La tumba del Apóstol Santiago necesitaba algo más que un simple sarcófago. Una abadía primero y la catedral después dieron cobijo a los huesos que se convirtieron en la mayor meta de peregrinación de la cristiandad. Hasta que los restos desaparecieron. (22/02/10)
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Jajaja.
Muy bueno.
El gran fraude.
La de la "griega del yogour"