Has elegido rechazar las cookies basadas en consentimiento que utilizamos principalmente para gestionar la publicidad. En adelante, para acceder a nuestra web tienes que elegir alguna de las siguientes opciones.
Premium
3,99 €/mes o 39,90 €/año
Sin publicidad y mucho más
Plus
Por 9,99 €/mes
Contenido exclusivo y sin publicidad
Si has cambiado de idea, puedes aceptar las cookies y continuar usando iVoox de forma gratuita.
Con tu consentimiento, nosotros y nuestros 813 socios usamos cookies o tecnologías similares para almacenar, acceder y procesar datos personales, como tus visitas a esta página web, las direcciones IP y los identificadores de cookies. Algunos socios no te piden consentimiento para procesar tus datos y se amparan en su legítimo interés comercial. Puedes retirar tu consentimiento u oponerte al procesamiento de datos según el interés legítimo en cualquier momento haciendo clic en ''Obtener más información'' o en la política de privacidad de esta página web.
Nosotros y nuestros socios hacemos el siguiente tratamiento de datos:
Almacenamiento y acceso a información de geolocalización con propósitos de publicidad dirigida, Almacenamiento y acceso a información de geolocalización para realizar estudios de mercado, Almacenar la información en un dispositivo y/o acceder a ella , Datos de localización geográfica precisa e identificación mediante análisis de dispositivos , Publicidad y contenido personalizados, medición de publicidad y contenido, investigación de audiencia y desarrollo de servicios , Uso de cookies técnicas o de preferencias.
Comentarios
Qué curioso el caso de esta canción. Jamás lo habría pensado. Interesante el otro tema con el que lo relacionas: el porqué de esa animadversión hacia todo lo que haga otra persona. Creo que tiene que ver con la idiosincrasia española, basada en la envidia y el afán de mediocridad general que sufrimos. Que no, que si preguntas, nadie quiere ser mediocre. Pero que empujamos hacia abajo a cualquiera que destaque desde el colegio, haciéndole parecer pelota, empollón o trepa. Y luego queremos que a nuestros hijos no les pase lo que hemos practicado con los hijos de otro. El tiempo dirá, y si no, alguien se lo inventará, si tienen verdadera relevancia los intentos de mejora a los que algunos se atreven. El valor que demuestran haciendo esto en España es ejemplar y vaya el mayor de los respetos, esté o no de acuerdo.