América Latina está transitando el sendero de la economía digital y Venezuela se percibe muy rezagada respecto al resto de los países de la región. Aunque muchas empresas de diferentes países tiendan a una economía digital, un paso previo es iniciar el proceso de transformar digitalmente la organización y agilizar sus procesos para acceder a ese futuro. En el caso particular de Venezuela, la escasez de talento capacitado, el alto costo de la tecnología, la disminución de los ciclos tecnológicos y sobre todo la digitalización de los clientes, que buscan servicios y productos acordes a estas capacidades, presiona a las empresas para satisfacer esos requerimientos y así evitar perecer por obsolescencia.
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