Pildoras de memoria historica para progres..
César Vidal Manzanares (Madrid, 1958) es historiador, escritor y colaborador en medios de comunicación.
Es doctor en ......H............istoria, con premio extraordinario de fin de carrera por la UNED, en Teología y en Filosofía, por la Logos University, y licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid.
Cristiano Protestante, es conocido, además de por su trabajo como historiador, tanto por su abundante trabajo como escritor como por su colaboración en diversos medios de comunicación (prensa, radio, televisión e Internet). Algunos de los medios en los que ha colaborado son: COPE, Libertad Digital, El Mundo, Protestante Digital, Telecinco y Antena 3. Actualmente, es director del programa Es la noche de César en esRadio y de Regreso a Camino del Sur también en esRadio.
Ha ejercido la docencia en distintas universidades de Europa y América.
Ha sido galardonado con diversos premios, como el Premio Humanismo de la Fundación Hebraica y ha sido reconocido por su labor en defensa de los derechos humanos por organizaciones como Yad-Vashem, Supervivientes del Holocausto (Venezuela), ORT (México), Jóvenes Contra la Intolerancia o la Asociación Víctimas del Terrorismo.
Ha sido ganador del Premio de novela histórica Ciudad de Cartagena (2000) por la mandrágora de las doce lunas; Premio de biografía Las Luces (2002) por Lincoln; Premio Jaén (2004) por El último tren a Zurich. Premio CCEI (2005) por la misma obra, Premio Espiritualidad 2004 con la obra El testamento del pescador, el libro de temática espiritual más vendido en España en 2004 a excepción de La Biblia, Premio de Ciencias Sociales (2005) de la Academia de ciencias, tecnología, educación y humanidades y ganador del Premio Ciudad de Torrevieja 2005 con Los hijos de la luz.
Masonería y Segunda República Española
Dieciséis de los diecinueve gobiernos republicanos fueron presididos por masones. Alcalá Zamora y Joaquín Chapaprieta fueron las excepciones. Además eran masones seis de los once ministros del primer gobierno
Bienio social-azañista (1931-1933)
21 de Octubre de 1931: La ley de Defensa de la República instaura la censura de prensa en España.
Aprobación por las Cortes de la Constitución de la República Española de 1931 (9 de diciembre de 1931).
9 de Diciembre de 1931: La Constitución republicana prohíbe los colegios de iniciativa social y los cementerios religiosos. También se prohíbe a las órdenes religiosas dedicarse a la enseñanza y se abre la puerta a la nacionalización de todos sus bienes, además ordena disolver y confiscar los bienes de las órdenes religiosas que manifiesten su obediencia a la Santa Sede.
Gobierno de coalición republicano-socialista, presidido por Azaña (16 de diciembre de 1931).
La posición de la jerarquía católica y de la mayor parte de los creyentes era bastante opuesta al régimen republicano, tras el asalto y generalizada quema de conventos, iglesias, colegios, bibliotecas y edificios religiosos de los días 10 de mayo y 11 de mayo, ante la cómplice pasividad oficial. Esta oposición aumenta cuando mediante el artículo 26 de la Constitución, entre otras medidas, se anulan las ayudas públicas hacia instituciones religiosas, se prohíbe a éstas ejercer la industria o la educación, se confiscan los bienes de determinadas órdenes religiosas, se ordena la disolución de la Compañía de Jesús y la sumisión a las leyes tributarias.
En el mes de julio de 1931 tienen lugar la huelga de la Telefónica y la huelga general convocada por el sindicato anarquista Confederación Nacional del Trabajo (CNT). Este sindicato y el socialista Unión General de Trabajadores (UGT) eran los únicos con presencia significativa entre los obreros españoles. Los anarquistas eran mayoritarios en la Telefónica; con su huelga persiguieron varios objetivos: uno, demostrar su fuerza; dos, poner contra las cuerdas al gobierno (la CNT se había decantado durante la dictadura por la destrucción de todo poder, frente a posturas pactistas); y tres, manifestar su oposición a la existencia de monopolios extranjeros en España. Al hacerlo, desoían a los ministros que les presentaban la contabilidad de las compañías, exponiéndoles que era imposible un mayor esfuerzo por su parte en términos de subidas salariales.
Oposición crítica de oficiales de mayoría conservadora y monárquica a la reforma de racionalización del ejército del ministro de la Guerra Azaña, motivada por el cierre injustificado de varias academias militares, entre las que destacó la de Zaragoza.
En septiembre de 1931 el proyecto de Estatuto Vasco, apoyado por carlistas y nacionalistas vascos, es rechazado en las Cortes Constituyentes.
24 de Enero de 1932: El gobierno da orden de disolver la Compañía de Jesús y confisca todos sus bienes en España.
Aprobación controvertida del Estatuto Catalán (9 de septiembre de 1932).
18 de Mayo de 1933: La ley de Congregaciones convierte en propiedades públicas todos los bienes de la Iglesia, no solo los templos, sino también los ornamentos de los sacerdotes, las imágenes y los cálices.
