Hoy en Tiempos Modernos hablamos con el periodista Eduardo García Serrano sobre José Antonio Primo de Rivera.
El 14 de marzo de 1936 el gobierno del Frente Popular encarceló al líder de Falange Española de las JONS, José Antonio Primo de Rivera. El cargo: tenencia ilícita de armas. En el despacho de José Antonio había, en efecto, dos pistolas. Se ha sugerido que las armas, en realidad, las puso allí la propia policía. Es posible, sí, aunque lo cierto es que la circulación de armas en España, en aquel momento, era intensísima, y las milicias de izquierda las exhibían sin el menor contratiempo. En todo caso, esa fue la causa de una detención que en principio iba a quedarse en cinco meses de arresto pero que acabó en fusilamiento ocho meses después.
¿Por qué el Gobierno de Azaña detuvo realmente a José Antonio? Su relieve político, pese al agigantamiento posterior de su figura, era entonces bastante limitado. Sus resultados electorales en febrero habían sido pésimos y la Falange, aunque cada vez más activa en la calle, no pasaba de ser un grupo minoritario. Pero la Falange era, con los carlistas, el único grupo que respondía a la violencia de las izquierdas, estaba recibiendo financiación de la Italia de Mussolini y, por otro lado, José Antonio mantenía contactos personales muy estrechos con nombres relevantes de la vida política española, hasta el punto de que puede decirse que su influencia personal era mayor que el peso de su partido. Así las cosas, el gobierno inventó aquel cargo, falso o exagerado, y le encarceló. Y no sólo eso, sino que muy poco después, en un paso más allá, decidió ilegalizar la Falange.
Desde la cárcel, José Antonio siguió dirigiendo la Falange –ya semiclandestina- e incluso pudo escribir, a primeros de mayo, una carta abierta a los militares en la que recordaba aquella famosa idea de Spengler: en los momentos decisivos, siempre ha sido un pelotón de soldados el que ha salvado la civilización. Gil Robles, el líder de la CEDA, intentó una maniobra legal para sacar a José Antonio de prisión: como había que repetir las elecciones en Cuenca, donde la votación de febrero había sido fraudulenta, se confeccionó una lista de derechas en la que estaban Franco y José Antonio. Éste se opuso a que Franco figurara junto a él. En todo caso, el Gobierno frustró la celebración de nuevos comicios y aquello acabó en nada. Finalmente, en el mes de junio el Gobierno dio orden de trasladar a José Antonio a la cárcel de Alicante. Sin duda para alejarle lo más posible del centro de la actividad política. El líder de Falange emprendía el camino a la muerte.
Podéis ver el vídeo en el canal original de Youtube: https://www.youtube.com/playlist?list=PLk8twIygnCMjJKIMuRbVZ-gnncrgGjpqx
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