La trata de personas se refiere a cualquier actividad que involucre la compraventa y/o el control de una persona sobre otra, normalmente pero no necesariamente mediante el uso de violencia, con el fin de explotación. Si bien la mayoría de estos casos tienen como finalidad la explotación sexual, el tráfico de seres humanos no se limita a ésta, e involucra asimismo la explotación laboral, el servicio doméstico forzado, diferentes prácticas catalogadas como de esclavitud o la extracción ilegal de órganos.
La antigua ministra de Ministra de Igualdad, Bibiana Aído, y el Director de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, el italiano Antonio María Costa, mantuvieron una reunión con respecto a la adhesión española al programa Corazón Azul, éste último puntualizó el gran desconocimiento de la población en Europa sobre este delito: “los europeos creen que la esclavitud fue abolida hace siglos. Pero mira alrededor; hay esclavos entre nosotros”, dijo Costa. Aunque la esclavitud legal fue efectivamente abolida hace siglos -en la España peninsular fue abolida en 1837-, la esclavitud formal no ha desaparecido. Las prácticas que envuelven al tráfico de seres humanos y la misma actividad en sí son, indudablemente, actos de esclavitud. Mediante la campaña Corazón Azul se concienciará tanto al ciudadano medio como a los políticos, medios de comunicación, profesorado académico y a la sociedad en general acerca de la realidad de la trata de personas.
El tráfico de seres humanos se encuentra entre las tres actividades ilegales que más beneficios económicos aportan, después de la venta de drogas y probablemente por encima de la venta de armas. Se estima que anualmente esta actividad produce unos 2.500 millones de dólares a través de la explotación sexual, la prostitución, el trabajo forzado y la venta de órganos. De acuerdo con la UNODC, unas 140.000 personas son víctimas en Europa de tráfico de personasy la consecutiva explotación laboral o sexual que dicho negocio conlleva. La UNODC estima igualmente que al menos una de cada siete mujeres dentro del negocio del sexo es víctima de la trata de blancas y ejerce la prostitución de forma obligada sin obtener beneficio económico alguno y bajo continuas amenazas hacia su persona y hacia sus familiares cercanos.
La situación en España
En España, el Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (el CICO, adscrito a laSecretaría de Estado de Seguridad) informó de unos 2.500 casos anuales de tráfico de seres humanos desde 2003 a 2007. Debido a la naturaleza ilegal de esta actividad y a la alta tasa de mortalidad entre las víctimas, el número total sea probablemente mucho mayor. En nuestro país el delito de tráfico de seres humanos se tipificó en 2008. Pese a lo que pueda parecer, España es uno de los países punteros en el ámbito de la lucha contra esta inhumana actividad.
Sin embargo, esto no quiere decir que la situación sea realmente buena. Aunque existen avances en materia legal penalizando el delito, el número de personas arrestadas ha decreciendo ligeramente entre 2003 y 2007, con una media anual de unas 1.200. El número de condenas, como en el resto de países del mundo, es muchísimo más bajo. Por otro lado, las víctimas de la trata reciben un permiso temporal de residencia y asistencia legal, médica y psicológica, al tiempo que el Estados y/o diversas ONGs las proveen de alojamiento. No obstante, las víctimas son consideradas al cabo de un tiempo como inmigrantes ilegales y cuando su permiso temporal expira se procede al proceso de expulsión. La situación legal de inmigrantes ilegales y de personas víctimas de tráfico de seres humanos no difiere mucho, si bien sus realidades, aunque ambas muy duras, son cualitativamente diferentes.
España es un país receptor neto dentro del negocio de la trata de personas. La mayoría de personas proviene de Europa del Este (notablemente de Rumanía, país del cual provienen un 30 por 100 del total de víctimas), seguidas de América Latina (especialmente de Brasil), seguidos de África del Norte y Asia. Entre 2005 y 2006 se dieron trece casos de españoles traficados dentro de España, una cifra que en porcentaje resulta muchísimo más baja que en otro países europeos, como Alemania u Holanda. Pero la especificidad hispana viene por el número de personas que han pagado alguna vez por sexo en nuestro país, un 39%. España es, sencillamente, un país con mucha demanda de sexo, y las mafias se encargan de suplir al mercado con chicas de Europa del Este y América Latina.
Debido a su situación geográfica, nuestro suelo también es usado como país de tránsito por las grandes y pequeñas mafias que controlan el negocio de la trata de personas. Las víctimas de África y América Latina pasan a menudo por nuestras fronteras de camino a sus destinos a lo largo de Europa. Además del evidente problema humanitario, esto es también un grave problema de seguridad ligado a la corrupción a altos y bajos niveles, como ya demostró en 2008la UNODC. En la lucha contra la trata de personas no se combate únicamente a las mafias, sino también la corrupción que permite bordes y controles fronterizos permeables por los cuales las víctimas son introducidas dentro del país.
Queda aún mucho por hacer para erradicar la esclavitud de la faz del planeta. La lucha contra la trata de personas es uno de los campos de batalla p rincipales, y “un crimen que nos avergüenza a todos.” España, aún siendo un país puntero en esta lucha, aún tiene mucho camino que recorrer, al igual que todos los españoles. ¿Un primer paso? La toma de conciencia sobre lo que el tráfico de seres humanos es y significa...
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