En 1974, la familia Smurl se mudó a una humilde casa de West Pittston, tras haber perdido su hogar a causa de un huracán.
Todo fue bien hasta que al acabar la mudanza, una serie de extraños fenómenos comenzaron a atormentarlos de forma progresiva. Lo que al principio parecía algo anecdótico se convirtió en un virulento fenómeno que llegó a agredir a la familia. Una noche, las dos gemelas de 7 años fueron arrastradas por el suelo de su dormitorio, y días después la madre fue testigo de cómo se materializaba ante ella una espigada figura que parecía no tener rostro. El caso llegó a saltar a la prensa, que publicó titulares como: “¿Un demonio en casa? La Iglesia investiga” o “Una familia de 8 miembros convive con el demonio”.
Además recogían la información: "Los Smurl dijeron haber olido humo y carne podrida, haber escuchado gruñidos de cerdo, golpeteos de pezuñas, lamentos y gemidos que les helaban la sangre. Las puertas se abrían y cerraban de golpe y las luces se apagaban y encendían, aparecían resplandores fantasmales, y el aparato de televisión llegó a desplazarse por la habitación una noche. Incluso el perro de la familia, un pastor alemán de 75 libras, fue golpeado contra una pared en presencia de (Jack) Smurl".
También recogía unas declaraciones de la señora Smurl: "Algunas veces, cuando rezaba el rosario, eso me arrastraba por las rodillas e intentaba violarme".
Tras 2 exorcismos y más de 50 misas pidiendo por la casa, el caso fue investigado por dos expertos que ya habían estudiado el famoso caso de Amityville, y que llegaron a obtener sorprendentes imágenes de los fenómenos paranormales…
Tras varias pruebas espiritistas, aseguraron que la casa estaba poseída por un demonio y por tres espíritus, siendo uno de ellos el de un antiguo morador de la casa, que se había suicidado allí mismo. El suceso alcanzó tal magnitud que se convirtió en un verdadero fenómeno sociológico. Cada noche, decenas de personas procesionaban alrededor de la casa mientras portaban velas y rezaban en voz baja.
Finalmente, la familia Smurl pudo mudarse a un nuevo hogar, tras 15 años de sufrimiento. Pero, una vez allí, aseguraron que muchos fenómenos seguían repitiéndose, como si hubieran sido perseguidos por alguno de los espíritus que creían que habitaban en su anterior hogar...
Sinopsis de Javier Pérez Campos
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