Has elegido rechazar las cookies basadas en consentimiento que utilizamos principalmente para gestionar la publicidad. En adelante, para acceder a nuestra web tienes que elegir alguna de las siguientes opciones.
Premium
3,99 €/mes o 39,90 €/año
Sin publicidad y mucho más
Plus
Por 9,99 €/mes
Contenido exclusivo y sin publicidad
Si has cambiado de idea, puedes aceptar las cookies y continuar usando iVoox de forma gratuita.
Con tu consentimiento, nosotros y nuestros 813 socios usamos cookies o tecnologías similares para almacenar, acceder y procesar datos personales, como tus visitas a esta página web, las direcciones IP y los identificadores de cookies. Algunos socios no te piden consentimiento para procesar tus datos y se amparan en su legítimo interés comercial. Puedes retirar tu consentimiento u oponerte al procesamiento de datos según el interés legítimo en cualquier momento haciendo clic en ''Obtener más información'' o en la política de privacidad de esta página web.
Nosotros y nuestros socios hacemos el siguiente tratamiento de datos:
Almacenamiento y acceso a información de geolocalización con propósitos de publicidad dirigida, Almacenamiento y acceso a información de geolocalización para realizar estudios de mercado, Almacenar la información en un dispositivo y/o acceder a ella , Datos de localización geográfica precisa e identificación mediante análisis de dispositivos , Publicidad y contenido personalizados, medición de publicidad y contenido, investigación de audiencia y desarrollo de servicios , Uso de cookies técnicas o de preferencias.
Comentarios
Que identificada me he sentido en una situación con un familiar hace unos días, pasó exactamente como cuentas, comenzó a entrar en un estado de ira que poco a poco y solo alimentado por el mismo pasó a la cólera en cuestión de segundos,es curioso como alimentamos ese fuego cuando no lo vemos,yo me ponia delante de el y le decia para...para...pero era imposible,como si el ya no estuviera en esa sala,se habia ido como bien dices,no se donde estaba y yo no era capaz de traerlo de vuelta,lo único que lo detuvo fue el mismo cuando vio que ya perdia el control de si mismo.
Es cierto, en ocasiones en las que no somos nosotros, necesitamos volver... lo curioso es que en nosotros mismos es mucho más difícil verlo. Ocurre como el la pintura, necesitamos perspectiva para ver mejor, ver el conjunto y apreciar los detalles :) Un gran abrazo hermano Álvaro!!