MEDITACION NUMERO 5.
Todo cuánto percibimos de la realidad habitada es un reflejo de lo que proyectamos desde la frecuencia en qué vibramos.
En nuestra realidad, ya sea personal o la realidad colectiva a la que nosotros mismos "nos damos acceso", se permean únicamente aquellas formas que se corresponden con dicha frecuencia vibracional que irradiamos.
Podríamos decir que desde una conciencia, aún identificada con un ego "lo observado" seguirá siendo una parcialidad del "Todo" y dependerá del "observador".
Personalmente disfruto imaginar que más allá de la realidad que percibo (tanto personal como colectiva) existen y transcurren infinidad de realidad paralelas. La que yo experimento es la que se corresponde en sintonía con mí "dial" interno. Puedo imaginarme que mientras yo experimento la realidad mundial que "veo", hay personas que experimentan una humanidad y una realidad planetaria en donde ya lograron la paz mundial, en donde ya utilizan energía de tipo 0 que abastece toda una tecnología en equilibrio y armonía con la naturaleza, en donde la economía ya dejo de ser un determinante en cuanto a lo que puedo acceder cómo creador de realidades. Una humanidad que ya se "trasnparento" con seres humanos que ya abrazaron sus sombras y trascendieron sus egos, por lo tanto no necesitan distorsionar sus verdades internas, y se expresan en TRANSPARENCIA, todo es más claro, entender telepáticamente al "otro" es algo obvio...
Y así mismo puedo imaginar que hay otros seres humanos experimentando una realidad planetaria que se expresa en una décima guerra mundial, con miseria, hambre, enfermedad, un planeta tierra desabastecido de su belleza y sus riquezas, desabastecido de agua. Toda una creación siguiendo la línea cuántica en vibraciones de una conciencia inmadura y totalmente identificada con la dualidad, con Ego muy herido y una sombra abismal que lo ensimisma como víctima de su propia destrucción sin siquiera imaginarlo, totalmente dormido y enajenado de su propia creación.
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Desde esa forma de imaginarlo me resulta fácil entender que es absurdo reaccionar frente a lo que pasa en el mundo y la humanidad. Desde ahí me resulta fácil darme cuenta que reaccionar con enojo, con tristeza o con dolor frente al mundo es la postura más inmadura que puedo asumir. Es estar inmerso en mí propio ego y todos sus recursos para permanecer en la zona de confort de enajenarme de la realidad que hábito, jugando y designando roles de víctimas y victimarios.
Poder ver en la realidad mundial, lo que yo mismo estoy creando con cada pensamiento que proyecto, cada palabra que pronuncio y cada acción que ejecuto en mí cotidiano vivir es acceder a una conciencia planetaria.
Hoy con absoluta certeza alimento la posibilidad de que si quiero ver y experimentar una humanidad distinta, empiezo el cambio en Mí y desde mí. Sin esa conciencia plasmada en cada manifestación de mí ser haría que cualquier forma de expresión sea un juego más del ego.
Desde esta postura no hay injusticias. Desde esta conciencia todo es correspondencia, todo obedece a un orden perfecto en función de lo que cada cual proyecta en este juego de la creación, donde el libre albedrio pone a disposición de aquel ser que lo descubre, el don de jugar a crear entre las miles e infinitas posibilidades.
Si lo que vemos "afuera" en el mundo, nos duele es porque estamos reaccionando desde el Ego. Suena fuerte!!!! Pero si nos permitimos entrar profundo en nosotros mismos y abrazar la posibilidad de que eso que estoy percibiendo es el resultado "macro" de lo que en mí "micro universo personal" proyecto desde la sombra y enmascarado en un Ego maquillado de benevolencia, es ahí que quizás tenga un chispazo de conciencia y emerja desde lo más profundo de mí ser una suave fragancia de compasión frente a mí mismo, frente a la humanidad y frente a la vida para dedicarme con humildad a "trabajar" sobre mí mismo para sanar a mí humanidad.
GRACIAS POR TANTAS BENDICIONES RECIBIDAS!
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