Hoy retomamos la reflexión del pasado miércoles, en la que hablábamos de nuestras carencias. Pero claro, no podemos dejarlo ahí y simplemente asumir que tenemos esas carencias. Vamos a ver qué podemos hacer a partir de ahí. Más bien la mentalidad sería: “En qué somos buenos y en qué todavía no”.
Ver en iTunes · Ver en iVoox · Ver en Spotify Enlaces y notas del episodio Página de podcasts
Página del blog
Todos los cursos
Registro en los cursos
Formulario de contacto para feedback
Facebook de Coaching De Músicos
Transcripción del episodio completo: ¿En qué eres bueno y en qué lo vas a ser? Muy buenos días! Bienvenidas y bienvenidos a Coaching De Músicos
… el podcast en el que hablamos sobre conceptos, hábitos, técnicas, estrategias, conductas, habilidades y competencias del coaching pero enfocadas esta vez a la enseñanza musical y la vida del músico en general.
Porque sí, ¡los músicos también tenemos vida! Y aunque a veces se nos olvide, detrás de cada instrumento hay una persona! Así que vamos a dedicar un poco de tiempo cada día a hablar de esa persona, a hablar de ti: de tus necesidades, aspiraciones, deseos, ambiciones, valores, creencias, miedos, frustraciones… y todo lo que esté en nuestra mano. ¡Esto es Coaching De Músicos!
Miércoles 20 de febrero de 2019 y episodio número 123. Hoy retomamos la reflexión del pasado miércoles, en la que hablábamos de nuestras carencias. Pero claro, no podemos dejarlo ahí y simplemente asumir que tenemos esas carencias. Vamos a ver qué podemos hacer a partir de ahí. Más bien la mentalidad sería: “En qué somos buenos y en qué todavía no lo somos”.
Pero antes de entrar en materia, dejadme que os recuerde que toda la información, el podcast, el blog, las sesiones, los cursos online y todo lo que necesitéis, lo podéis encontrar en CoachingDeMúsicos.com.
Para todos los suscriptores, noticia! Ya tenemos terminado algún curso que teníamos por ahí a falta del retoque final. Así que echadle un vistazo.
¿Hay alguien ahí que haya aterrizado en este episodio y no sepa de qué cursos hablo? Pues hablo de esos cursos sobre habilidades que un músico clásico necesita, además de tocar su instrumento, que tenéis en coaching de músicos por 4€/mes de momento.
Después de la semana pasada más de uno y más de una os habréis dado cuenta de algunas de vuestras carencias. De hecho, si recordáis, os decía que podíais enviarme un mail con esas carencias que os encontráis y que yo haría lo mismo respondiendo a ese mail con las mías…
Pues no mucha gente os habéis animado, eh! No sé si es porque es un tema del que no gusta hablar, o simplemente o no habéis tenido tiempo o no os apetecía. El caso es que los poquitos que lo hicisteis sí habéis recibido mi mail y un pequeño intercambio de emails en algunos casos.
En todo caso, tanto si me habéis escrito como si no, hoy vamos a hablar de lo siguiente que podemos hacer cuando detectamos esas carencias. Porque como decíamos la semana pasada, no bastante con verlas y decir: “ah, bien, esas son mis carencias, ya está”. Bueno, puede ser, y de hecho hay mucha gente que asume esas carencias y ya está, no le preocupa. Pero hoy vamos a ver 3 ideas para lidiar con ellas.
Antes de eso, recordemos que solo podemos lidiar con nuestras carencias una vez las hemos detectado y sobre todo una vez que las hemos asumido. Y como estamos seguros de que “todo el mundo tiene carencias“, no se tratará de lamentarse sino de asumir que es así, no pasa nada, cada uno tiene las suyas, y de hecho menos mal que cada uno tiene sus carencias, así cada uno tiene oportunidad de hacer unas cosas u otras.
Y una vez tenemos esto claro, es cuando podemos empezar a pensar: ¿qué hago yo ahora con esas carencias?
