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Comentarios
Análisis deficiente al no tener en cuenta la verdadera clave de la debilidad del gobierno de Macron: su ilegitimidad como Presidente de la República en unas elecciones con más del 60% de abstención y en el que la mayoría de los votantes lo hicieron contra Le Pen. El movimiento des Gillets Jaunes es un "ras-le-bol" (hartazgo) de los franceses contra una política económica centrada en exprimir a la clase media. Finalmente, el poder político, es otorgado por el pueblo y es el pueblo quien, por medio de medidas legales o de presión tiene la capacidad de revocarlo. La debilidad de Macron no viene de dar marcha atrás en ciertas medidas económicas sino en la consciencia de su situación de debilidad, en que poco más del 10% de los franceses votaron por él con convencimiento y que en la actualidad más del 80% le rechaza a él y su política.
Muy bien, Señores. Felicidades.
Es cierto, yo qué viví en un pueblo de 2 mil habitantes hasta la pubertad y luego en ciudades, puedo confirmarlo. La ciudad es vendida como la vanguardia, donde están las opciones que te dan la libertad pues se confunde libertad con opciones de elección, algo así como la partidocracia. En la ciudad se supone que no eres un paleto. En la práctica es lo contrario, las ciudades alienan, al perder el contacto con la vida orgánica de la comunidad y al relacionarse más las personas con aparatos y artificios que con las dinámicas de vecindad, las ideologías son más susceptibles de calar, el artificio hace perder el contacto con la realidad, con los ciclos o con los azares de la naturaleza que te obligan a estar apegado a ella, sobre todo cuando tu supervivencia o modo de vida depende de los frutos de la tierra, del clima o de los animales de los que te alimentas o te ayudan en tus tareas. La superioridad del urbanita es injustificada. como más de una vez dijo Trevijano cuando le preguntaban por el voto plural inspirado en las ideas de Stuart Mill, las personas incultas pueden tener más sentido común pues el instruido puede estar contaminado de ideas perniciosas por haber creído en cualquier lectura abominable, eso no le hace más sensato.
Fantásticas reflexiones sobre la vida en la ciudad y en el campo. las voy a compartir.
Efectivamente, el campo frente a la ciudad ejemplifica el gran conflicto del mundo moderno. La vida campesina es la realidad, el trabajo bien hecho y responsable, el pragmatismo, la templanza frente a las pulsiones nocivas. En el campo se vive y depende de uno mismo. Las ciudades sin embargo son todo lo contrario, fomentan las burbujas salariales, el parasitismo, el anonimato y sus inmorales consecuencias. El campo no es la panacea pero en él Podemos encontrar en positivo las claves de la decadencia social, moral, psicologíca y espiritual de las naciones europeas.
Gracias por sus reflexiones, Zamorano, ha hecho usted un muy buen resumen, no se trata de pisar asfalto o barro, se trata de que «las vacas pudan mas que el carro», en un oficio mas moderno, metaforicamente, «Los buenos camioneros ponen las mejores ruedas en el eje de tiro».
Y desde luego, los últimos reductos de libertad están más en el campo que en las megaurbes mediatizadas y borreguiles. Cuando toda la vida ha sido al revés. No sé si será consecuencia de las oligarquías de partido occidentales o si hay otras causas más o menos profundas.
Fantástico programa. Lo de la dicotomía ciudad/campo es más importante de lo que parece: detrás de ese enfrentamiento soterrado están cosas como el animalismo, cierto tipo de ecologísmo, las renovables, el uso de los vehículos, y un gran número de cuestiones meramente ideológicas cada vez más preeminentes que tienen preponderancia en las ciudades en detrimento del modo de vida rural de siempre, que tiene todas las de perder por ser minoritario. En cuanto a la concentración en las ciudades, cosas como la red víaria de alta capacidad (en detrimento de la red secundaria), AVEs (en detrimento de trenes regionales), etc, tienen también mucho que ver y vienen ya de lejos, no sabemos si con planificación a largo plazo, pero desde luego huele mal. Y posiblemente la especulación urbanística está detrás de estos movimientos a largo plazo.
Cuando se da mas validez a lo que sale en TV que a lo que se ve por la ventana, en la cafeteria, o en la sobremesa de una cena de amigos, yo ya no me corto, afirmo que estamos en una sociedad de idiotas, y añado, quien discrepe, que me diga porque bufa cuando su padre o abuelo le dan cita medica dentro de medio año, porque a su amigo le han bajado el sueldo, o porque ha invertido en luces o automovil de «bajo consumo» para pagar el mismo porciento a fin de mes. Un saludo, Jotam, y buen repaso el que siste al payaso de Isaac, no me quise meter... Eso imbecil dediende su enchufe.
No aceptan que el rechazo se mantenga en los límites de la razón y lo convierten en fobias.