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Muy buenos días. Espero que estés estupendamente en esta nueva mañanita, arrancando el día con la mejor vibra, con la mejor intención, con nuestro foco puesto en lo importante. Y hoy os quiero hablar de el compromiso con uno mismo.
Mirar, la palabra compromiso a mí siempre me había resultado bastante traidora, como que el compromiso se ajustaba más a quien beneficiaba, al sistema, a los poderes, a los padres, a los jefes...
Esa era mi sensación. Obviamente es una percepción y yo huía del compromiso. Yo decía: “yo quiero estar en los sitios no porque me he comprometido sino porque quiero estar, porque elijo estar, porque asumo mi responsabilidad, porque quiero dar eso y siempre quiero hacerlo desde querer hacerlo y no por compromiso”.
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Por ejemplo: casarse o no casarse, para mí era un compromiso que yo decía: bueno yo quiero ganarme a mi pareja cada día.
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Quiero que me gane mi pareja cada día, que nos comportemos de forma en que nos haga querer seguir estando juntos, no porque tengamos adquirido un compromiso. En realidad, creo que lo que estaba ocurriendo es que ese tipo de compromisos eran más bien contratos.
Pero un día me encontré con el compromiso conmigo misma y ahí dije: “ay, espera, espera”. Aquí no hay intereses exteriores, no hay poderes exteriores, todo tiene que ver conmigo.
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Y claro, cuando empecé mi trabajo personal me di cuenta que sí iba a ser muy importante este compromiso, una disciplina conmigo misma, con lo que quiero realmente de mi vida, porque si solo lo quiero pero luego no paso a la acción, si sólo lo tengo en la cabeza pero luego no hago ninguna acción que esté en sintonía en la misma línea que lo que estoy pensando, deseando, queriendo… no va a funcionar.
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Entonces claro que va a ser muy poderoso que establezcamos este compromiso. Yo os invitaría incluso a haceros un pequeño contrato con vosotros mismos. Ahora mismo tienes en tus manos el poder de decidir qué quieres hacer de verdad con tu vida, si quieres priorizar tu crecimiento, tu liberación, tu bienestar, tu cuido.
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Eso es lo único que hay que decidir y una vez que lo decides estableces un compromiso contigo mismo porque esto es una aventura, esto es un camino, verdad y está lleno de dificultades, de cosas que nos dispersan, actividades, personas, retos, y claro, si no atendemos lo importante acabamos atendiendo sólo lo urgente y se nos va el día sin haber atendido lo que de verdad importa.
Hoy ha pasado el día y no he atendido lo importante y lo peor es que cuando terminas ese día tienes una gran sensación de insatisfacción porque tu corazón es consciente de que no has atendido lo verdaderamente valioso.
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Veamos este compromiso con nosotros mismos. Por ejemplo: me comprometo a dispensarse un rato al día fijo, siempre, para pararme, escucharme, ver, analizar cuáles son mis sentimientos, ver cuáles son mis creencias ocultas y aplicarles EFT cada día.
Y para esto lo más fácil es establecer un horario, un horario concreto, inamovible. Lo tenemos para el trabajo. Sino ¿crees que seríamos capaces de hacer lo que hacemos, si no establecemos una fecha, una hora? Claro, necesitamos esa acotación.
Entonces vamos a establecer ese adiario. Por ejemplo, me levanto media hora antes todas las mañanas.
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Podemos establecerlo tres días a la semana: lunes, miércoles y viernes.
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O un ratito más pequeño entre semana. Decir: “venga pues… todos los días, o 10 o 15 minutos pero todos los sábados. Como sea, donde sea, yo saco una hora para hacer un trabajo más profundo en mi desde EFT.
Seguramente algunos de vosotros también tenéis otras prácticas que incorporaremos a este cuidado personal cotidiano. Y es que si no lo hacemos de forma regular, si no determinas un tiempo y un horario te dispersas, te reclaman y no te atiendes bien.
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Es como atender a todo lo que te reclama verdad pues así, acabamos atendiéndolo todo menos atendernos a nosotros. Esto es muy habitual en el mundo masculino y en el mundo femenino.
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Por cómo está un poco nuestra cultura se nos dan dos variables en el caso de las mujeres tenemos esta tendencia generalizada a: lo primero son los demás.
Lo primero es atender lo de afuera como mamás. Si hemos tenido hijos es una dinámica durante la maternidad, casi cien por cien porque un bebé te necesita a lo largo de las 24 horas del día y ya entras en esa dinámica, salvo cuando está durmiendo tú ya estás muy pendiente de algo, una demanda exterior y cuando está el bebé dormido pues todo lo que has desatendido mientras el bebé está despierto y te reclama, aprovechas para atenderlo.
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Y así vamos avanzando los días y se nos genera un hábito, una dinámica, un patrón, de estar hacia los demás de estar atendiendo las demandas de los demás y en el caso de los hombres es como que la cultura le ha exigido no mirarse mucho para adentro, en parte porque su sistema operativo de base parece que viene más reforzado hacia lo de fuera. Es verdad que nuestra parte biológica, nuestra parte animal, pues el macho es el que sale a cazar ¿verdad? La hembra es la que se queda en la cabaña en la cueva cuidando a los cachorros y cuidando la intendencia del grupo familiar.
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Esto es biología y lo traemos en el cerebro reptiliano y claro, es más fácil entrar en ese circuito neuronal porque está construido, es automático.
Entonces los hombres tienen muy muy arraigado el patrón, la dinámica, deslizarse hacia esa búsqueda del alimento exterior y como que les cuesta pararse, hacerse una mirada interior y es más difícil.
En mi experiencia me he encontrado menos hombres que hacen este paréntesis para escucharse, para mirarse y para hacerse EFT, como que la cultura le está obligado a construirse una coraza emocional, porque los hombres no lloran o no deben llorar ni mostrar debilidad y claro, otra vez el cerebro reptiliano que prioriza la protección pues dice: no no aquí de debilidad de mijita.
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Son dos razones poderosas para no atendernos y atendernos escucharnos es prioritario.
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Diariamente por la mañana, para arrancar el día, y por la noche como reflexión de esa jornada, de esa pequeñita vida que ha transcurrido. Hablaremos más despacio de cómo organizarnos con EFT porque de verdad que hacerse EFT diario te catapulta a una nueva dimensión que no puedes ni imaginar.
No conoces el bienestar, la paz, lo mucho que facilita los diferentes retos de la vida. Así que hoy te dejo con esta mirada de plantearte un compromiso contigo mismo, contigo misma. ¿Dónde estoy?. ¿Dónde quiero estar y a qué me comprometo para lograrlo?.
Comentarios
Maravilloso Ana, como SIEMPRE!!!!