SENTIMIENTO SANADOR
Las damas del cielo están tremendamente interesadas en la expansión de la actividad sanadora a través de seres no-ascendidos, ya que la SANACIÓN ES PRIMORDIALMENTE UNA ACTIVIDAD DE SENTIMIENTO. La sanación se transmite mediante sentimientos armoniosos, y una actividad femenina en la Octava de los Maestros Ascendidos siempre da una presión de sentimiento, de confort a la vida, antecediendo la entrada del elixir sanador propiamente dicho, el cual lleva a cabo el servicio.
Al estar ustedes reunidos aquí, nos estamos esforzando por añadir nuestra radiación combinada a este campo de fuerza. El campo de fuerza se está extendiendo sobre la totalidad de su ciudad, A través de este campo de fuerza, la esencia sanadora —que constituye Nuestro regalo a la vida, Nuestro momentum de servicio— podrá entrar a la conciencia de hombres, mujeres y niños que están orando esta noche, que están clamando a Dios por asistencia, y que requieren sanaciones de mente y cuerpo. Por tanto, ¿unirán ustedes sus energías a las Nuestras para traer al ojo de sus mentes y conciencia la memoria de esas corrientes de vida que ustedes saben pueden beneficiarse de tales corrientes sanadoras? ¿Sentirán ustedes cómo la plenitud de Nuestro amor fluye hacia ellos?
CONEXIÓN DE CONCIENCIA
Cuando hayan servido ese propósito, ¿sentirán entonces las corrientes sanadoras impersonales fluyendo a través de todo el mundo, particularmente a esas corrientes de vida que no saben cómo orar, que aparentemente han perdido la fe en Dios, que se encuentran en desesperación de mente y espíritu, y que requieren de la fe de algún otro ser no-ascendido para mantenerlos dentro de la Llama del Corazón de Nuestra Presencia hasta que podamos anclar Nuestra energía en la suya? Amados Míos, aquéllos de ustedes que aman a Dios, que creen en la Jerarquía son indudablemente bendecidos, ya que una parte de su mundo siempre está conectada con Nosotros. Hay una parte de su conciencia —algún recoveco en algún lugar— en el que siempre está almacenada la memoria de Nuestra obra, Nuestros nombres, Nuestro Amor. Pero hay muchos millones que no creen, que no confían, que no tienen esperanza por una vida allende la tumba, y que viven día tras día en el agotador asalto de la existencia, esperando la aniquilación que, según creen, vendrá con la susodicha "muerte". Es por esta gente que les imploro oren, que hagan el Llamado a su nombre, para mantener viva la chispa dentro de ellos hasta que llegue el momento en que podamos probarnos por cuenta propia, a través de ustedes, a ellos.
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