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Comentarios
Hola! Soy La Caneli y creo que me habéis confudido con otra travesti alrededor del minuto 47/48 jaja
Sin duda, el Minuto de Oro (12:40) es para Juan Flahn... "Yo el 11S estaba en casa viendo FRIENDS. Pase a la primera cadena, y estaban derribando las Torres Gemelas. Y me pille tal rebote, o sea, me dio tanto miedo... Porque yo tenía la sensación que venía la tercera guerra mundial. Pensaba que Estados Unidos iba a tirar la bomba nuclear. Me dio tanto miedo que me fui corriendo a un sex shop a hacerme pajas". Simplemente, INSUPERABLE, jajaja... GORA OTXARKOAGA!!!
Tengo recuerdo como de que no fui capaz de salir del bucle que Samantha puso encima de la mesa de los Estudios Romanones. Pero es que claro, eso de que los vejestorios (así, de manera abstracta, sin nombre ni rostro definido) son responsables de la educación sentimental de los niños maricones es algo que me pareció en el momento difícil de rebatir por lo obvio de su falsedad. Pero claro, para mí es evidente que si un niño maricón se acerca a los lugares arcanos del cruising llevado por su radar interior a interactuar con los seres ancestrales que habitan en esos lugares es porque acepta de antemano correr el riesgo. Un riesgo polimorfo que por otro lado se comparte con todos los que se reúnen allí. Decía que esto para mí es evidente. Como para cualquiera que sea un poco mayor que el mundo millennial. Pero claro, puede ser que para los millennial esto no sea tan evidente. Como dijo Samantha estamos en medio de un cambio de paradigma, y la moral (por decir algo) también se está viendo afectada. Por otro lado, Nadie dijo que los ritos de iniciación sean justos o equilibrados. Simplemente son como son. Y son así precisamente para fortalecer al débil y para que el fuerte aprenda a no abusar de su fuerza. Hasta hace nada, unos pocos años nada más, el rito de paso para el hombre cis heterosexual español era la mili. Y para el maricón eran los wc públicos de cualquier estación. Ahora no sabemos muy bien cuál es el rito de paso. Supongo que tendrá algo que ver con internet. Pero hoy por hoy no me atrevo a señalarlo.
Lo he oído muy a salto de mata y a trozos, pero tengo que decir que no he podido evitar reírme cuando Samantha habla del niño de ¡16 o 17 años! y su cruising (infantil, como etiqueta MIguel, supongo que con malicia) y la transferencia de la responsabilidad de sus malas experiencias a los vejestorios con los que interactuó, ¡en un WC o similar! Se llega a mencionar con cierto tono peyorativo, me parece apreciar, la palabra pederastia. Yo ya he dicho muchas veces que estoy en la cuneta viendo pasar los coches, que ya ni llego a distinguir bien... pero vamos, como tantos, no ya a los 17, a los 14, andaba por ahí zascandileando lo que podía, con experiencias buenas, malas y malísimas, pero desde luego me sentía dueño y responsable del ejercicio de mi deseo y de mi sexualidad y me hubiera ofendido dado lo relativamente pedestre de mis zascandileos, no intentaba cortarme miembros ni quemarme a lo bonzo, que mis interactuantes intentasen tutelarme, cuestionarme o protegerme de mis deseos, en base a mi supuesta inmadurez o impulsividad. El asunto de que te traten con más o menos consideración y cuidado es ya otro tema y para eso está el decir no o hasta aquí... por ambas partes. Pero vamos, el cruising es en gran medida un juego de rol y cada contexto tiene sus protocolos y etiquetas previsibles CELYN.