¿Quién cocina en tu casa? ¿Quién lava los platos, hace las compras, saca la basura, lava cuelga y ordena la ropa? ¿Quién revisa la heladera o el vencimiento de los lácteos? ¿Quién lee los cuadernos y revisa la mochila de los niños? ¿Quién conecta con sus estados de ánimo, atiende sus quejas limpia sus mocos? ¿Quién sabe si falta el papel higiénico en los baños, toallas limpias cuando vienen las visitas o si todo está cerrado cuando vamos a dormir? ¿Quién piensa qué se come cada día , quién deja la cocina amigable para el día siguiente? ¿Quién ordena los placares, o hace la agenda de teléfonos ….o la torta de cumpleaños…o compra el regalo para el cumple del compañero de Anita? ¿Quién lleva a los niños al médico, al dentista, al colegio, a jugar a la plaza? ¿Quién sabe la hora del antibiótico, la fiebre que tiene, el remedio que toma?
Hasta hace algunos años no hacía falta hacer esa pregunta. De allí para atrás, cientos, miles de años, las mujeres eran las responsables de esas tareas con fuerza de una ley sobrenatural. Y si no, estaba condenada. El monasterio fue para Santa Teresa una liberación de “esos menesteres”odiosos. Semejante fuerza de trabajo, gratuita, abnegada y férreamente disciplinada le regalaron al mundo las mujeres. Menuda deuda interna!
Desde hace pocos años el 8 de Marzo se celebra el día de la mujer con una huelga de mujeres. En España unas 700.000 mujeres salieron a la calle y unas 6.000.000 hicieron paro. Ni los partidos políticos ni los sindicatos mayoritarios han sido capaces de calcular el potencial del 8-M y ninguno consiguió abanderar la protesta. Aunque coreada en ocasiones con cánticos contra el Gobierno, la movilización se acabó convirtiendo en una marcha transversal, con pocas banderas, eslóganes variados y mujeres de todas las generaciones y estrato social, incluidas miles de inmigrantes.
¿ Qué mujer puede decir que nunca le han tocado la cola en la calle, o le han dicho alguna obscenidad, o le han sometido a una práctica sexual indeseada? ¿Cuántas mujeres se han visto en la encrucijada de guardar un secreto o perder un trabajo, o ser humillada o destruir una familia?
¿Cuántas mujeres son amantes por miedo, por abandono, por pobreza, por hambre?
La tarea de las feministas no se agota en parar la violencia contra las mujeres, en su mejor versión el feminismo pone en cuestión las relaciones de poder, cuestiona la pedagogía de la crueldad, sueña con igualdades amables. Piensa, elabora y repiensa la utopía de una política del poder desde lo personal, lo doméstico, lo vincular que no someta A NADIE! Ni siquiera a los victimarios. Porque sabe, repito en su mejor versión, que con las consignas de castigos, cárceles o revanchas, entra en la misma lógica de violencia que quiere desarmar.
El feminismo está creando una revolución pacífica, creativa, masiva y dinámica que además es festiva, fraterna y transversal. Ha entrado con paso firme en las esferas jamás pensadas. Hay monjas feministas, teólogas feministas, biblistas feministas, musulmanas, católicas y budistas. Está de más decir que también los hay curas obispos y teólogos….pero no lo dicen.
Sin embargo no todo es fácil, ni luminosos. La transformación de relaciones de poder tan soldadas hace tambalear muchas cosas, entre ellas la identidad. Es fácil saber lo que no se quiere, pero no siempre lo es saber qué es lo que se quiere. Es una pregunta muy frecuente ¿Qué quieren las mujeres hoy? No me refiero a la pregunta tramposa de quienes no tienen ganas de soltar comodidades sino a la genuina perplejidad que nos abarca a todas, todos y todes. Al cuestionar los mapas que daban cuenta del territorio a su manera, nos estamos quedando sin brújula. No sólo ignoran los varones qué quieren las mujeres y qué se espera de ellos, sino también las mujeres se pierden en un territorio tan abierto en el cuál el todo a veces se confunde con la nada.
Los discursos a veces muy complejos del feminismo deconstruye a fondo pero no construye nada imaginable para el escaso tiempo de una vida. Sabemos a qué decir basta, pero ¿Con qué se remplaza los vacíos que deja? ¿Cómo se educa el deseo para dejar de desear un pájaro en mano más que cien volando? ¿Cómo se configuran los roles ahora?
Charlamos sobre éste tema con el Lic Eduardo Contreras Filósosfo y psicoanalista Vive en México y desde allí estará presente en radio galilea.
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