En diálogo con Joan Colell: ¿Que es el cambio?
Enrique y su esposa Isabel tenían una estrecha amistad con Krishnaji, y Krishnaji solía invitarles a almorzar con él. En una de esas ocasiones conduje el automóvil desde Gstaad hasta el chalet Tannegg, donde Krishnaji estaba esperándonos delante de la puerta principal. El señor Biascoechea me presento a él diciendo: '' Este es mi amigo Juan, un joven de Barcelona, España". Krishnaji me miro sonriente, y en un catalán perfecto, para gran sorpresa de todos, Dijo: “Barcelona es bona si la bossa zona”, que significa: Barcelona es buena si la bolsa suena.
Es difícil decir que mi vida haya experimentado un cambio, pues eso depende de lo que tomemos como referencia, pero no sería exagerado afirmar que se presentaron profundos retos e incidentes, durante las charlas de Krishnaji o en las conversaciones con él, que sin duda afectaron mi vida.
Recuerdo uno de estos acontecimientos sucedido varios años más tarde, cuando un amigo y yo fuimos a ver a Krishnaji.
Llegamos con un montón de preguntas y gran agitación interior.
Krishnaji nos dio la bienvenida en un cuarto sencillo, y nos sentamos alrededor de una mesa adornada con un jarroncito de flores colocada en el centro. Nos llevo bastante tiempo exponer todas nuestras inquietudes, y mientras lo hacíamos, Krishnaji miraba las flores. Cuando por fin terminamos nuestra enloquecida parrafada psicológica, Krishnaji seguía mirando las flores sin decir nada. Un poco aliviados, pero esperando con ansiedad unas palabras esclarecedoras, nos sumamos a él en la contemplación de la frescura de las flores. Durante un rato permanecimos unidos en cierta armonía observando las flores con atención. No recuerdo cuanto tiempo paso hasta que Krishnaji, sin apartar los ojos del ramillete, dijo: “Señores, si miraran sus problemas e inquietudes como están observando las flores en este momento, sus problemas terminarían".
Aquello puso fin a la reunión, pero aun hoy en día esas palabras continúan vivas en mi cerebro.
No soy capaz de imaginar lo que sería mi vida si no conociera las enseñanzas. Esto no significa que comprenda profundamente el significado de la vida y que viva cada instante sin sombra de condicionamiento, pero lo cierto es que la contribución de Krishnaji y de las enseñanzas a mi vida, el sentido lógico de las palabras que pronuncio este amigo de toda la humanidad, han tenido un importante efecto dentro de mí. De igual manera que el agua no es la flor, pero contribuye a su belleza, las enseñanzas me impulsan a crecer en bondad.
Del libro: 100 años de sabiduría de Evelyne Blau.
Editorial Kairos
Comentarios
Hola Daniel, hola Joan. Respecto a un fragmento de la charla donde Joan comenta que no se puede usar la misma herramienta para destruir lo que se construyó, veo que lo construido se hizo a base de repetición. En el caso de las rutas neuronales que componen el ego, se han construido y afianzado a base de repetición. Es el recuerdo lo que lo mantiene \\\"vivo\\\". De la misma manera, la no repetición, el no recuerdo es lo que lo debilita. Pero el no recuerdo implica una revolución, una comprensión que solo adviene de la indagación y, en algunos casos, del sufrimiento extremo.
Muy bueno. Muy buen explicado el sistema del pensamiento. Gracias