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Comentarios
El socialismo es la fe en la burocracia. Pero burocracia -como Estado- es una abstracción. Lo único real es el burócrata que nada produce y reparte el esfuerzo ajeno a discrición, impidiendo crecer y progresar.
El cristianismo se asienta sobre dos grandes principios: "Dad al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios" y la idea de que la salvación (como la culpa) son individuales y cada individuo es único. Digamos en síntesis: individualismo (perversamente identificado hoy con egoismo) y limitación del poder del burócrata, algo de lo que reniega el socialismo que nos gobierna desde que apareció el Estado de Bienestar.
Estamos hablando del efecto. Deberíamos preguntarnos por la causa, porque vivimos en un mundo socializado. El llamado Estado de Bienestar (Norteamérica es su paradigma), que viene de muy lejos, parece haber desembocado en esta como en tantas otras crisis. No creo que el miedo a la libertad solucione los problemas. El socialismo cree en la solución policial, por eso es dirigista y reparte el esfuerzo ajeno, al que desalienta impidiendo la creación genuina nuevos empleos.