La Iglesia Católica del siglo XXI está considerada una potencia económica. Emplea a millones de personas, posee una ingente cantidad de bienes inmuebles y lleva a cabo inversiones de todo tipo a escala global. Sin embargo, esta riqueza no ha sido ajena a la controversia, dados los principios inspirados en el Evangelio que la fundaron.
En los últimos años, una ola de escándalos ha sacudido el corazón de la Iglesia Católica. Pederastia, opacidad, evasión de capitales, lavado de dinero, corrupción y codicia a la vieja usanza han mermado su autoridad, empañando su reputación y distorsionado su mensaje. Con esta primera declaración de intenciones comienza Dinero sagrado, un documental que, de la mano del historiador John Dickie, adentra al espectador en la investigación de las finanzas del Vaticano y en el análisis moral de la propia Iglesia católica.
Un paraíso fiscal en el corazón de Roma
El trabajo dirigido por Jesus Garcés Lambert profundiza en aquellas palabras del evangelio de Mateo: “No se puede servir a la vez a Dios y al dinero”. Aunque desde 1942, tal y como sostiene este profesor de Historia de Italia en Dinero Sagrado, "el Banco del Vaticano ha venido haciendo de paraíso fiscal en el mismo corazón de Roma”.
La presión para que la Iglesia cambie es acuciante. Benedicto XVI inició el camino de las reformas con la primera ley antiblanqueo de dinero y el nombramiento de un nuevo presidente del Banco Vaticano. Su sucesor, el Papa Francisco, ha dejado claro que los escándalos se tienen que acabar.
Comments
Hasta Ke el rebaño siga tan grande, nadie podrá hacer nada contra la Más Grande Empresa del Mundo..... Encima el 50% del clero es pedofilo...Ke asco me dan. A veces pienso Ke los delincuentes Ke kieren pasar desapercibidos delante de la justicia se meten a cura; asi lo hacen todo robar engañar violar comer bien ......Si realmente existiera un dios; esto no pasaría ....a claro.... los caminos del señor son inescrutables.
sin palabras. beeee beeee beeee...........
quienes delinquen, y hacen cosas censurables y abominables, son las personas, no la religión; "garbanzos negros, ahi en todos lados, incluso entre los ateos y agnósticos, hay sinvergüenzas, asi que respeto, por una religión, que profesamos millones de personas.
Interesante! y ahí van los borreguitos !!!!
Mejor no hacer comentarios vaya a ser que nos quemen en una hoguera es increíble que la gente siga como un rebaño a esta gentuza