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Comentarios
no me digáis por qué, pero creo adivinar con partes disueltas de una sociedad medieval, después de la caída del Imperio Romano, una humanidad que se empezó a construir brillante, con tal fuerza de sensatez espiritual y colectiva, como nunca se volverá asentir, a vivir.
Muchas gracias por la lección, maestro. Pasada la fascinante Edad Media hasta la nefasta irrupción de Occam, tengo muchas ganas de entender todo el proceso de secularización política de las virtudes del cristianismo que se han vuelto locas en la modernidad; comunismo, nazismo, etc. La verdad es que estoy atando muchos cabos gracias a su formidable trabajo y magisterio.
Es interesante lo que apuntas Leónidas. Esa Hipermodernidad que ya Lipovetsky enunció manifiesta la disolución del sujeto moderno en el nihilismo de la pura relación donde el "yo" queda deconstruido inmerso en una estructura que le "da sentido". Así, generalizando, la Edad Contemporánea que surge en la década de los 80 del siglo XIX está marcada por tres fases: 1) moderna 2) post-moderna 3) hipermoderna. 1) En la moderna el Neorracionalismo impera: positivismo, primer estructuralismo, marxismo occidental de Bloch y la primera generación de la escuela de Frankfurt, el neo-realismo de Wittgenstein, etc 2) la post-modernidad implica un balanceo hacia el antirracionalismo tras las guerras mundiales: existencialismo, hermeneútica, personalismo,... 3) La hipermodernidad trata de realizar una síntesis global en un magma que sin duda es ecléctico en el postestructuralismo, racionalismo crítico o la fenomenología-hermeneútica de Paul Ricoeur por citar algunos. La filosofía "viva" del siglo XXI es un reflejo de los terrores, vacíos y nihilismo en los que la humanidad se convulsiona. De algún modo el Pensamiento debe salir de este pozo nauseabundo...
Totalmente de acuerdo. Pero lo que se nos viene encima es la ultramodenidad; el atentado más grave contra la naturaleza humana que jamás haya habido
Un saludo amigo. Lo que es perenne y verdadero no puede ser cambiado. Sólo sustituido por sucedáneos que abandonan los ideales morales de la felicidad y el bien común por el oro y la ley tiránica del más fuerte. Deponer al tirano es legítimo si hay esperanza de un gobierno justo. Ni neomarxismo ni liberalismo sino Estados nacionales fuertes.
Hola, Apolonio, soy Isaac. Yo también he cambiado el mío. En honor a una batalla decisiva para nuestra civilización, ahora necesitamos de otra similar. Felicidades por los programas, y muy agradecido por poder seguir aprendiendo de ellos. Un saludo
Por cierto cambié mi apodo desde Audiolibros a Apolonio. Saludos.
Un saludo James. En realidad los audios de la filosofía renacentista están teniendo menos escuchas y se percibe menos interés que por la filosofía antigua y medieval; hasta cierto punto es comprensible dada la poca originalidad que produce si exceptuamos quizá la escuela de Salamanca. Occam tiene la triste importancia de haber enterrado la Edad media (hablando en términos filosóficos), a lo cual sin duda contribuyó. Inició una época "bisagra" como es la renacentista de total desorientación y fragmentación. Lo lamentable es que tras este período de decadencia la Filosofía no salió fortalecida, sino que el panorama moderno fue el de un mar plagado de islas, cada una con su propia fauna y flora. Francis Bacon inició el período moderno con una actitud arrogante despreciando a sus antecesores como mediocres (al parecer el mundo estaba esperando a que naciese él). La tradición y la filosofía perenne fueron dinamitadas por Bacon, Descartes, Hume etc., hasta llegar a Marx que inauguró la filosofía contemporánea o como me gusta llamarla época de las escuelas o las corrientes. Si en la época moderna la filosofía es como una mujer repudiada, en la contemporánea es pisoteada como una meretriz. En todo caso creo que con un poco de buen humor nos vamos a divertir bastante.
...Ah. Y que el no. 1 sea Occam quizá sea una advertencia acerca de que igual hay que darle una vuelta más al juicio que se le hace. ;)
Todo es sumamente interesante. Además de compartir la valoración nada optimista del “Renacimiento”, tengo que confesar que el tema del misticismo especulativo germánico fue para mí una revelación: desconocía completamente su existencia, y creo, o mejor dicho, tengo la impresión de que aporta claves genealógicas que no se pueden ignorar a la amalgama de ideas que hallaron cobijo bajo la niebla protestante que vino después. También, para ser sincero, debo decir, ya que se me anima a comentar, que desconfío de entrada de los “rankings”, un formato de indudable atractivo pero usado y abusado ad nauseam por el periodismo anglosajón y que se está implantando progresivamente fuera de su ámbito lingüístico. Aparte de ello, he disfrutado con todos los audios hasta la fecha, pero especialmente aprecio la solidez lógica y expositiva de las lecciones escolásticas en general y tomistas en particular. Muchas veces se repite machaconamente que se trata de algo superado y arcaico, bien es sabido en estos tiempos de apoteosis de la propaganda que una falsedad repetida suficientes veces “se convierte en verdad”, aún constándonos que esto es rigurosamente falso; pero creo que un examen objetivo de la materia (!Conociendo mínimamente la materia!) lleva a concluir que nada de lo que se autoproclama como superación de la tradición escolástica resiste la comparación. Muchísimas gracias de nuevo por su trabajo de divulgación.