El señor de los anillos Libro Segundo Capitulo 7 El Espejo de Galadriel. Narrado por Angel Ruiz

Capítulo siete el espejo de gala adrián el sol descendía detrás de las montañas y las sombras crecían en el bosque cuando se pusieron otra vez en camino los senderos pasaban ahora por unos se todos donde la oscuridad ya estaba cerrándose mientras marcaban la noche cayó bajo los árboles y los elfos descubrieron los faroles de plata de pronto salieron otra vez a un claro y se encontraron bajo un pálido cielo nocturno salpicado por unas pocas estrellas tempranas un vasto espacio sin árboles se extendía ante ellos en un gran círculo abriéndose a los lados más allá había un foso profundo perdido entre las sombras pero la hierba de las márgenes era verde como si en aún en memoria del sol que se había ido del otro lado del foso una pared verde se levantaba a gran altura y rodeada una colina verde cubierta de los mayores más altos que hubieran visto hasta entonces en esa región que alto serán no se podía saber pero ser guían a la luz del crepúsculo como torres feriantes entre las muchas ramas superpuestas y las hojas que no dejaban de moverse brillan innumerables luces verdes doradas y plateadas ayer se volvió hacia la compañía bienvenidos a cada escaladores dijo he aquí la ciudad de los link donde mora en el señor que le bon y gabriel la dama del origen pero no podemos entrar por aquí pues las puertas no miran al norte tenemos que dar un rodeo hasta el lado sur y habrá que caminar un rato pues la ciudad es grande del otro lado del foso corrió un camino de piedras blancas fueron por allí hacia el este con la ciudad alzándose siempre a la izquierda como una nube verde y a medida que avanzaba la noche aparecían más luces hasta que toda la colina pareció inflamada de estrellas llegaron al fin a un puente blanco y luego de cruzar se encontraron ante las grandes puertas de la ciudad miraban al sudoeste entre los extremos del muro circular que aquí se superponen y eran altas y fuertes y había muchas lámparas al salir golpeó y habló y las puertas se abrieron en silencio pero frodo novio ningún guardia los viajeros pasaron y las puertas se cerraron detrás estaban en un pasaje profundo entre los dos extremos de la muralla y atravesando rápidamente entraron en la ciudad de los árboles no vieron a nadie ni oyeron ningún ruido de pasos en los caminos pero sonaban muchas voces alrededor y en el aire y arriba lejos sobre la colina se oía el sonido de unas canciones que caían de lo alto como una dulce lluvia sobre las hojas recorrieron muchos senderos y subieron muchas escaleras hasta que llegaron a unos sitios elevados y vieron una fuente que refugia en un campo de hierbas estaba iluminada por unas linternas de plata que colgaban de las ramas de los árboles y el agua caía en un piloto de plata desbordada en un arroyo blanco en el lado sur del prado se elevaba el mayor de todos los árboles el tronco enorme y liso brillaba como se da gris y subía rectamente hasta las primeras ramas que se habrían muy arriba bajos sombrillas nubes de hojas a un lado pendía una ancha escala blanca y tres hijos estaban sentados al pie se incorporaron de un salto cuando vieron acercarse a los viajeros y frodo observó que eran adictos y estaban vestidos con unas mallas grises y que llevaban sobre los hombros unas túnicas largas y blancas aqui morán que le bon y gala le dijo al leer es deseo de ellos que su país y les habléis uno de los guardias tocó una nota clara en un cuerno pequeño y le respondieron tres veces desde lo alto iré primero dijo al que luego venga frodo y con el lego las los otros pueden venir en el orden que deseen es una larga su vida para quienes no están acostumbrados a estas escalas pero podéis descansar de vez en cuando