Estas moradas son las del misterio de Dios y de la persona humana. Somos un castillo
habitado por Dios. El itinerario espiritual consiste en recorrer el castillo, pasear y abrir
habitaciones.
Teresa te invita a comenzar este itinerario siendo valiente, a despojarte de las falsas
imágenes de Dios que a lo mejor te han producido seguridad pero te han dificultado el
verdadero encuentro, la verdadera experiencia de ser Hijo.
Teresa comienza su itinerario descubriendo la grandeza de la persona.
La persona es imagen de Dios (1M1, 1).Pero una imagen no terminada, dinámica, que tiene
que llegar a mostrar en plenitud la belleza de esta imagen divina en su propio ser.
El itinerario teresiano es para toda la vida. Toda la
vida y todas las dimensiones de nuestra persona entran en él y si no, no es auténtico
itinerario.
En el itinerario teresiano es
imprescindible encontrar un tiempo para nosotros mismos, por breve que sea.
Si no estamos dispuestos a dedicar un tiempo al silencio...es imposible. El objetivo: que la oración sea para la vida, hasta que la vida se haga oración.
Es importante como reconoce Teresa, ir despacio, ir buscando el espacio y el momento
en el que te sientas tu mismo para ponerte en comunicación con Dios (1M2, 8). Una
comunicación sencilla, pero necesaria, vocal, a solas, con quien sabemos nos ama, sin fatiga, y
con una determinada determinación. Es la puerta para entrar.
La mística teresiana,
insistimos, no nos saca nunca de la realidad, sino que, muy al contrario, nos mete en
ella, nos hace comprometernos con ella desde la interioridad, y nos ayuda a
transformarla.
Ella nos propone acciones que van naciendo de la
experiencia interior y que van transformando nuestro ser, nuestros hábitos etc.…
En nuestro itinerario teresiano la acción y el diálogo con Dios y con
nosotros mismos y los demás van unidos.
Comentarios
Leerla minuciosamente para sacarla de los muros del convento....Me gusta!. Que Teresa nos guíe en su lectura y nos toque el corazón
muy bueno para la vida practica
graciassssssssssssssssssssss
Muy bueno!