por una partida de tomates
o pimientos. Desde entonces y hasta su muerte en 1985 —de un c´ancer de
pulm´on, al igual que Ros´on, que morir´?a al a˜no siguiente y que era otro de
los pocos que estaban perfectamente al corriente de lo que hab´?a sucedido—
se dedic´o sin tregua a estudiar el consumo de tomates en los afectados, a reconstruir
la comercializaci´on de los mismos, llegando a localizar —mediante
un laborioso proceso de retroceder desde el afectado al productor— al posible
agricultor y al posible campo en donde se plantaron. Se hab´?a comenzado a
desandar el camino que llevaba hacia los organofosforados, como causantes
de la intoxicaci´on masiva de la primavera espa˜nola de 1981.
De acuerdo con las averiguaciones del Dr. Muro, el desencadenante del
envenenamiento fue una partida de tomates, cultivados en Roquetas de Mar
(Almer´?a), y previamente tratados con un compuesto organotiofosforado, el
fenamiphos (comercializado con el nombre de Nemacur), combinado con isofenphos
(comercializado con el nombre de Oftanol). Cabe remarcar que el
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isofenphos es el producto que habr´?a causado la caracter´?stica neuropat´?a retardada
acusada por los afectados, y que la part´?culo ((tio)) (en el compuesto
organo-tio-fosforado) alude a la presencia de azufre en la mortal combinaci
´on. Combinaci´on por lo tanto fosforada y azufrada. As´? lo dejar´?a escrito el
Dr. Muro:
((El nematicida fitosist´emico Nemacur-10, prohibido en varios pa´?ses
por su alta peligrosidad, e introducido en Espa˜na por primera
vez pocos meses antes de la epidemia del s´?ndrome t´oxico, es un
organotiofosforado del grupo fenamiphos (4-[metiltio]-m-toliletilisopropilamidofosfato)
que, de no respetarse sus muy dilatados
intervalos de seguridad (m´?nimo de tres meses), se convierte dentro
del fruto en un fitometabolito derivado extraordinariamente
agresivo —su toxicidad se potencia unas 700 (setecientas) veces—
y cuya composici´on exacta parece ser alto secreto militar. Las partes
fundamentales de su mol´ecula y su acci´on bloqueante irreversible
de la acetilcolinesterasa, explica extraordinariamente bien,
pese a los desmentidos globales de la OMS, la patogenia y cuadro
cl´?nico observados en el s´?ndrome t´oxico. Los tomates contaminados
son semiselectos de la variedad “lucy”, raz´on por la cual su
consumo no ha afectado a clases o zonas urbanas adineradas.))
Arsenal qu´?mico
Aporto estas consideraciones porque se observa —cuando se analiza todo
este asunto en detalle— que el pacto de silencio que aqu´? salta a la vista,
s´olo puede justificarse por la extrema gravedad de lo realmente ocurrido. Para
ello conviene recordar que los organofosforados se hallan en la base del
moderno armamento qu´?mico como tambi´en conviene recordar por qu´e se
estaba demorando el acuerdo de desarme qu´?mico entre los Estados Unidos
y la Uni´on Sovi´etica: la creaci´on del arma qu´?mica binaria hace imposible
cualquier tipo de control internacional, debido a que su producci´on puede ser
organizada secretamente incorpor´andola en cualquier empresa qu´?mica privada.
Implica la experimentaci´on con nuevos tipos de agentes qu´?micos en la
industria de herbicidas, entre otras, existiendo la posibilidad de evitar las inspecciones
en las unidades y empresas que pertenezcan a sociedades privadas
o multinacionales. Cabe se˜nalar que Nemacur y Oftanol son productos de la
multinacional Bayer. Es importante por lo tanto que al enjuiciar lo sucedido
en Espa˜na con el s´?ndrome t´oxico, se tenga presente que la industria qu´?mica
privada multinacional ofrece la ´unica posibilidad de ensayo impune en el
10
supuesto de un acuerdo internacional de suspensi´on de la experimentaci´on y
almacenamiento de armamento qu´?mico
Esto lo sab´?a perfectamente Juan Jos´e Ros´on, al igual que cabe suponer lo
saben perfectamente el teniente general Emilio Alonso Manglano, el coronel
Catal´a y el general Cassinello, por citar solamente a algunos conocedores del
tema.
c Andreas FABER-KAISER, 1988
Todos los derechos reservados.
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