PROCESOS DE EVOLUCIÓN SUPERIOR - GERMÁN MARTÍN CASTRO
http://escuela-iniciatica-prometeus.es/
Capítulo 2º.- La Era de Tauro.-
Acerca de la Era de Tauro, nos es posible decir que tuvo su cumplimiento, aproximadamente entre los años 4.100 a 2.100 antes de la Era Cristiana.
Durante dicha Era, la humanidad realizó grandes progresos en todas las facetas de la vida: las gentes se hicieron en gran parte sedentarias, por lo cual formaron sociedades que se organizarían en reinos o imperios (primeros indicios del nacionalismo).
Los reyes, los emperadores y los líderes salían, por supuesto, de las clases o tribus poderosas, que a su vez casi siempre estaban relacionadas con las clases religiosas.
Empezó a usarse la escritura realizada en ladrillos o piedras preparadas ad hoc, y ya usaban la rueda, por lo cual hubo un progreso cultural inusitado; así mismo, se realizaría el primer impulso gremial, donde ya empezaron a funcionar, aunque rústicamente, toda clase de oficios y tareas como la agricultura, el torno, la cestería, la cerámica, el ladrillo, la metalurgia, etc.
En esa Era se distinguieron razas tales como la japonesa, la caldea, la de Egipto, la de Mesopotamia, la hindú, la irania, la cretense, algunas razas indias americanas, la semita, la acadia, etc., y todas ellas trabajaron y justificaron su hegemonía, tratando de progresar cada una a su modo, según la manera de concebir los hechos y las situaciones.
Cultural y políticamente ya hubo revoluciones sociales, así como sistemas económicos para la subsistencia, y grupos de cultura especializados; sabían, así mismo, usar calendarios, relojes (de arena), máquinas basadas en principios físicos (armas, cuña, palanca, etc.); se supone que en ese tiempo se erigían pirámides como las de centro y norte américa, y las egipcias.
Nosotros no admitimos que las pirámides de Egipto sean de esa Era, pues disentimos de la opinión de Heródoto de Halicarnaso, cuando afirma que fue Keops o algún otro Faraón quien mandó la construcción de esas monumentales pirámides, que todavía son la admiración de quien las contempla.
Se hicieron grandes obras para recibir aguas (embalses) en sitios tan dispersos como Perú, La India o Mesopotamia; la agricultura y la ganadería prosperaron de forma muy eficiente; muy pronto, la escritura se hizo silábica, con lo cual pudo refinarse su proceso que con el tiempo se constituiría como prototipo de la escritura actual.
Es natural que los gobiernos de aquellos tiempos fueran casi siempre de tipo y nivel autoritario, lo cual daría paso a movimientos sociales de toda índole y a la formación de un primario germen de proletariado especial, que se continuaría en tiempos medievales como clase gremial; así mismo, también se pusieron las semillas de la burguesía con la creación incipiente del mundo del comercio, la navegación y el transporte terrestre.
En el mundo de la cultura y la expansión personal, la literatura tendría timbres duros y a veces pesimistas; habría terrorismo, bandidaje, orgías y ya se vislumbraban atisbos en busca de la independencia personal y/o social; el arte sobresalía especialmente por la escultura en piedra y la cerámica policromada.
El mundo religioso suponía una fuerza especial incluso para el pueblo, sin embargo, a veces tomaba forma sincrética; el temor a la muerte era un hito en la vida de las personas, que se relacionaba con lo religioso a nivel tanto oficial como privado.
Por supuesto, en muchos países, la religión estaba totalmente politizada; funcionaba a todo nivel la magia, y también un cierto sincretismo religioso; los augures, los adivinos y los hierofantes tenían carta de compromiso en muchas decisiones, tanto gubernamentales como de la vida privada.
En resumen, fue una era altamente prestigiosa e importante para el devenir tanto de la humanidad, como del progreso y de la evolución individual y global en todos los niveles.
En esa Era fue cuando la humanidad entró en lo que distintos medios culturales llaman el Kaliyuga, o edad dura o de hierro; esta era de Kaliyuya es considerada por mucha gente, y sobre todo por el mundo esotérico, oculto e iniciático, como una época de dureza y de dificultades sin cuento para el progreso de la humanidad, lo cual lleva a la gente en general, y al mundo esotérico en particular, a considerar peligrosa y/o negativa esta Era llamada de Kaliyuga.
Nuestra opinión es que dicha Era es, con mucho, a pesar de que sea realmente peligrosa, la más adecuada y favorable para que la humanidad, pudiera empezar de verdad a encontrar su camino correcto de evolución y realizar su auténtico progreso resolutivo en todas las facetas de su abanico de fuerzas, capacidades y posibilidades.
Sobresalieron en forma extraordinaria las matemáticas, la anatomía, la medicina, el arte y la astrología; las escuelas de misterios florecían, como lo muestra la historia del Rey Escorpión; como personajes de relevancia podemos citar a Menes en Egipto y a Sargón en Akkadia.
Nuestra opinión de dicha Era es de todo punto positiva, porque supone un auténtico amanecer para la humanidad que acababa de alcanzar, vía onto y filogenética, la posibilidad real de ser libre por el ejercicio de la voluntad, y de ser responsable por el uso de la inteligencia.
Sin embargo, no dejamos de manifestar enfáticamente, el inadvertido y profundo sopor y ceguera de la raza humana, cuando al paso evolutivo de los tiempos, el ser pensante dejaba de tener en cuenta sus más esenciales premisas de progreso y conocimiento.