Ley de Reforma Agraria, que no alcanza los objetivos propuestos.
Disolución de las Cortes y convocatoria de nuevas elecciones (9 de octubre de 1933).
Fundación de Falange Española por José Antonio Primo de Rivera (29 de octubre de 1933).
Elecciones generales ganadas por los conservadores de la CEDA, liderada por José María Gil-Robles y los radicales de Alejandro Lerroux (19 de noviembre de 1933).
9 de Noviembre de 1933, discurso a favor de la revolución comunista y de una guerra civil por parte de Largo Caballero, Ministro de Trabajo y posteriormente Presidente del Gobierno por el PSOE, durante la campaña electoral y publicado en el periódico "El Socialista":
"Se dirá: ¡Ah, ésa es la dictadura del proletariado! Pero ¿es que vivimos en una democracia? Pues ¿qué hay hoy, más que una dictadura de burgueses? Se nos ataca porque vamos contra la propiedad. Efectivamente. Vamos a echar abajo el régimen de propiedad privada. No ocultamos que vamos a la revolución social. ¿Cómo? (Una voz en el público: ‘Como en Rusia´). No nos asusta eso. Vamos, repito, hacía la revolución social… mucho dudo que se pueda conseguir el triunfo dentro de la legalidad. Y en tal caso, camaradas, habrá que obtenerlo por la violencia… nosotros respondemos: vamos legalmente hacia la revolución de la sociedad. Pero si no queréis, haremos la revolución violentamente (gran ovación). Eso dirán los enemigos, es excitar a la guerra civil… Pongámonos en la realidad. Hay una guerra civil… No nos ceguemos camaradas. Lo que pasa es que esta guerra no ha tomado aun los caracteres cruentos que, por fortuna o desgracia, tendrá inexorablemente que tomar. El 19 vamos a las urnas… Mas no olvidéis que los hechos nos llevarán a actos en que hemos de necesitar más energía y más decisión que para ir a las urnas. ¿Excitación al motín? No, simplemente decirle a la clase obrera que debe preparase… Tenemos que luchar, como sea, hasta que en la torres y en los edificios oficiales ondee, no la bandera tricolor de una República burguesa, sino la bandera roja de la Revolución Socialista".
El fallo de las expectativas puestas en la Reforma Agraria provocó reacciones obreras, principalmente por parte de anarquistas, integrados en la Federación Anarquista Ibérica (FAI) y la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), dando lugar a disturbios fuertemente reprimidos en Benalup-Casas Viejas, Castilblanco (Badajoz) y otros en las llamadas revoluciones de enero y diciembre de 1933.
Para cumplir el artículo 26 de la Constitución republicana, se decretó la disolución de la Compañía de Jesús. El decreto no afectó a la propiedad de la misma, pero sí supuso la exclaustración de los jesuitas que regentaban instituciones docentes; centros como la Universidad de Comillas lograron mantener su actividad, pero otros tuvieron que cesar su actividad. 3.900 escuelas religiosas con 350.000 niños escolarizados cerraron sus puertas, en contrapartida sólo se construyeron 3.600 de las 7.000 proyectadas. Entre los afectados estuvieron centros de estudios superiores tan renombrados como la Universidad Pontificia de Comillas, el Instituto Químico y el Laboratorio Biológico de Sarriá, el Instituto Católico de Artes e Industria de Madrid, el Centro Escolar y Mercantil de Valencia, los observatorios de Tortosa y Granada, las Facultades de Letras y la Universidad Comercial de Deusto, por entonces única Facultad de Ciencias Económicas de España, que no volvería a abrir sus aulas hasta pleno franquismo.
Comentarios
Segunda República, 1931-1936, uno de los períodos más dramáticos, liberticidas y violentos que ha padecido la historia de España, si se excluye cualquier guerra abierta de las muchas que ha padecido nuestra patria. La República se inició con el asalto al poder tras la conjura de San Sebastián y le siguió un régimen que podría ser calificado de cualquier cosa menos de democrático, donde el terror y la arbitrariedad fueron el denominador común desde sus inicios y a lo largo de sus cinco años de vida, hasta que en febrero del 36 la izquierda asaltó el poder (ya lo había intentado en el 34) y estableció las bases de una dictadura revolucionaria, incrementando notablemente sus actos criminales y aniquilando cualquier opción de libertad real. “Media España no se resigna a morir”. Condenada sea la II República y vaya mi mayor desprecio a cuantos hoy reivindiquen, por ignorancia o partidismo, la ingente maldad que encerró tan espantoso y tiránico episodio. Despreciados sean, doblemente, los que a sabiendas de que defienden unos ideales aberrantes, sustentados en la intimidación y el abuso, pretenden mostrarlos como un modelo a seguir en nuestros días. República sí, cuanta haga falta y si el pueblo la decide libremente, pero jamás emparentada con la ausencia de valores que se dieron en el anterior período republicano, donde la dignidad o la vida de un ser humano no valían un real.