Por séptimo año consecutivo nos encontramos en Madrid, la Asamblea Plaza de los Pueblos 15M y la asamblea preparatoria del Artevento “Descolonicémonos: 12 de Octubre, Nada que celebrar” para invitar a todas las asambleas, colectivos, organizaciones, grupos culturales y personas a sumarse a esta iniciativa.
Este es un espacio para el reconocimiento de la soberanía y los derechos de todos los pueblos del mundo que han sido o continúan siendo colonizados. Apoyamos las distintas acciones que se realizan para exigir la libertad de los pueblos, así como el respeto a su historia y su cultura. Hacemos un enérgico llamado de atención hacia el respeto y la preservación de la diversidad en todas sus formas y por la defensa de la vida.
El 12 de octubre representa el inicio de un proceso de violenta imposición cultural, política y militar, que incluye el exterminio y la esclavitud de millones de personas. En España, la celebración del 12 de octubre como fiesta nacional, tiene su origen en el franquismo, y por tanto debe ser revisada, como cualquier otro símbolo heredado de esta dolorosa etapa de la historia de este país. Esta conmemoración es en sí misma un acto de violencia simbólica que entorpece y menoscaba la convivencia de diversos pueblos dentro y fuera del territorio español, reforzando una identidad basada en la imposición de una cultura única, eurocéntrica, frente al conjunto de territorios, pueblos y cuerpos colonizados.
En nombre de la civilización, de la religión católica y de la corona española, se instauraron estructuras económicas, políticas, sociales y culturales con características racistas, machistas, patriarcales y homófobas que aún hoy se mantienen y que, en muchos aspectos, son la base de las desigualdades, los conflictos sociales, las violaciones a los derechos humanos y la vulnerabilidad de los pueblos originarios.
El proceso de colonización no es un hecho del pasado, se sigue manteniendo hasta hoy, con diferentes actores, entre ellos las multinacionales y los medios de comunicación. Bajo la engañosa coartada de un supuesto “desarrollo”, basado en realidad en un modelo fallido en términos financieros, ecológicos, de justicia social y de género, se destruyen los principales medios de vida en nuestro planeta, generando pobreza extrema y condiciones laborales miserables.
La colonización se reinventa con políticas globales discriminatorias que no incluyen las diversas formas de pensar y sentir de los pueblos originarios, y que impiden la circulación de personas, especialmente de las que provienen precisamente de los territorios colonizados.
Estas nuevas formas de colonización generan injerencias de todo tipo contra la soberanía de los pueblos: deudas ilegítimas, guerras, apartheid, genocidios, tratados comerciales avasalladores, imposiciones de modelos de género, esclavitud y desplazamientos forzados, provocando que miles de personas se vean obligadas a abandonar sus países de origen, huyendo de la muerte y del hambre.
Se institucionaliza el racismo, con leyes de extranjería que violan derechos humanos, y que consideran a las personas migrantes como “ilegales” y sin derechos, perseguidas por las fuerzas de seguridad del Estado y encarceladas en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE).
En América, así como en África, Oriente Medio y Asia, los pueblos originarios continúan en resistencia defendiendo la vida, el buen vivir colectivo o Sumak Qamaña, preservando los sistemas ecológicos y culturales, su memoria histórica y sus saberes ancestrales, reforzando los lazos de solidaridad y de apoyo mutuo. La unión entre las personas y pueblos, es el único camino para hacer frente a la crisis global que solo trae muerte y destrucción.
Desde Madrid, capital del Estado español, hacemos un llamamiento para generar una verdadera toma de conciencia. Recordemos la frase: Un pueblo sin memoria es un pueblo sin futuro. No es posible borrar la historia ni eliminar los estragos causados por la colonización. Sin embargo, sí es posible establecer nuevas miradas y análisis sobre este momento histórico, apoyar la justicia social y la reparación por los daños causados, especialmente, para prevenir la repetición del daño.
Quienes habitamos en el Estado español, ciudadanos con plenos derechos – al margen de nuestro origen- no podemos seguir aceptando una celebración que se construyó sobre una realidad de destrucción y muerte. Urge que las instituciones del Estado español y los pueblos que conforman este territorio, asumamos nuestra responsabilidad, por justicia y por dignidad.
Exigimos al Estado español la derogación de la Ley 18/1987, que establece que el día de la Fiesta Nacional de España sea el 12 de octubre, porque refuerza el imaginario colonial, racista y militar que entreteje las estructuras sociales y políticas de España.
Es importante que sigamos trabajando en la superación del actual sistema político–económico global que se fundamenta en la colonización y en las desigualdades que genera. En este sentido, invitamos a todas las personas, colectivos, asociaciones e instituciones a participar en este proceso activo de resignificación del 12 de octubre, en defensa de los pueblos originarios y de la Madre Tierra, Abya Ayala, Pachamama, Ñuke Mapu…
¡12 de Octubre. Nada que celebrar!
Por quienes defienden la Tierra y los Derechos Humanos
Si quieres informarte y participar en diálogos sobre Descolonización, puedes entrar en https://www.facebook.com/groups/1096632613738967/
Las adhesiones que estamos recogiendo con esta herramienta son para asambleas, colectivos, asociaciones e instituciones. Para registrar una adhesión, responde a las siguientes preguntas. Los nombres de las entidades así como su localización serán publicados.
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