Frankenstein o el moderno Prometeo - Capítulo 24: La muerte de Elizabeth

Radio nacional de españa presenta sobrenatural un programa escrito y dirigido por juan josé planes esta noche frankie stein o el moderno promete o vigésimo cuarta parte la muerte de elizabeth buenas noches de terror tenga usted todos error de pavor sobrecogedora sobrenatural atreves se arriesga arriesga quédense a oscuras o a la luz tuya vela y hunden se en el abismo de lo sobrenatural ya sabe quién está en el abismo en su abismo un abismo negro blanco rojo la criatura franca einstein o mode frankie stein o el moderno promete poco después de la llegada su padre le habló de su inminente boda con y víctor permanecía callado acaso tienes otro compromiso no padre ningún compromiso elizabeth y estoy deseando que llegue el momento de nuestra unión fijemos pues la fecha se aclare la vida o en la muerte a la felicidad de mi prima mi querido víctor no hables así grandes han sido las chicas que han caído sobre nosotros pero debemos hacernos irnos a los que todavía nos quedan y darles el amor que teníamos aquellos que han muerto nuestro círculo será pequeño pero estaremos unidos por los lazos del afecto y de nuestro mutua infortunio y cuando el tiempo dulce que nuestra desesperación habrán nacido seres a los que amar que reemplazarán a los que tan cruelmente han sido arrebatados tales eran las lecciones que me daba mi padre capitán cuarto pero el recuerdo de la amenaza podía siempre a mí no debe extrañar le que omnipotente como el demonio se había mostrado en sus actos sangrientos yo lo considerada como un ser invencible y que cuando pronunció las palabras estaré junto a ti en tu noche de bodas quiera mi destino como algo inevitable su destino pero la muerte no era ningún daño para mi amigo mío si se compensa va con la vida de elizabeth por lo tanto con aire contento y aún de alegría acorde que en mi padre que si mi prima estaba de acuerdo la ceremonia se celebraría diez días más tarde con ello creí poner el sello final a mi suerte pero no lo puse no dios mío si para un solo instante hubiese sabido cuáles eran las infernales intenciones del músculo habría preferido alejarme para siempre de mi país para errar por la tierra como un paria sin amigos pero no hubiera accedido a celebrar aquel afortunado pensamiento más y como me hubiese hallado bajo el influjo de escaños poderes el monstruo había podido ocultar me sus verdaderas intenciones y cuando piensas