Mi profesor de física cuando me veía ingresar al salón, cogía su botella de agua y se tomaba una aspirina, sabía que la clase se le iba a complicar. Nunca fui un alumno pasivo, menos aún cuando se tocaban conceptos que yo consideraba erróneos. Que atrevimiento!! Un alumno cuestionando ideas comprobadas por la ciencia, poniendo a un profesional en apuros por sus audaces e inadecuadas preguntas que éste no podía contestar...
Comentarios