El viernes 22 de diciembre, en El Aperitivo del Ritual nos alejábamos del ruido infernal de las masas que, avanzando en el frío y torpemente iluminado asfalto del consumismo navideño, se apelotonaban en las calles y comercios de la urbe.
Esa tarde, nos encontraban en el Bottle’s Bar, en el Zum-Zum o, ya directamente, sobre las blancas arenas de Copacabana, exultando al compás de aquella cosa que, en los 60, renovó la Música Popular Brasileira, mezclando ingredientes de la vieja Samba y de la Gafieira con el Jazz afroamericano.
Sobre aquel invento, llamado Bossa Nova, tuvimos a nuestro baritonal amigo Antonio Padilla, admirado escritor y atinado sibarita musical, para despedir 2017 con la calidez que procede.
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