RFI tuvo la oportunidad de entrevistar en exclusiva a Mara Gómez quien se convirtió en la primera jugadora transgénero en disputar el torneo profesional de fútbol femenino en Argentina. Puede escuchar la entrevista haciendo click en Audio. RFI: ¿De dónde viene tu pasión por el fútbol? ¿Quiénes fueron tus referentes y por qué te decidiste por este deporte y no otro? Mara Gómez: La verdad es que empecé a jugar a los 15 años. Yo no elegí jugar al fútbol. Nunca fui en busca de jugar al fútbol, sino que el fútbol apareció en mi vida a través de una invitación de una vecina mía del barrio. Justamente en una etapa de mi vida en la que estaba mal emocionalmente, psicológicamente, por cuestiones que tenía que ver con la discriminación y las exclusiones que yo vivía en el día a día. Los miedos al futro de mi vida. Estaba en una etapa en el cual estaba en una transición con mi autopercepción, con mi sexualidad, con mi género. Era una etapa bastante vulnerable emocionalmente y después de algunos sucesos que he vivido me lo tomé como una terapia, me di cuenta que me hacía bien que por momentos me hacía olvidar un montón de cosas. Siempre dije que era como una anestesia al dolor porque estaba mal. Bueno, me di cuenta que el fútbol, más allá de no saber practicarlo, de no poder jugarlo, me hacía bien y que estaba en un entorno con un grupo de amigos en el cual yo me sentía contenida, empecé a dedicarle mucho más tiempo. Empecé a entrenar más. Cuando cumplí 18 años fue mi primera vez en una liga de La Plata, una Liga Femenina y luego pasé por un montón de equipos, hasta llegar al que estoy hoy, Villa San Carlos que esta en la Primera División el fútbol argentino. RFI: ¿Fue el fútbol la herramienta que te ayudó como terapia? Mara Gómez: Sí, encontré en el fútbol una contención emocional que era lo que yo necesitaba y se transformó en un vicio. Necesitaba consumirlo para estar bien y al día de hoy es un estilo de vida para mí. Fue un proceso de aprendizaje para mí, como futbolista y como persona . Y se dio la oportunidad de que me hayan aceptado en la institución de AFA para poder ser parte del fútbol profesional. Esto habla de una evolución social, en cuestiones de derecho y de conquistas. Esto es el resultado de años de lucha de las generaciones pasadas que han luchado por ser reconocidas y reconocidos dentro de la sociedad y que hoy acá en Argentina contamos con una ley de identidad de género que nos protege, que dice que debemos ser tratadas en cualquier institución pública o privada con la autopercepción que tenemos. Yo me autopercibo mujer. Esto es el principio de un mejor futuro para las generaciones que vengan. El futbol para mí, más allá de lo competitivo, puede ser un ámbito de inclusión, de contención emocional, de disciplina, cumple un montón de funciones. RFI: Has luchado fuera de las canchas durante meses para convencer a la Asociación de Fútbol Argentino de que tu condición de mujer trans no implicaba una supuesta ventaja física. Mara Gómez: Sí. Lamentablemente cuando hacen una evaluación biológica sacan estas conclusiones de que el cuerpo del hombre tiene ciertas ventajas físicas como velocidad y fuerza, que serían una ventaja para competir con mujeres. Pero eso es solamente un paradigma, porque por más que tengamos velocidad y fuerza por naturaleza, eso no quiere decir que seamos buena jugadora de fútbol o de cualquier deporte sin practicarlo. Cada jugadora, jugador o deportista tiene que tener experiencia, a través de los entrenamiento. Es como la escuela, el que más estudia, más alta la nota que tiene. En el fútbol pasa lo mismo, más se entrena, más habilidades, tiene más se desarrolla de manera competitiva. Hay un montón de jugadoras o jugadores que tienen más ventajas física como en altura o masa muscular, y sin embargo, marcan la diferencia con las cualidades y las técnicas que tienen como deportista. Y aparte el fútbol es un deporte complementario, grupal, no se trata de quién corre más rápido o le pega más fuerte a la pelota, sino qué equipo hace el gol. Hay un montón de cuestiones que hay que ir desglosando de estos paradigmas, de la supuesta ventaja,. Si