#280 La Mascara por Luis Lopez-Briones "Lewis"

Hola chicas y chicos aquí hoy tenemos la ocasión de disfrutar de uno de nuestros mejores colaboradores luis época del archivo agotan en su faceta como escrito es uno de sus relatos así que comentan que aparece al final a mi personalmente me ha encantado si queréis apoyar nuestro trabajo de tres euros al mes que lo que cuesta un caza y una tostada para impulsar el botón azul de apoyar y así de dar un impulso importante nuestra labor a cambio podrá otros relatos salvajes sin anuncio y en su momento acceder al contenido para que próximamente empezaremos a pública otra forma de ayudarnos en su escribiendo a nuestro poca para nosotros tras es muy importante esto último la cantidad que consigamos los números para poder estar arriba en el ranking negro no cuesta nada así que si escuchas sexo y aún no te has suscrito artículo no te diremos el cráneo un saludo y hasta pronto con más relatos salvajes a la máscara por luis lópez embriones treinta y uno de octubre de dos mil diecinueve escribo esta nota desde el exilio autoimpuesta las circunstancias hace tiempo que me superaron y estoy a punto de volverme completamente loco quizás siempre lo haya estado y ese sea el problema si estás escuchando esto significa que en desaparecido o muerto significa que la maldición me ha seguido hasta aquí quisiera compartir con alguien lo que me ocurrió o al menos lo que mi pobremente ha deducido antes de perder por completo a la cordura de remontar al principio todo comenzó el una de noviembre de dos mil dieciocho con un extraño suceso tan extraño que parecía mentira ebay o llevábamos apenas unos meses viviendo juntos tras salir unos dos años la invité a dejar su piso de estudiantes y deben irse a vivir conmigo a un acogedor apartamento de un solo dormitorio que pronto se nos queda pequeño sobre todo cuando eva insistió en que adoptamos a un cachorro de gato al que pusimos el nombre de y aquel pequeñín era cariñoso y muy juguetón nos conquistó ambos enseguida pero resultó ser bastante molesto a la hora de dormir al principio dejábamos que el gatito pasarán las noches con nosotros acostado en la cama el animal que se pasaba todo el día durmiendo mientras nosotros y vamos a trabajar saltaba y brincaba sobre nosotros tiraba las cosas de las mesitas de noche para llamar nuestra atención y no nos dejaba pegar ojo decidimos dejaría fuera de la habitación por las noches pero la situación no mejorado era capaz de rascar la cuarta durante horas pensábamos que aquel comportamiento acabaría así ahora vamos pero nuestro pequeño era especialmente de saludo piso tenía tan solo una habitación así que no había forma de evitar la situación aquello nos decidió a buscar un nuevo hogar alquilamos otro piso esta vez de tres habitaciones y con un lavadero en el que podíamos encerrar a y si por las noches el cambio solucionó el problema además de brindarnos la oportunidad de ganar en espacio era un piso viejo con la ilusión de iniciar una nueva aventura no nos importó que estuviera repletas de muebles antiguos y pasados de moda la decoración era un tanto lúgubre pero colocando nuestras cosas y con algún detalle moderno le dimos un aire joven a nuestra nueva casa había entre los muebles varias piezas antiguas bastante bonitas un baúl de madera un gran espejo de pared y una maravillosa vitrina donde podía exponer mis colecciones descubrir en el interior del baúl una curiosa máscara de madera guardada con mucho mimo no sabríamos se aquellos objetos serán propiedad del arrendador o si nos había abandonado allí el anterior inquilino pero tampoco nos resultaba molestos durante los primeros meses la convivencia en aquel nuevo domicilio no resulta fácil y cómoda puedo decir sin tapujos que fue una de las épocas más felices de mi vida hasta aquel fatídico uno noviembre me desperté sobresaltados eva eran las seis y pocos minutos de la mañana ella siempre madrugada más que yo pero trataba de no a despertarme con sus quehaceres había una ligera desesperación comenzando a aflorar y atenas dando su voz y si nuestro gato no estaba eva había ido a abrirle como cada mañana pero el pequeño