Resumiendo la Era de Tauro, diremos que los tiempos eran altamente positivos y resolutivos para la evolución humana porque, aunque la persona humana no estaba suficientemente adecuada para su evolución y progreso personal; sin embargo el enorme influjo que todavía ejercían las Escuelas de Misterios, hacía que algunas personas pudieran mantener los conocimientos de evolución superior que los seres superiores del espacio habían impregnado en la raza humana, aunque ello fuera a costa de esfuerzos y sacrificios imposibles de realizar para los seres de aquellos tiempos.
Esa evolución superior a que nos atenemos, buscaba progreso y evolución específicamente en los niveles síquicos, olvidando que el verdadero progreso y evolución hasta el momento conseguido, era precisamente debido a la mejora de la constitución física o material de la persona.
Este olvido y descuido en el proceso material y físico de la persona, es lo que ha derivado en una sustitución de los proyectos evolutivos de tipo esotérico e iniciático, suponiendo la defección y caída imperdonable de las escuelas iniciáticas y órdenes ocultas o esotéricas, tanto de la antigüedad como de las actuales.
Muchas son las causas que han llevado a los humanos a decaer en su ejecutoria hacia el verdadero progreso y evolución; entre ellas, consideramos muy importantes, en primer lugar, la resultante del choque comprensivo entre culturas, y más concretamente entre la occidental y la del oriente.
En los tiempos primitivos y primigenios, cuando el ser humano necesitaba perentoria ayuda para ser persona, seres superiores de niveles altos de la existencia vinieron a nuestro mundo para configurar el orden y proceso para la correcta evolución y progreso de la raza humana.
Nuestros antecesores, consideraron y tomaron como reyes a esos seres superiores, porque suponían para ellos el culmen y el cenit de cumplimiento (módulos y paradigmas) de lo que marcan las leyes y principios que rigen el universo.
Esos señores especiales, llegados quizá de las alturas del cosmos, cumplieron ampliamente su cometido al dejar implantado en los genes de nuestros ancestros (¿los homínidos?) el prurito humano de su dicotomía en todos los niveles terrenos; es decir, marcaron el proceso doble de toda concomitancia y comprensión (evolución) con respecto a la vida, y con ello al ser pensante; ello supuso nada más y nada menos que la posibilidad y capacidad de que la dicotomía universal, había de llegar tarde o temprano a que la Libertad y la Voluntad brotaran de las entrañas del universo y por tanto del ser humano.
Este sublime y absoluto respeto y aprecio que los señores del karma tuvieron acerca de la dicotomía evolutiva de nuestro sistema, es lo que tarde o temprano hará que la raza humana sepa lo que implica irremediablemente la divina dicotomía universal que supone para el ser humano la única posibilidad de ser capaz de evolucionar (por vía de error y acierto en sus intentos), y de esa manera reaccionar y tratar de comprender el sentido del deber y de la responsabilidad.
De la ignorancia de lo que se explicó anteriormente, han derivado todas las múltiples teorías, tanto religiosas como esotéricas, acerca de la vida y de sus procesos de realización, que tanto han perturbado y siguen perturbando todavía en la actualidad.
La gente en general (salvo excepciones) vivía bajo líneas de precariedad y esclavitud porque (todavía) no había manera alguna de ser verdaderamente libre e independiente, ya que las culturas, las civilizaciones y los gobiernos, impedían el progreso, al igual que la mayoría de los gobiernos actuales, y además poseían a las gentes (sus vidas y haciendas) haciendo un uso abusivo y autoritario de sus prerrogativas, como sigue sucediendo en la actualidad.
La forma y manera de pensar, y por tanto de actuar, tenía que estar muy limitada y restringida, porque era casi imposible que las ideologías se diferenciasen, a causa de que no existía clima de libertad adecuado, ni evolución completa onto y filogenética para que la persona tuviera la más mínima posibilidad de autonomía.
Los egos-almas mentales cerebrales, no podían independizarse, porque el espíritu tribal impedía fuertemente todo acceso a la libertad personal (salvo excepciones), y el proceso Voluntad todavía no era conocido.
El sentimiento religioso, apoyado en un profundo vislumbre animista, daría paso a lo que hoy en día consideramos como politeísmo, lo cual supondría un verdadero, pero relativo adelanto y progreso en la forma de vivir y ver la realidad.
La astrología sería algo así como la reina de las estructuras y disciplinas del conocimiento, ya que es natural que la gran actividad y constancia de aquellos antepasados nuestros, fuera capaz de captar y determinar gran cantidad de acontecimientos vitales, mirando continuamente al firmamento y teniendo en cuenta quizá todavía algunas enseñanzas de los enviados del espacio.
En general deducimos que aquella época, supuso un verdadero elemento representativo de lo que habría de llegar a ser más tarde el ser humano de los tiempos modernos.
Solamente debemos añadir que, es en esa época cuando, al parecer, empieza la Biblia a referir su relato del Génesis, donde se afirma que fue un dios, Yave o Jehová, quien creó el mundo, y por último a Adán, considerado, por tanto, como el primer humano.
Sabemos que esos escritos son, sin duda alguna meramente simbólicos, por lo que nada tenemos que objetar directamente sobre su simbología, pero sí mucho de la semiconsciente significación de resultados interesados, infames, injustos y aberrantes, que se les ha dado por el pueblo judío y las religiones monoteístas.
Al llegar aquí hay que decir claramente que LO MISMO EN LOS TIEMPOS ANTIGUOS COMO EN LOS MODERNOS, EL SER HUMANO NO TENÍA NI TIENE TODAVÍA POSIBILIDAD ALGUNA DE ENCONTRAR SIGNIFICADO CORRECTO A LA VIDA Y LA EXISTENCIA,. (SALVO ALGUNA EXCEPCIÓN).
Deducimos por tanto con seguridad que esa deformada interpretación que perdura incluso en nuestros tiempos, ha sido y sigue siendo el verdadero y mas grave estorbo y freno al auténtico progreso de la humanidad.
Comentarios