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Comentarios
Nosotros fuimos a ratear un poco en el templo de Koyasan. Fue lo más caro con diferencia de todo el viaje y busqué uno baratillo para pasar una noche. Incluso lo miré solo alojamiento porque los desayunos tradicionales me parecieron un robo. Ahora me arrepiento, al final nos sobró dinero y con el cambio a euros perdimos pasta. El templo no era muy malo, pero paseando los vimos con mejor pinta... en este caso fueron las chinas de la habitación contigua las que no dejaron dormir a mi mujer en toda la noche... yo como un tronco.
Me encantó la música del principio y el final de este episodio, por eso me quedé escuchándola atentamente y me maté de risa con ese agónico "hasta luego" del final jajaja. Bueno, es cierto que Japón se ha hecho cierta fama con lo de los lugares baratos que son terribles. Me acuerdo de una amiga francesa que me dijo que lo pasó realmente mal en un lugar, hasta cucarachas había, terrible, terrible. Yo no me puedo quejar, la verdad, nunca he elegido lugares caros, pero siempre han estado muy bien.
Saludos confinados! ¿Esos guantes que llevas en la miniatura son homologados para pandemias o solo para trastear en almacenes? Ja, ja, ja . . . Pues si, a mi me paso algo casi igual en Londres, pero fue echarle un vistazo a la habitación y pirarme, bajar a una cabina, que por aquel entonces no había móviles, y llamar al hotel que conocía de una año anterior y reservar. Me pasa ahora y primero le quemo la habitación y luego me voy.