Los monstruos existen. Con esta certeza se despertaron los habitantes del Londres victoriano un 31 de agosto de 1888. Un terrible asesinato se había producido esa madrugada. El cuerpo sin vida de una mujer, Mary Ann Nichols, había sido hallado. No se puede decir que fuera algo extraño, la violencia no les era desconocida, pero este crimen tenía algo que lo hacía diferente: había sido salvajemente atacada, apuñalada una y otra vez hasta dejar sus intestinos a la vista. Desde ese día y hasta el 9 de noviembre de ese mismo año, los londinenses tomarían su té con sangre. Y es que los periódicos no podían dejar escapar este filón, un asesino desconocido les proporcionaría niveles de ventas hasta ese momento nunca vistos. Era un recolector de sangrientos trofeos que les envió cientos de cartas…o quizá sólo unas pocas. Así, se le otorgó un nombre al mal: Jack el Destripador. Pero sus víctimas también tenían nombres: Mary Ann Nichols, Annie Chapman, Elizabeth Stride, Catherine Eddowes y Mary Jane Kelly. Cada una de estas mujeres, sin suerte en la vida, sin suerte en su muerte, sufrió en sus carnes un in crescendo de violencia, sangre y delirio. Realmente no se sabe mucho de él, ni el por qué, ni quién fue, cualquiera pudo ser Jack el Destripador. Sólo se sabe lo que dejó a su paso: miedo.
Hoy conoceremos un poco más a nuestro “amigo”. Intentaremos entender el por qué no fue atrapado, el ambiente en que se movió, a sus víctimas y si en la actualidad hubiera tenido tanta suerte. Sumérgete con nosotros en la niebla victoriana, no tengas miedo…estás acompañado.
Participan en esta tertulia: Sara Hernández, Juanjo Abenza, Paco Máñez, Ramón Dávila, José Garrido y Carlos Ruiz
Imagen: Leo Pérez
Voz en Off: Aurelio Baeza
Presenta y edita: Carlos Ruiz
Comentarios
Probablemente siguió matando hasta que lo detuvieron sin saber que era él. Un asesino en serie tiene la necesidad y el impulso de dominación, no deja de matar para siempre.
Muy interesante el programa, pero un asco el audio.
Muy buen programa.