En la inmensidad de Sao Paulo, la ciudad más poblada de Suramérica, pasan demasiadas cosas al mismo tiempo. Sin embargo, esta semana la atención de decenas de miles de paulistas ha estado puesta en Pearl Jam, la emblemática banda de Seattle que eligió esta megalópolis para dar el puntapié inicial de su gira latinoamericana, la primera que realizan en seis años.
A tempranas horas del jueves empezó a llegar el público al Estadio Morumbi, un recinto que a los ojos de un nuevo visitante parece inabarcable. A sus afueras, la gente parecía no percatarse del frío repentino de la tarde, ni la amenaza de una lluvia que finalmente no se concretó. A cuadras del estadio vendedores ambulantes y grupos de fanáticos entorpecían el tráfico y hacían que imperara un ánimo de celebración y algarabía.
X, banda de punk formada a finales de los ’70 en Los Ángeles, que irrumpió en la escena musical con un disco debut producido por Ray Manzarek (co-fundador y tecladista de The Doors) fue la elegida por Pearl Jam para acompañarles en las 10 fechas de su gira por Suramérica. Ellos fueron los encargados de dar el vamos en Morumbi, cuando el reloj local marcaba las 19:30 horas.
Si bien la agrupación ofreció un show sólido y pareció hacer un esfuerzo para ganarse al público, el recibimiento fue bastante tibio. La mayoría no quería más preámbulos.
Finalmente, con unos 30 minutos de retraso, Pearl Jam salió al escenario a las 21:15 horas y se metió al público entero en el bolsillo con una conmovedora interpretación de “Release”, que fue seguida por la adrenalina de “Corduroy”, que aumentó las revoluciones y sirvió de catarsis.
Para terminar de alimentar la nostalgia y evocar la rebeldía indomable de sus primeros años, la banda tocó “Why go” -de su disco seminal Ten (1991)-, y “Animal”, uno de los sencillos promocionales de Vs. (1993).
“Got some” fue la primera canción de Backspacer (2009) en aparecer en el repertorio, siendo bien acogida por el público y demostrando que a estas alturas el álbum ya se consolidó con una de las piezas más queridas dentro de su discografía.
Eddie Vedder (voz y guitarra), Mike McCready (guitarra), Stone Gossard (guitarra), Jeff Ament (bajo) y Matt Cameron (batería) lucían tranquilos y dispuestos a entregarse por completo al público, y retribuyeron el cariño de los paulistas con un generoso repertorio en el que confluyeron la irreverencia de “Do The Evolution”, la brutalidad de “Even flow” (con un inspiradísimo solo de guitara a cargo de McCready), la ternura de “Just Breath” y la energía de “Olé”, tema que la banda estrenó hace sólo unas semanas.
Pero si el concierto entero había estado cargado de emoción, lo mejor vino en los dos encores. El primero mostró el lado más tierno del quinteto, con la coreada “Elderly Woman Behind the Counter in a Small Town” y un sentido homenaje a Johnny Ramone, a quien Vedder dedicó “Come Back”, para luego rendir tributo a todos los Ramone con una versión del himno optimista “I Believe In Miracles”. El cierre magistral del primer encore llegó con “Alive”, clásico que fue recibido con euforia, logrando conectar a las miles de personas presentes en el Morumbi, que animaron a la banda con sus brazos en alto y un recurrente “eh, eh, eh” al final de la canción.
Tras una pausa que duró sólo un par de minutos, Pearl Jam volvió por más y cerró con broche de oro una noche inolvidable. “Black”, “Better Man” y “Rearviewmirror” sonaron en seguidilla y demostraron la capacidad innata que tiene el quinteto para emocionar.
Para la despedida, Vedder y compañía se reservaron otro homenaje a quien es uno de sus mayores ídolos y amigo cercano: Neil Young. “Rockin’ in the Free World” estremeció al Morumbi y fue el cierre perfecto para una noche que es sólo el inicio de lo que está por expandirse a otros países del continente. Keep on rockin’ in the free world.
Brekerfall
Save you
Animal
Given to fly
Even Flow
I am mine
Daughter
Jeremy
Elderly woman
Believe in miracles
Do the evolution
You've got to hide your love away
Betterman
Black
Kick out the jams
Alive
Rockin' in the free world.
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Pearl Jam los más grandes