Esconderlas La primera opción que tenemos ya la comentamos por encima la semana pasada, cuando hablábamos de los grandes solistas a los que idealizamos. Decíamos que posiblemente tienes sus carencias, pero son muy inteligentes en lo que muestran o no.
Por tanto una de las primeras cosas que podemos hacer con nuestras carencias es esconderlas. Y cuidado con esto, porque puede entenderse mal.
NO me refiero a esconder algo que no sabemos hacer para hacer creer que sí sabemos hacerlo. Esto al final no resulta bien, porque tarde o temprano se va a ver que tenemos una carencia y además que hemos intentado ocultarla y engañar al resto, con lo que vamos a perder en muchos aspectos.
A lo que me refiero es a analizar si esa habilidad en la que tenemos una debilidad, o esos conocimientos que no tenemos, son realmente claves para nuestro proyecto. ¿Recordáis que estamos hablando de todas nuestras actividades en términos de proyecto, en los que planteamos objetivos y plan de acción? Pues si para ese proyecto una habilidad concreta no es clave, podemos simplemente no hacer visible que tenemos esa carencia. Y ni siquiera tenemos por qué mejorarla (a no ser que por otro motivo queramos hacerlo). Desde luego para nuestro proyecto no tenemos por qué mostrarla ni solventarla.
Por poner un ejemplo que tiene relación con lo que hablábamos la semana pasada, si yo tengo carencias en el conocimiento del repertorio orquestal y mi proyecto va más encaminado a tocar conciertos de solista, pues siempre está bien tenemos unas nociones sobre todo lo posible y conocer repertorio orquestal puede ser interesante, pero seamos sinceros, una habilidad clave para mi proyecto de hacer conciertos de solo, no es.
Mejorar en ellas Ahora bien, vamos a darle la vuelta al ejemplo: vamos a suponer que mi proyecto es hacer pruebas de orquesta. Y precisamente mi carencia la he detectado en las obras de solo. Podríamos pensar igual que antes que no es lo más importante. Pero es que resulta que en la mayoría de las pruebas de orquesta que podamos encontrarnos, nos van a pedir interpretar, además de los pasajes, alguna obra de solo: un concierto con piano, una obra de solo habitual en nuestro instrumento, o incluso una que no sea habitual.
Por tanto, dominar el instrumento desde el punto de vista de las obras de solo sí se convierte en una habilidad clave (ya no digo dominar el repertorio orquestal, que eso es obvio).
¿Qué podemos hacer entonces con esas carencias que detectamos en habilidades clave? Pues hay dos cosas que podríamos hacer, pero la que más me gusta como primera opción (y además la que se puede aplicar a ejemplos como el que hemos dicho) es… ni más ni menos que trabajar para mejorar en ese campo, eliminar esa carencia o al menos reducirla al máximo.
Precisamente pensando en esto es como puse el título a este episodio, porque es precisamente lo que pienso: ¿En qué eres bueno ahora y (del resto, en lo que no lo eres bueno, en qué lo vas a ser? Osea, en qué habilidades has notado algunas carencias y por tanto qué vas a hacer para mejorar en ello.
Aquí hay muchas cosas a tener en cuenta. Por ejemplo, hay que estar realmente seguro de que se trata de una habilidad clave, en términos que hemos utilizado otras veces, estar seguros de que es relevante para nuestro proyecto. Pero además, tenemos que valorar realmente cuánto nos va a costar desarrollar esa habilidad y si vale la pena o no (o sea, hacer un balance de pros y contras). Y también, asegurarnos de que es importante que nosotros mismo lleguemos a dominar esa área.
En proyectos como el que teníamos de ejemplo, si se trata de hacer audiciones y sabemos que nos van a pedir ciertas obras de solo, evidentemente sí es una habilidad clave, como decíamos. Evidentemente es importante que seamos nosotros los que toquemos, con lo cual si es una debilidad deberemos trabajar en ella. Y solo nos quedaría valorar si nos vale la pena hacerlo o no, valorar el trabajo que nos costaría, según como de grande sea esa carencia y si realmente queremos trabajar en todo lo que sea necesario para cubrir esa carencia. Como decíamos en los episodios de sesiones de coaching de las últimas semanas, cuál es nuestro compromiso con el cambio.
