A propósito del texto 'Ensayos sobre Marx' de Estanislao Zuleta.
Supongamos que el ser humano es ser humano y que su relación con el mundo es una relación humana. Entonces el amor sólo puede intercambiarse por amor, la confianza por la confianza, etcétera ... Si quieres influir en otras personas debes ser una persona que estimule e impulse realmente a otros seres humanos. Cada una de tus relaciones con el ser humano y con la naturaleza debe ser una expresión específica, correspondiente al objeto de tu voluntad, de tu verdadera vida individual. Si amas sin evocar el amor como respuesta, es decir, si no eres capaz, mediante la manifestación de ti mismo como ser humano amante, de convertirte en persona amada, tu amor es impotente y una desgracia
Karl Marx
El contenido de esta conferencia es simple de enunciar: resaltaré a Marx como un defensor radical del individuo y de la dicha para éste de vivir centrado en la realización de la plenitud de sus posibilidades humanas. Contra la malhadada imagen de Marx como promotor de colectivismos en detrimento del individuo, más aún, de totalitarismos desconocedores y devaluadores de la condición personal, mostraré que, por el contrario, su fervor revolucionario anticapitalista nace y se sostiene en su irrestricta convicción de que las formas materiales de la sociedad burguesa han de superarse, simple y llanamente para crear condiciones de posibilidad que propicien que cada ser humano pueda desplegar la complejidad de su ser, afirmando así el goce de vivir su efímera existencia. Sin forzar las cosas, trataré de mostrar que Marx comparte el mismo ámbito espiritual de Freud y de Nietzsche (razón por la que tenderé nexos entre Marx y el psicoanálisis, de un lado, y Marx y el pensador de la transvaloración de todos los valores, de otro lado): que sólo somos en relación con otros, pero que ésta es una aventura que se termina dirimiendo en la escala del destino individual. La riqueza efectiva de una sociedad se mide en la riqueza espiritual conquistada por sus individuos, afirmación por la que se decanta Marx, tal como se infiere de las palabras suyas que cité al comienzo de esta invitación, las que son refrendadas por estas otras también provenientes de su pluma: "(...) en lugar de la riqueza y la pobreza de la economía política, tenemos al hombre rico como plenitud de la necesidad humana. El ser humano verdaderamente rico es aquel que necesita un complejo de manifestaciones humanas de la vida y cuya propia autorrealización existe como necesidad interna (...) El dominio del ser objetivo en mí, la expresión sensible de mi actividad vital, es la pasión que aquí se convierte en la actividad de mi ser". Ojalá nos podamos encontrar en la Piloto para que reflexionemos sobre este Marx usualmente velado en la imagen que se suele transmitir de él.
Carlos Mario González R.
Codirector del Centro de Estudios Estanislao Zuleta (CEEZ)
Profesor de la Universidad Nacional
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