un equipo femenino que viene jugando hace muchísimos años en la primera división de una liga lo ponen a jugar con un equipo de hombres que no juega al fútbol, la ventaja es para las mujeres por su experiencia, por los entrenamientos, por la calidad del juego. RFI: Tu vida es una lucha constante para lograr una meta detrás de otra. Ahora toca otra desasnar una sociedad en la que impera aún el sistema patriarcal. ¿Has sido víctima de transfobia? Mara Gómez: Sí, la padecí desde el momento en que me autopercibí mujer. La discriminación te cierra las puertas, las oportunidades y muchas veces eso te lleva a que una persona se termine quitando la vida por no encontrar en que apoyarse. Hay que tener en cuenta que muchas personas que pertenecemos al colectivo LGBT vamos a ser excluidos de nuestras casas y de nuestra familia. Entonces no quedan más opciones que terminar trabajando en la calle o morir porque no hay opciones para el colectivo. Yo soy privilegiada de la vida, mi familia me apoyó desde el primer momento siempre me acompañó. Pero hay un montón de otras compañeras que sufren de no tener la oportunidad de ser atendida en el sistema sanitario, de poder tener una educación, de tener un trabajo digno. En Argentina, siendo un país democrático, conquistamos derechos y nos permite poder seguir creciendo como sociedad e ir planificando. A través de la perspectiva de género mejores ámbitos sociales. Es importantísimo entender que más allá de la genitalidad, somos todos personas, que merecemos el mismo trato, el mismo respeto. RFI: En una sociedad en la que hay muchos prejuicios, ahora tras convertirte en profesional del fútbol femenino ¿Ha habido algún cambio? ¿Has visto que han cambiado las tornas para ti? Mara Gómez: Sí, hoy sufro menos descriminacion. Soy mucho más acompañada por un montón de gente que entiende que esta lucha es necesaria y que tenemos que seguir construyendo una mejor sociedad. Podemos tener una mejor educación. Hoy mi situacion es otra, pero en su momento me ha tocado batallar un montón de adversidades, un montón de obstáculos. RFI: Además, te has convertido ahora mismo en un referente a nivel internacional. Hay muchas otras jugadoras transgénero en otros países. ¿Cómo llevas el hecho de abrir camino a muchas otras personas que están deseando llegar a lo que tú has llegado? Mara Gómez: Me toca ser una referente a nivel mundial, no solamente como futbolista, sino como persona. A través de mi historia, a través de que la gente empiece a conocer mi lucha ven todo lo que me ha costado poder llegar acá. Y hacer entender que en la sociedad todo esta ligado a la genitalidad. Y eso hace que nos diferenciemos entre las personas, que exista la discriminación, el rol social, que es lo que podés hacer o no. Fue lo que determinó de que el fútbol no era para la mujer, sino que era para el hombre. Y que la mujer que juega al fútbol era una machona. Antes se consideraba que la mujer no podía hacer deporte, ya que las mujeres la fabricación de la reproducción social. Me toca hoy ser una referente también de los cambios sociales. RFI: ¿Qué te queda por reivindicar? Mara Gómez: Disfrutar de lo que he logrado. Soy futbolista y me gustaría poder jugar en cualquier parte, sin ningún tipo de limitaciones. Y poder tener una vida digna, un trabajo digno, poder ser independiente y seguir luchando por un montón de derechos, para que las generaciones que vengan no tengan que sufrir lo que yo sufrí y mucho menos lo que sufrieron las generaciones pasadas. Es un proceso continuo de conquista, de lucha, de seguir peleando por nuestros sueños. Hoy me siento con la responsabilidad de tener que poner el cuerpo y la voz para que podamos ir conquistando derechos y poder seguir cambiando la sociedad para mejor. RFI: ¿Te gustaría dar el salto a otro continente, a otra liga o jugar el Mundial femenino con tu país? Mara Gómez: Sí. Es algo que me encantaría mucho poder viajar a jugar en otro país. Y quizá algún día representar a Argentina como jugadora mundial. Pero por ahora hay que disfrutar de esta etapa en la máxima categoría del país.
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