Buscas socios clave Y luego nos queda la última opción, en la que sí consideramos que para el proyecto que tenemos en marcha esa habilidad en la que detectamos una carencia es clave, pero quizás no es importante que seamos nosotros los que trabajemos en ese campo. O al menos que seamos los encargados de solventar esa carencia.
En este caso, la última de las opciones cuando hemos detectado la carencia es: buscar un socio clave. ¿Esto qué es? Pues alguien que pueda complementarnos en lo que nosotros tenemos carencias.
Fijaros que hemos hablado de habilidades clave para un proyecto. Pues precisamente los socios clave son los que como fortaleza tienen esa habilidad clave en la que nosotros tenemos una debilidad.
Claro, habrá proyectos en los que no quepa un socio. Bueno, por ejemplo en unas pruebas tenemos que tocar nosotros, no vale mandar a otro o a otra para esa prueba. Pero… eso no quiere decir que no podamos tener socios. Nosotros vamos a necesitar mejorar en ese en lo que ahora encontramos una carencia, pero no tenemos por qué hacernos los mayores expertos en ese campo. Sí que podemos en cambio encontrar a alguien que sea realmente un experto en ese campo y que nos ayude, con lo que de alguna manera sería una especie de socio clave.
Pero tiene todo el sentido cuando hablamos de un proyecto que requiere trabajar en equipo (un grupo de cámara, por ejemplo, un equipo directivo…) o un proyecto en el que podemos externalizar ciertos campos (dentro de ese mismo grupo de cámara, la parte por ejemplo de la comunicación en redes y el marketing).
Imaginad este caso, en el que somos ese grupo de cámara, y todos encontramos carencias en la comunicación y marketing. Con lo que en su conjunto, nuestro grupo tiene una carencia (una debilidad) en esa habilidad, que si lo pensamos bien, sí puede ser clave si queremos darlo a conocer y conseguir conciertos.
¿Qué podríamos hacer? Pues una opción sería que una de las personas del grupo se formara en comunicación y marketing y desarrollara esa habilidad, así nuestro grupo dejaría de tener esa carencia. Y otra opción sería contratar, asociar o convencer a alguien que sea bueno en comunicación y marketing para que trabajara con nosotros.
Hay mil ejemplos más si empezamos a hablar de proyectos de emprendimiento. Si tenéis interés en ello echad un vistazo a Músicos Emprendedores, que como sabéis es el podcast de los músicos emprendedores (y allí hablamos un poco más de proyectos, socios, reparto de tareas…).
Conclusión a la reflexión De momento, ahora que nos acercamos al final del episodio, sí que volvemos una vez más al título, para terminar de concretar esa reflexión que os propongo para el día de hoy. Un poco más explicado que en el título, sería algo así como:
¿En qué somos buenos? ¿En qué no (o sea, tenemos carencias)? De este segundo grupo, ¿en qué vamos a trabajar para desarrollarnos y mejorar, y en el futuro seremos buenos? (que esto ya es, en qué somos buenos y en qué lo seremos pronto). Pero también ¿en qué carencias no vamos a trabajar porque no lo necesitamos, porque esas carencias no las tenemos en habilidades clave? ¿En qué carencias no vamos a trabajar intensamente porque hemos valorado que es mejor asociarnos con alguien cuya fortaleza sea esa debilidad nuestra?
Y con estas preguntas nos despedimos. Recordad que estaré encantado de recibir vuestros comentarios, quejas, sugerencias o lo que sea. Porque como sabéis “todo esto solo tendrá sentido si es exactamente lo que vosotras y vosotros queréis”.
Así que ya sabéis, espero vuestros comentarios, ya sea en Facebook, en las reseñas de iTunes, en los comentarios de iVoox o directamente en coachingdemusicos.com/contactar.
Nos escuchamos de nuevo mañana jueves con un nuevo episodio sobre productividad, y eso será (como siempre) a partir de las 7:11 de la mañana.
Y hasta entonces, ¡MUY BUENOS DÍAS!
Comentarios