LA HISTORIA DEL REY LOCO DE BAVIERA QUE INSPIRÓ EL CASTILLO DE WALT DISNEY
Luis segundo de Baviera nació en 1845.
Fue conocido como el Rey Loco.
Su carácter fue el de un romántico y soñador.
Esto le llevó a encerrarse en sí mismo.
En su mundo de fantasía.
Luis II de Baviera fue el artífice de algunos de los castillos más especiales de Alemania.
Y del mundo.
Se hizo cargo de la corona con tan solo 19 años.
Nunca estuvo de acuerdo.
Su compleja personalidad fue desviándose más...
A medida que tenía que asistir a reuniones y actos oficiales.
En estos ordenaba colocar grandes centros de mesa para no ver a los asistentes.
Además, mandaba tocar con un volumen alto a los músicos...para no tener que escuchar a nadie.
El odio hacia la vida que llevaba...aumentó.
Así que buscó refugio en sus dos obsesiones.
Los palacios y las creaciones artísticas de Wagner.
En aquella época ya no era necesario contruir castillos y fortalezas.
Desde un punto de vista estratégico.
Pero Luis tenía que satisfacer sus ilusiones.
La creación de palacios imposibles le hizo gastarse una importante fortuna.
Se arruinó.
En junio de 1886, familiares y políticos decidieron darle por loco.
Luis de Baviera fue destituido.
Le trasladaron a otro castillo.
Se trató de un golpe de estado encubierto.
Una forma de apartar a un rey considerado incómodo para el poder.
Luis se refugió en los universos de la mitología medieval y germánica.
El gobierno declaró al príncipe Luitpold, tío de Luis II, como regente de Baviera.
En principio, la sucesión le correspondía al príncipe Otto.
El hermano pequeño de Luis.
A este también le declararon loco.
Luis II apenas estuvo preso en el castillo de Berg un día.
Llegó el 12 de junio.
Al día siguiente pidió permiso para pasear por sus jardines.
Se encontraba situado junto al lago Starnberg.
No anduvo solo.
Le acompañaba un reputado psiquiatra.
Con el paso de las horas, ninguno de los dos volvía.
Se organizó una partida de búsqueda.
Fue larga.
Bien entrada la noche...
Hallaron los cadáveres de ambos...
Flotando en el lago.
Se habló de un suicidio.
El cuerpo sin vida del psiquiatra presentaba signos de violencia.
Los testimonios del caso son extraños.
Varios estudios sobre el rey de Baviera aseguran que en su autopsia no se encontró agua en sus pulmones.
El pescador Jakob Lidl declaró que había escuchado un disparo en ese momento.
Al fin, demasiados enemigos con muchos intereses en juego...podrían haber ejecutado el asesinato del monarca.
Otra versión es la de que el monarca intentó escapar de la custodia de su psiquiatra.
En su huida sufrió un accidente que se disimuló en forma de suicidio.
Otros arguyen que el monarca encontró la muerte cuando intentaba escapar, bien por accidente, bien como consecuencia de las acciones de aquellos que tenían la obligación de custodiarlo, y se disimuló como un suicidio.
Luis II tuvo un funeral lujoso.
La iglesia permitió su entierro en sagrado.
Su caso fue una excepción.
En aquellos años, ese honor estaba prohibido a los suicidas.
Esta cuestión sí surgió en el caso del entierro de su primo segundo Rodolfo, hijo de la famosa Sissí y del emperador Francisco José I, que se suicidó después de matar a su amante en el coto de caza de Mayerling en 1889.
En este caso, se consideró que la locura de Luis II le eximía de cualquier responsabilidad en su suicidio desde el punto de vista eclesiástico, por lo que se le permitió tener un entierro real completo.
Su cadáver fue ataviado con el rico traje de la orden de San Humberto y fue enterrado en la cripta real de la iglesia de San Miguel (Michaelskirche), de la ciudad de Múnich, donde su tumba puede visitarse.
La misteriosa muerte de Luis II
Posteriormente, se construyó una pequeña capilla conmemorativa en la orilla del lago Starnberg y una cruz marca el lugar donde el cadáver del monarca fue encontrado flotando en las aguas aquella noche del 13 de junio de 1886.
Le sucedió su hermano pequeño, Otto, que llevaba años luchando sin éxito con sus problemas mentales. Otto fue rey únicamente en título y su tío Luitpold continuó siendo regente hasta su muerte.
Años después, Otto acabó siendo depuesto y su sucesor fue Luis III, el primogénito del regente Luitpold, quien llegaría a ser el último rey de Baviera.
Actualmente, cada vez son más los especialistas que defienden la teoría de que el monarca fue asesinado. Incluso se han realizado peticiones al duque Franz, cabeza de la dinastía Wittlesbach en Baviera desde la muerte de su padre en 1996, para que permita la exhumación del cadáver de su antepasado.
Una nueva autopsia y un examen del cadáver con los medios actuales permitiría conocer qué fue verdaderamente lo que pasó aquel día. Sin embargo, hasta el momento, nunca ha dado su consentimiento, por lo que el misterio de la muerte de Luis II de Baviera sigue sin resolver, más de un siglo después de su fallecimiento.
El Castillo de Neuschwanstein es uno de los lugares más fotografiados de Alemania.
Nació de los sueños del excéntrico rey.
Se convirtió en la fuente de inspiración de Walt Disney para construir su propia fantasía.
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